+ Anuncian el retorno de las audiciones musicales para reunir y consolidar a la familia
OAXACA, OAX., octubre 13.- Sorpresa, después de muchos años, se restauró el kiosco del zócalo de esta ciudad capital.
Piedras de regular tamaño de auténtica cantera, fueron reemplazadas y ha tomado otro aspecto el sitio ubicado en el centro del zócalo, utilizado en múltiples ocasiones por líderes de organismos diversos, para sus mítines políticos u otra clase de eventos.
Ese kiosco se construyó entre 1864 y 1866 y en el año 1903, ofrecía audiciones un conjunto de viento que dio inicio a la banda de música del Estado, que recordamos, ofrecía audiciones no hace mucho tiempo, alternando con la marimba del Estado.
Todos los días se escuchaba música por las noches en el zócalo y los domingos, la banda de música, desde el kiosco, ofrecía atractiva audición ante un público selecto y numeroso. ENVIADOS DEL GOBIERNO
En lo particular, rccuerdo cuando siendo estudiante, acompañado de otros compañeros, llegamos a pasar por el kiosco, cuando un grupo reducido de panistas participaban en un mitin y alguien gritó, “muera el PAN”.
Fue Isaac Jiménez, panista de corazón por muchos años, quien señaló que éramos enviados del gobierno.
DORMITORIO DE ESTUDIANTES
Allá por los años 1950-60, en ese kiosco, permanecían sillas destinadas a los integrantes de la banda de música del Estado, que servían a estudiantes normalistas, para dormitar, descanso u acomodo, preferentemente por las noches, cuando a última hora pretendían devorar y meterse en la cabeza mucho de lo no aprendido durante el semestre y estaban a días de la presentación de exámenes de fin del ciclo escolar.
El kiosco ha quedado restaurado, arreglado del todo y se espera que sea funcional, se le instale suficiente alumbrado y volvamos a tiempos pasados cuando todos los días de la semana, se programaban audiciones que eran un atractivo para nativos y gentes procedentes de otros lugares que gustan de la música, máxime cuando se trata de arreglos característicos de los oaxaqueños.
Otra cosa, se espera que tanto maestros como integrantes de otros organismos, en sus mítines o concentraciones, respeten el lugar y no lo pintarrajén o destruyan, como ha sido parte de sus marchas u otro tipo de movilizaciones con o sin fundamento.