LIBROS DE AYER Y HOY
La intervención del papa Francisco en el cambio que se avizora para México, puede tener efectos importantes: el que ayuda a transformar, se transforma.
Los grandes problemas delictivos y de inseguridad que vive México y la propuesta de una amnistía que son motivo de una gran consulta, pueden impactar como ejemplo a la Santa Sede y su estado el Vaticano.
La entidad teocrática está también en crisis, el propio papa mereció reproches internacionales ante el grave problema chileno de pederastia -que aún sigue-, y los demás en el mundo que no se han resuelto.
En ambos casos, al pontífice y su asiento, les urge una reconsideración interna.
El caso México puede convertirse en paradigmático -de llevarse a cabo como se plantea- incluso para otros países en crisis.
Un gobierno que cuestione los enormes problemas que ha causado la globalización y los enfrente, puede dar la pauta al menos de inicio, de que las cosas si pueden cambiar para bien. No todo está perdido.
La convocatoria de AMLO al papa y otros líderes religiosos, así como a líderes sociales, expertos y organismos internacionales, aborda, aparte de otros temas urgentes, lo más inmediato: detener las muertes violentas diarias, encapsular el tema delictivo organizado y dar tranquilidad a un país que lleva más de dos décadas en la incertidumbre y el peligro.
En situación de paz y reconciliado en lo fundamental con los sectores que se creen afectados, México puede caminar por otros derroteros.
El futuro gabinete de seguridad ha sido claro respecto a quienes no serán amnistiados y que es lo que estuvo generando más polémicas.
Estarán fuera narcos, secuestradores y todos aquellos que hayan cometido crímenes de lesa humanidad.
MOLESTIA POR LA INVITACIÓN AL PAPA DE SECTORES OPOSITORES A AMLO
Cuando el actual gobierno invitó al papa Francisco en el 2015, sus medios y plumas afines elogiaron la medida y le dieron una cobertura positiva.
Desde entonces, el ejecutivo necesitaba de ayuda externa para enderezar sus reformas.
Las gestiones fueron tan abiertas -por no decir descaradas-, que el entonces gobernador del Estado de Mexico Eruviel Ávila, fue localizado en el Vaticano cuando se produjo una gran tragedia en Ecatepec.
El alegó que había ido a promover las artesanías de su estado -cosa risible-, cuando se sabia que iba a insistir sobre la visita.
La situación llegó a extremos cuando obligado por las circunstancias se tuvo que regresar al país y dejó ¡a su hijo! de representante del pueblo de México.
Una persona sin nombramiento alguno, en nuestra representación. La visita del papa del 12 al 17 de febrero de 2016, muy controlada, no dio el resultado deseado como se evidencia por la situación actual del priísmo.
Y ahora que AMLO recurre a Francisco para que sea asesor de su proyecto de pacificación, reconciliación y amnistía, los plumíferos de aquel entonces han iniciado una campaña contra el papa que desdice el catolicismo tan mentado en nuestro país. Se los va a llevar el diablo
PACEM IN TERRIS DE JUAN XXIII, ENCÍCLICA CLÁSICA QUE CONVOCA A LA PAZ
Ángelo Giuseppe Roncalli, electo papa Juan XXIII en 1958, lanzó al mundo católico su encíclica Pacem in terris (Centro de Pastoral Litúrgica 2009), el 11 de abril de 1963 en el marco del Concilio Vaticano II que duró de 1962 a 1965.
El mismo Roncalli lo convocó, pero no pudo estar presente en su culminación, por su muerte el 3 de junio de 1963.
Convertido en uno de los documentos más importantes que ha emitido la iglesia católica, se transformó en un clásico por su llamamiento a la paz a todos los pueblos, “que ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad”.
Escrito largo, de 37 páginas, está dividido en 4 partes y una introducción y contiene 172 puntos; desbroza en capítulos los puntos sobresalientes que tienen que darse para lograr una paz universal duradera y en la primera parte analiza los derechos humanos uno a uno.
Como religioso Juan XXIII se auxilia del determinismo eclesial para señalar que todo debe darse en el marco del orden creado por dios y cifra su postura en una naturaleza que prevé ese orden, sin necesidad de acelerarse.
Es importante la forma como destaca el papel de los organismos internacionales, la ONU ante todo, y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948.
Puntualiza capítulo por capítulo el papel que deben jugar esos organismos, los gobiernos de cada país y el ser humano en su unidad.
La encíclica es un reflejo del humanismo que mostró este gran papa en su vida como pontífice y en la convocatoria al Concilio Vaticano II, uno de los más señalados de la época moderna. Roncalli tuvo un papel preponderante en la diplomacia, ya que en su vida como obispo tuvo diversas sedes y viajó mucho para resolver asuntos de paz y concordia.
Ese es el papel que le está adjudicando el que será el próximo gobierno de México al papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, que en este caso será un intercambio de apoyos. México y la Santa Sede, están igual de urgidos.
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