La postverdad nos hará libres hermanos y hermanas. No, ni maíz. La postverdad nos vuelve más tarados y nos hace rehenes del wasap.
Me pasó hoy por la tarde, mientras esperaba que pasara la lluvia y se liberaran las arterias a mi paso, pues según las redes sociales reinaba el caos, así se estila escribir, reinaba el caos.
El tuiter y el wasap hervían, así se dice, hervían de chismes que los mototaxistas y taxistas foráneos, esos verdaderos ángeles del Señor, tenían tomados los cruceros más emblemáticos, así se animó a escribir un fulano, los cruceros más emblemáticos de la ciudad y barrios circunvecinos.
Tomé entonces el paraguas que me regalaron el día del padre, qué raro que me hayan regalado un paraguas el día del padre, bueno eso ahora no importa, tomé mi paraguas del día del padre y estaba decidido a llegar caminando a Radio Universidad.
No, qué va, como dice mi vecina, qué va, todo estaba planchadito y libre. Los London Bus lucían bañados. Los taxis foráneos eran más amables que nunca y los motocarros funcionaban como siempre, es decir de la chingada, pero bien.
Escuché ayer que San Andrés habló con Marx Zuckemberg para lograr mantener comunicados a todos los pueblos pobres del país.
Llegará la Internet, llegará la luz (ojalá no sea la luz del mundo), sólo recuerden: la postverdad no os hará libres.
*Director de Radio Universidad.