+ Que nadie destruya la vida familiar, tenemos que cuidarla, exhorta el arzobispo Pedro Vásquez Villalobos
OAXACA,OAX., enero 27.- Dones y carismas que Dios le ha regalado, póngalos al servicio de sus hermanos, de los miembros, en su casa, juntos edifiquen esa familia, que sea sólida y firme para que nadie la destruya, la vida familiar tenemos que cuidarla, afirmó el Arzobispo a feligreses, en la misa dominical del medio día en Catedral.
Tenemos que cuidar relaciones de los 2 seres que un día se conocieron y decidieron unirse en matrimonio, tenemos que cuidar la fidelidad e indisolubilidad del santo matrimonio, porque así quiere Dios, subrayó el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Monseñor Pedro Vásquez Villalobos.
Dijo que el matrimonio formado por un hombre y una mujer, es para toda la vida, que no lo separe el hombre, tenemos que decirle a Dios que haya y crezca el amor del hombre y una mujer, para que estos 2 pilares que sostienen la vida familiar, estén siempre de pié.
Afirmó en su mensaje—del todo humano—que Dios bendice a la familia y como frutos de un hombre y una mujer, vienen los hijos y su presencia tiene que unir todavía mas, porque van a necesitar del padre y la madre y los van a necesitar unidos.
Llamó el Arzobispo a cuidar la familia y pedirle a Dios que nos libere de todo lo que estorba para ser verdaderos hijos de Dios. Permítale al Señor que lo libere de lo que le esclaviza, de lo que le impide vivir la paz; a lo mejor—dijo—se ha anidado en su corazón la semilla de los celos, los deseos de venganza.
Continuó diciendo: aprendamos a amar a Dios en esta naturaleza, en este mundo que vivimos, vamos aprendiendo a descubrir la presencia de Dios, no descubrimos su presencia en estos edificios—iglesias—donde está toda una historia de fe, no solo venimos a contemplar la arquitectura.
Vengamos a este lugar para amar a Dios, al Señor Jesús y dígale a su hermano, a su compañero de trabajo que Dios lo mira con amor, dígale que tenemos un Dios misericordioso, porque usted está siendo misericordioso con él.
AÑO DE GRACIA
Señaló el Arzobispo que se vive el año de gracia, llamó a vivir la vida de gracia, se necesita dejar que el Señor entre en nuestra vida y mueva nuestra voluntad. Si hay transformación, vamos ir cambiando este mundo y la sociedad, con la gracia de Dios.
El Arzobispo se ausentó y no ofició la misa en Catedral por varios domingos, afirmando haber visitado parroquias, recorriendo pueblos, manifestó su gusto por estar de nuevo en la Catedral, oficiando la misa dominical.