+ El uso en menores de un año de edad genera deformaciones en los huesos y la separación exagerada de las piernas, además de que el desarrollo motor del niño o la niña es mucho más lento que en aquellos que no los usan, precisa Pediatra
CIUDAD DE MÉXICO, enero 9 de 2020.- Los padres de familia tienen la falsa creencia de que poner al pequeño en la andadera ayudará a que éste se mantenga ocupado y así se estimulará para caminar más rápido; sin embargo, el uso de esta herramienta provoca deformaciones en los pies de los menores, como pie plano y genu varo esquelético, conocido como pies de charro.
El pediatra del Hospital General Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Felipe Francisco Aguado Maya, refirió que el uso constante de objetos de apoyo, como andaderas, cangureras e incluso zapatos en menores de un año de edad, provoca deformaciones en los huesos y la separación exagerada de las piernas, además de que el desarrollo motor del menor es mucho más lento que en aquellos que no los usan.
En el caso de las andaderas, el bebé no se esfuerza para dominar el movimiento de sus piernas, fundamental para el desarrollo muscular; de igual forma, obliga al niño a permanecer sobre las puntas de los pies, una posición anómala que, con frecuencia, se mantiene de forma prologada en los meses posteriores, comentó.
Los rebozos o cangureras, señaló, generan que el menor haga un arco hacia atrás en su espalda, lo que comprime las terminales nerviosas de su cuerpo que aún están madurando.
El especialista describió que los pies son una zona que se encarga de relacionar al niño con el medio ambiente, por lo que durante el primer año de vida no es recomendable ponerle zapatos, ya que muchos de éstos son de suela dura y evitan que el menor perciba texturas e irregularidades. Por ello se sugiere que el calzado sea de tela o un material suave que le permita libre movilidad.
Cuando el niño comienza a caminar, especificó, el material del calzado debe proteger las irregularidades del suelo, no con suela dura, que aún no es recomendable. Este tipo de zapato se puede emplear hasta que el paso del infante sea firme, porque las estructuras óseas y ligamentos apenas empiezan a adaptarse a la nueva postura y debe permitirse el libre desarrollo.
Finalmente, dijo que muchos de los padecimientos ortopédicos que se presentan en la etapa preescolar y primaria son provocados por las posturas incorrectas y uso de accesorios perjudiciales en los bebés, por lo que recomendó prestar especial atención en caso de notar irregularidades y asistir de inmediato a la valoración médica para evitar intervenciones quirúrgicas o daños irreversibles.