+ Oaxaca no crece. No avanza. No hay solución a sus problemas históricos y recientes y, sobre todo, hoy se gobierna para el exterior, no para Oaxaca
Oaxaca es un espejo de contradicciones. O acaso un espejo de discordias: su gobierno, digo.
Los oaxaqueños que son de trabajo día a día a día, los del comercio, servicios, el campo o el mar o, incluso, los de la economía informal, son objeto de ambición política y administrativa, pero pocas veces beneficiarios del resultado de su trabajo.
Oaxaca no crece. No avanza. No hay solución a sus problemas históricos y recientes y, sobre todo, hoy se gobierna para el exterior, no para Oaxaca; y quien parece gobernar, no está en Oaxaca.
Desde la presidencia de México se decidió que Murat Hinojosa sería el candidato a gobernador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Iban sobre seguro en su triunfo electoral no solo por impulsos ajenos, como también porque el gobierno de Cué y su coalición Unidos por la Paz yel Progreso (PAN, PRD, Convergencia y PT), resultó un reverendo fracaso político, administrativo y de transparencia.
Y así, hace poco más de un año, cuando estaba a punto de concluir el gobierno de Gabino Cué, el equipo de trabajo del gobernador electo, Alejandro Murat Hinojosa, hizo el presupuesto que habría de ejercerse en 2017. Bien.
En lo práctico esto es razonable en tanto que el nuevo gobierno tenía sus prioridades y sus proyectos y programas sociales, de desarrollo y en general. Esa era la expectativa entonces, luego de su particular triunfo electoral.
Una vez que tomó posesión el nuevo gobierno en diciembre de 2016 la curiosidad era la de ver qué haría un gobernador no oaxaqueño por los oaxaqueños. La suspicacia era mayor. Hoy, a un año, la sensación general es de que “no ha pasado nada, absolutamente nada”… o sí, acaso los oaxaqueños de a pie ven al gobierno como una entidad ajena a su vida cotidiana, con más preguntas que respuestas.
Hace un año, el presupuesto que se aprobó para Oaxaca fue de 90 mil 414 millones de pesos. Por entonces la titular de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Mariana Benítez Tiburcio (PRI), festinó que hubo un incremento de 5 mil millones de pesos respecto del año anterior.
Aquel presupuesto incluía la distribución presupuestal para ramos autónomos, administrativos y generales. Además los de las entidades de control directo e indirecto y para las empresas productivas del estado –se dijo–.
Ese 2016, el gobernador electo dijo que los recursos se utilizarían para proyectos como la creación de las Zonas Económicas Especiales, el Aeropuerto de Ixtepec, el corredor transistmico y más proyectos de infraestructura. Por supuesto se habló de desarrollo social y productivo.
Nada de eso se ve. ¿En dónde está? ¿Qué pasó con ese presupuesto? ¿Informará el gobernador Murat Hinojosa de forma fehaciente y sin eufemismos? ¿Dirá a los oaxaqueños el 2 más 2 de ese dinero? ¿En qué se ocuparon estos más de 90 mil millones de pesos, recursos de los oaxaqueños, para un año?
El gobernador Murat Hinojosa dice que faltan por ejercer 2 mil millones de pesos pero que “no se tendrá sub-ejercicio”… ¿En qué se gastará este restante?
Hace unos días anticipó que durante su gobierno hubo “inversiones que eran equiparables a las que hizo durante tres años el gobierno de Cué, pues sólo en un proyecto en conjunto con Mitsubishi se están invirtiendo 1,200 millones de dólares”. Sólo falta conocer la derrama económica de ese y otros proyectos de inversión y que se contabilicen los empleos y salarios generados para los oaxaqueños.
Pero el estado de pobreza en la entidad sigue siendo el mismo de hace un año, seis años, doce años… El estado de desahucio en el campo está ahí. La migración crece cada día. No hay industrialización. No se ha impulsado la generación de empleos. No se han desarrollado programas de desarrollo económico y social tangibles, contantes y sonantes, y las obras prometidas entonces brillan por su ausencia… ¿Ya solucionó el conflicto de la Sección XXII como dijo que lo haría? ¿Lo hará con la CTM como su grupo de confrontación? ¿Y las otras denominaciones grupales? ¿Qué pasó?
Este año, al gobierno de Alejandro Murat Hinojosa en Oaxaca se le asignó un presupuesto de 102 mil millones de pesos, que incluyen 3,500 millones de pesos para la reconstrucción de las zonas devastadas por los sismos de septiembre… Esto es: podrá disponer de 101, 910,083 millones de pesos contantes y sonantes.
¿También para lo electoral en cuotas de Oaxaca para el triunfo del PRI en las elecciones federales de 2018?
El espejo de discordias y ambiciones políticas se expresa en un gabinete forjado desde la mano de la antigüedad: el nombramiento de Raúl Bolaños Cacho como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado aun está cargado de suspicacias; el Fiscal General, Rubén Vasconcelos Méndez, parece no ser tan autónomo como se esperaba.
El extraño retorno de Heliodoro Díaz, el polémico político que volvió la escena oaxaqueña, ahora como encargado de Protección Civil luego del cese de Amando Demetrio Bohórquez… ¿Y qué tal la señora Ana Vázquez Colmenares en Cultura sin tener ni la experiencia ni el perfil para el cargo?
Y así… Para los oaxaqueños este gabinete –dicen– es de Juniors y de Naftalina. Nada que ver con lo que necesita Oaxaca, se dice a pie.
¿Qué informa el gobernador Alejandro Murat Hinojosa que no sepan ya los oaxaqueños? ¿Que estábamos mejor cuando estábamos peor?