La carne transformada
¿Con frecuencia consumes carne transformada como salami, tocino, salchichas…? Sin querer alarmarte te aconsejamos que revises tu menú.
La Organización Mundial de la Salud analizó 10 estudios científicos y demostró que el hecho de consumir tan sólo 50 gramos de carne transformada al día es suficiente para aumentar en un 18% los riesgos de desarrollar un cáncer colorectal.
La carne roja
¡Es difícil no salivar ante un buen y jugoso pedazo de carne! Aunque es deliciosa, la carne roja esconde un obscuro secreto.
Según el mismo estudio de la OMS, las personas que consumen diariamente 100 gramos de carne roja tienen 17% más riesgo de desarrollar cáncer colorectal.
Para alejar esa posibilidad sólo hay que disminuir el consumo diario de carne roja o transformada. Puedes alternarla con leguminosas o con tofu, por ejemplo.
La carne demasiado cocida
Algunas instituciones de salud recomiendan cocer la carne para evitar atrapar ciertas enfermedades. Pero no hay que cocerla demasiado, pues se aumenta el riesgo de desarrollar cáncer.
Cuando la carne se cuece demasiado o se quema en la parrilla, se producen hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), un grupo de substancias cancerígenas.
La cocción al vapor o al horno disminuye la producción de HAP.
Las bebidas calientes
¿Te gusta el café, el té, la sopa…? Antes de tragarlos asegúrate de que no estén demasiado calientes. Según la Agencia de Investigación sobre el Cáncer de la OMS, el hecho de beber líquidos más calientes que 65 grados Celsius aumenta los riesgos de tener cáncer de esófago.
Las bebidas gaseosas
Todos sabemos que las bebidas gaseosas hacen engordar, ¿pero sabías que también pueden aumentar el riesgo de contraer cáncer? Algunos científicos suecos lo afirman.
En el 2012 publicaron un estudio en el American Journal of Clinical Nutrition, en el que concluyeron que un hombre que bebe una lata de soda al día, tiene 40% más riesgo de contraer cáncer de la próstata. El riesgo aumenta para los hombres mayores de 45 años.
El salmón de criadero
Sí, el salmón es rico en omega-3, pero si queremos disminuir los riesgos de tener cáncer debemos conocer su procedencia.
Un estudio publicado en 2004 concluye que los contaminantes orgánicos del salmón de criadero son mucho más elevados que los del salmón salvaje. Una persona que consume este tipo de salmón una vez al mes, con el tiempo desarrolla más riesgos de contraer cáncer que si se alimenta de pescado salvaje.
La pasta blanca
A todos nos gusta la pasta, forma parte de nuestra alimentación y mucha gente la consume una vez por semana. Sin embargo, un consumo elevado de pasta blanca favorece la aparición del cáncer de pulmón ¡incluso si nunca hemos fumado!
Unos investigadores de Texas establecieron la relación entre el cáncer de pulmón y los carbohidratos. Mientras más carbohidratos tenga un alimento, más se favorece la aparición de cáncer. ¡Y la pasta contiene muchos!
El pan blanco
El estudio anterior también habla del pan blanco. Este popular alimento aumenta un 49% el riesgo de contraer cáncer de pulmón. Al subir el nivel de glucosa en el cuerpo, se favorece la posibilidad de desarrollar cáncer.
¿Quieres otra buena razón para preferir el pan integral?
Los tomates en conserva
Estos tomates son populares porque son baratos y fáciles de preparar. Sin embargo el laboratorio XenoAnalytical LLC, afiliado a la Universidad de Missouri, publicó en el 2008 que algunos productos en conserva, sobre todo la salsa y el jugo de tomate, contienen bisfenol A. Este es un componente químico que se utiliza para fabricar artículos de plástico, como los discos y las botellas de agua.
Además de aumentar el riesgo de contraer cáncer de seno, el bisfenol A aumenta los riesgos de desarrollar hiperactividad, déficit de atención, trastornos hormonales y obesidad.
La leche
Sabemos que la leche es rica en calcio, lo que es benéfico para los huesos. Pero un estudio llevado a cabo en el 2004 afirma que los hombres que consumen mucha leche aumentan un 68% el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Todo hace pensar que esto se debe a la grasa animal presente en la leche. ¡Pero cuidado! Esto no significa que no debes tomar leche nunca. Mientras no rebases los 2 vasos de leche al día estarás protegido.
Azúcar refinado
El cáncer se ve favorecido por el consumo de azúcar refinado. Este producto permite la multiplicación de células cancerosas. Entre todos los alimentos que contienen azúcar refinado el jarabe de maíz es especialmente perjudicial para la salud.
Los productos genéticamente modificados
Distintos estudios en animales comprueban la relación entre el desarrollo de tumores cancerígenos (sobre todo en el vientre) y el consumo de productos genéticamente modificados.
Los aceites vegetales
Muchos alimentos se preparan con este tipo de aceite. Según un estudio francés, éstos favorecen la aparición de cáncer de seno y aumentan el riesgo de sufrir accidentes cario-vasculares.
El aceite vegetal se encuentra en muchos platillos que se venden en los supermercados. Para disminuir los riesgos de contraer cáncer tienes que reducir la cantidad de platos preparados que compras y utilizar aceite de oliva en casa.
Las palomitas de microondas
Las palomitas preparadas en microondas están llenas de calorías, ¡pero tampoco es malo comer de vez en cuando! Son ricas y fáciles de preparar.
Sin embargo tienes que saber que para crear el sabor artificial de mantequilla los fabricantes utilizan productos químicos, de los cuales algunos favorecen el desarrollo de cáncer de testículos, de hígado y de páncreas.
La próxima vez que tengas antojo de palomitas mejor prepáralas en casa. Sin mantequilla, ni sal ¡serán un excelente y sano refrigerio!
Las papas de bolsita
Desafortunadamente si remplazas las palomitas por las papas fritas no será mejor. Según la “Autoridad europea para la seguridad de los alimentos”, cuando las papas fritas se someten a altas temperaturas un componente químico (acrilamida) potencialmente cancerígeno se une a ellas.
En las papas de bolsa hay 500 veces más de acrilamida que la cantidad máxima que la OMS recomienda para el agua.
Las papas fritas « a la francesa »
Estas también contienen acrilamida. Un estudio sueco descubrió que esta substancia se encuentra igualmente en el humo del cigarrillo.
Los cacahuetes
Los cacahuetes están llenos de vitaminas y minerales, pero en algunos casos pueden favorecer la aparición de cáncer.
Los cacahuetes mal procesados o mal conservados contienen mucha aflatoxina, una substancia producida por moho y champiñones, que aumenta el riesgo de contraer cáncer de hígado.
En algunos países de África y de Asia existe el riesgo de que los cacahuetes tengan aflatoxina. Si viajas a esas regiones del mundo o vives ahí, entonces es mejor que no consumas cacahuetes.
La harina blanca
Para aclarar la harina los fabricantes utilizan cloro y bióxido de cloro. Inhalarlos no es nada bueno para la salud. Entonces imagínate lo que pasa cuando los comemos.
Además, la harina blanca tiene un índice elevado de glucosa y aumenta el nivel de azúcar en la sangre, lo que incrementa el riesgo de desarrollar diabetes y tumores cancerígenos.
Así que la harina de trigo entera es mejor para la salud.
El pescado salado
Según la Sociedad Canadiense del Cáncer, en las regiones donde se consume mucho pescado salado hay un alto nivel de cáncer nasofaríngeo. En otras palabras, consumir mucho pescado salado multiplica los riesgos de sufrir este tipo de cáncer.
Tomado de Espresso: https://www.msn.com/es-mx/salud/nutricion/los-20-alimentos-m%C3%A1s-cancer%C3%ADgenos/ss-BBQjxR9?li=AAggXBN#image=20