MEJOR PREPARARSE PARA LA CRISIS QUE VIENE.- El país se ha polarizado. ¿Acaso no lo estaba? Si. La diferencia es que ahora la polarización es transversal y abarca sectores que antes gozaban de ciertos privilegios y, entre sí, a sectores no privilegiados.
Nos hemos enfrascado en la disputa de buenos y malos, o estás con dios o con el diablo, obviamente: dios es San Andrés y el diablo todos aquellos que piensan distinto, en la misma bolsa, todos sin distingos.
Hemos perdido mucho tiempo, mea culpa, en criticar a Andrés Manuel, en lugar de encontrar las claves, el motor que guía su gobierno.
En Radio Universidad, comparto un modesto, pero no por ello menos entusiasta, espacio de análisis con Toño Vargas que se denomina “Agenda semanal”. La idea de este espacio es construir la media cancha del análisis: ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre. Bajo este esquema de análisis comparto esta reflexión.
Esta semana observamos con mayor claridad los resortes que mueven al Presidente de la República. La crisis generada por la incorporación de la Policía Federal a la Guardia Nacional, puso en jaque al gobierno de Andrés Manuel.
Algunos analistas hablaron, incluso, de un simulacro de golpe de Estado. No pocos enfocaron la lente hacia Osorio Chong o Calderón.
La respuesta del Presidente fue poner en la línea de fuego a Alfonso Durazo, su secretario de Seguridad, y él se fue a jugar beis bol. No faltó quienes lo tacharan de irresponsable.
¿Fue esta una actitud irresponsable? No. Fue un juego de símbolos. Si esto es un juego, pues yo me voy a jugar beisbol.
Este es un buen ejemplo de que las crisis no ponen nervioso al Presidente, al contrario, parece que las disfruta.
El país está sumergido en una crisis humanitaria con el tema migratorio, en una crisis de seguridad por la violencia que no cesa, en una crisis del sistema de salud, en una crisis económica frente al riesgo de recesión.
Sin embargo, el estado de descomposición, al parecer, es el más propicio para gobernar en la lógica Andresina.
Cuando la materia orgánica se fermenta o se descompone, se obtiene abono orgánico. Crisis, descomposición, abono y luego la tierra fértil donde crecerá lo nuevo. Parece que en este camino estamos.
Pienso esto mientras pongo hojas secas a mi composta. Pienso también en que tenemos que prepararnos para la crisis que viene, más profunda, pues Andrés seguirá gobernando igual, en esta misma lógica.
¿Puede tener frutos esta forma de llevar las riendas (así se dice) del país? Quizá sí, quizá no. Mejor preparémonos para la crisis que viene: Autogobierno, autogestión, autocuidado. Este es el mensaje más esperanzador de los azarosos días que vivimos.
*Director de Radio Universidad de la UABJO.