La importancia que tienen los gobiernos locales en los procesos de desarrollo son fundamentales en el plano estatal como federal, en particular en un estado como lo es Oaxaca, que por sus características de división política altamente pulverizada requiere de una atención diferenciada, debido a que cuenta con 570 municipios, de los cuales 96 se encuentran en condiciones de pobreza extrema y 296 en pobreza moderada (Coneval, 2010).

Oaxaca es un estado que aún mantiene 52.67 por ciento de su población en localidades menores a 2 mil 499 habitantes; por esta situación, 32.41% de la población económicamente activa se registra dentro del sector primario (Censo de población y vivienda 2010, INEGI), datos que indican la importancia que tiene la población rural dentro del estado.

De manera general en el estado existe un total de 3 millones 967 mil 889 personas, esto durante el censo 2015 de acuerdo con los datos del INEGI. De esta población, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en sus datos más recientes, indica que durante el año 2014 el 66.8% de la población se encuentra en condiciones de pobreza; es decir 2 mil 662,700 personas son pobres.

En el estado existen 570 municipios, de los cuales 318 se registran con un alto y muy alto grado de rezago social (Coneval, 2010). Con estos datos estadísticos se comprueba que Oaxaca, a pesar de ser un estado con una elevada diversidad natural, en términos económicos su población es de las más rezagadas frente al conjunto de las entidades federativas.

Respecto a la ocupación económica de la población, 33% de la misma se dedica al sector primario, 19% desarrolla su actividad económica en el sector secundario y 48% en el sector terciario. En este mismo sentido, de acuerdo con los datos de aportación al Producto Interno Bruto, el sector primario tiene una participación de 3% con respecto al total nacional.

Estos datos nos permiten expresar que en general la población del sector agropecuario es importante por la cantidad de personas que depende económicamente de esta actividad, además de la importancia que representa para la economía del país.

Los cultivos que más destacan son el maíz, ya que representa 42% de la superficie sembrada, los pastos representan 29% y el café 10%. Estos datos coinciden con la información revelada por la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), en donde comentaron que la comercialización del grano básico sigue manteniendo importancia en la economía de la población rural, lo mismo que el café como grano aromático y altamente valorado en países fríos.

Por lo anterior, para pensar en el desarrollo municipal del estado de Oaxaca se debe priorizar a la población que se dedica a la producción agropecuaria, puesto que de esta actividad depende 33% de la población oaxaqueña, esto sin considerar que de la población económicamente activa dependen una cantidad importante de población joven.

En este sentido, los municipios que tienen características eminentemente rurales deben centrar sus esfuerzos en impulsar las actividades agropecuarias, de comercio local y algunos servicios de turismo rural que pueden ser atractivos sin desviar las prioridades de producción.

De la misma manera, para impulsar el desarrollo municipal en general, es pertinente retomar la visión de sustentabilidad para aprovechar los recursos naturales sin dañar el medio ambiente, manteniendo la consideración de impulsar el desarrollo de la sociedad del municipio del que se trate, al tiempo que esto puede permitir una dinamización económica no tan elevada; aunque con cierta constancia.

Esto quiere decir que debemos impulsar el desarrollo de carácter sustentable porque estamos enfrentando deterioros ambientales que afectan directamente a grandes núcleos sociales. En concreto, nos referimos a elementos fundamentales para la vida como lo son el agua que es fundamental para la reproducción vital, el aire que por sus condiciones de deterioro genera afectaciones en la salud, la energía renovable y fósil que actualmente permite gran parte del desarrollo industrial, los suelos que permiten la producción agrícola, misma que mencionamos ante es la base fundamental de la población agropecuaria; sin embargo, al presentar erosión, salinización y/o contaminación, todo ello menoscaba las posibilidades del aprovechamiento de los suelos.

En el caso de Oaxaca, contamos con bosques de amplia diversidad, por lo mismo muchos espacios aún mantienen una amplia biodiversidad que involucra flora y fauna que puede acabarse por cometer omisiones de consideración para las zonas que el propio corredor biológico considera zonas de reserva.

En este sentido, es que consideramos relevante que los actores sociales de los municipios dediquen un tiempo para acercarse información que puede facilitarles y hasta capacitarles en la implementación de un plan estratégico que permita impulsar realmente un desarrollo local sustentable.

Tomando en consideración que sustentabilidad se entiende como la visión que trata de apuntalar un desarrollo económico, justicia social y protección ambiental, puesto que la calidad de vida está directamente relacionada con la calidad ambiental y que las personas en condiciones de pobreza económica son las más vulnerables a la degradación ambiental, debido a que no cuentan con los recursos necesarios para adaptarse, por lo tanto, la visión del desarrollo sustentable tiene que pensarse de esta forma integral.

De la misma manera que las personas necesitan capacidad de adaptación, ante los cambios socioambientales, las organizaciones o estructuras como el caso de los municipios requieren capacidad de adaptación y flexibilidad al cambio, porque sólo de esta manera podrán mantenerse y hacer frente a las turbulencias que se presentan en el mundo.

En este sentido, no creemos que los ayuntamientos pierdan vigencia, más bien, su capacidad de gestión les permitirá mayor flexibilidad y mejoría de respuesta antes sus ciudadanos.

Es decir, su capacidad de respuesta y flexibilidad organizacional de los municipios es fundamental para la estructuración de su agenda de desarrollo sustentable, al mismo tiempo deberán mantenerse y fortalecer las relaciones intergubernamentales entre los tres niveles de gobierno, en la medida que se visualice al desarrollo local como uno de los eslabones principales del desarrollo estatal y nacional.

Los presidentes municipales deben capacitarse en temas que involucran el desarrollo sustentable con el objetivo de identificar las posibles alternativas que pueden implementar en sus gobiernos, de manera que asegure que sus decisiones las toman con la mayor certeza de acuerdo con sus contextos locales. Al tiempo, este proceso puede permitir una participación y corresponsabilidad de la ciudadanía local.

En la misma línea de reflexión será necesario que desde los municipios impulsen a las empresas familiares que hay en diversas regiones en torno a la agroindustria, mismas que pueden y están resultando un mecanismo de vital importancia en la economía de la población local.

Sin dejar de lado que el gobierno estatal, por su parte, tendrá que apuntalar los elementos de infraestructura necesaria para atender a las localidades en condiciones de rezago social con servicios de salud, de educación y mejoramiento de la vías de comunicación, puesto que en todo Oaxaca tenemos un atraso visible por la falta de acceso a muchas localidades.

En conclusión, el reto para los gobiernos municipales puede ser de gran envergadura respecto al desarrollo sustentable, porque la capacidad de gestión propia será sustancial, lo mismo que la abierta disposición de los gobiernos estatal y federal para acompañar estos procesos en su construcción, ejecución, operación y finalmente su evaluación que puede permitir valorar sus alcances de éxito, o bien los indicios de fracaso que se pudieran presentar.

*Doctora en Ciencias Sociales y Humanísticas. Profesora-Investigadora y Coordinadora de Posgrado del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO.