+ Llama monseñor Pedro Vásquez Villalobos a trabajar en la familia para que crezca el amor
OAXACA, OAX., junio 9.- El espíritu de la maldad nos esclaviza, nos ata, nos domina, el espíritu santo los va a llenar de lo que les hace falta para que sean los grandes discípulos, nos hace vivir en paz, nos quita el espíritu del mal, afirmó el Arzobispo en su homilía de ayer domingo, en la celebración de la fiesta de Pentecostés.
Definió la Pentecostés como la venida del Espíritu Santo y cumplimiento a la promesa de nuestro Señor a los discípulos y apóstoles de enviarles el espíritu divino para que profundicen en los misterios.
Dijo a los feligreses que el espíritu santo los va a llenar de lo que les hace falta para ser grandes discípulos, y preguntó si se ha vivido ordenadamente en su vida o ha vivido en desorden.
Llamó el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos, pedir perdón a Dios, que es el que perdona, además invitó creerle a Cristo y dejarse conducir por el espíritu santo.
INICIO DE LA IGLESIA
También habló que ayer domingo se recordó el inicio de la iglesia y el inicio de una obra que quiso el Señor.
Indicó que se hablan horrores de la iglesia, porque se están olvidando de la iglesia de la cual forman parte, y Dios llamó a trabajar en ella.
Empiecen a trabajar en su familia, que crezca el amor a la iglesia, comprométanse a vivir el evangelio; llamó a padres de familia a evangelizar al hijo y los hijos evangelizar a sus padres.
Señaló escuchar a Dios, puesto que muchos no lo escuchan ni hablan de él en sus casas, que llamó pequeñas iglesias domésticas.
DEJENSE EVANGELIZAR
Dijo: ahí comprométanse con nuestro Señor a vivir el evangelio, evangelícense, déjense evangelizar, que los padres de familia evangelicen al hijo, habla y escucha a Dios, puesto que no lo escuchamos, ni hablamos de Dios en nuestras casas, somos sordos y mudos.
No se como viven, los papás lloran porque los hijos andan en el desorden y los hijos lloran porque sus papás viven dentro del desorden, es que no hablamos de Dios, ni lo escuchamos en nuestra pequeña iglesia doméstica, afirmó el Arzobispo.
Continuó diciendo: si Dios nos regaló su espíritu, es para que nos dejemos conducir por el espíritu divino, pone palabras en tus labios, déjalo que hable a través de ti.
Vivamos como iglesia, muy comprometidos en anunciar el evangelio de María Santísima, madre de Dios que estuvo ahí en medio de los discípulos, aquel día de Pentecostés.
Finalizó indicando seguir alcanzando para todos lo que necesitamos para ser verdaderos discípulos del Señor, comprometidos y trabajando por nuestra iglesia que Cristo fundó; que hoy nuestra iglesia de Antequera Oaxaca, escuche y se deje consumir por el espíritu santo.
