LA SUAVE PATRIA
Luis Alberto García * / Calakmul, Campeche
* Trabajó en los vestigios como James Brydon y otros arqueólogos.
* Es Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 2002.
* Los estadounidenses fueron pioneros en su exploración.
* Sylvanus Morley fue autorizado para examinar ese sitio en 1932.
* El Instituto Carnegie patrocinó cuatro expediciones más.
A partir de 1993, un proyecto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con Ramón Carrasco al frente, se aplicó en Calakmul y, por la importancia del sitio, el 4 de julio del año 2002 la UNESCO le otorgó la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad, extendiendo la distinción a Patrimonio Mixto el 21 de junio de 2014.
Ésta reserva se combina con la zona arqueológica documentada por Cyrus Lundell el 29 de diciembre de 1931, mientras trabajaba en la Compañía Mexicana de Explotación, dedicada a la extracción del chicle.
Calakmul ya había sido vista años antes por los trabajadores que, como los madereros de Tabasco y Chiapas, habían estado sometidos a un evidente régimen despiadado de esclavitud durante el porfiriato, hasta que la Revolución mexicana asomó por esos confines perdidos de la nación.
Instalado en el sitio, el arqueólogo estadounidense Cyrus Lundell esbozó un mapa en el que especificaba la localización de las estructuras y estelas mayas con sus respectivas plazas, mientras James C. Brydon, quien trabajaba en la misma compañía, recibió esa información y, poco tiempo después, tuvo la oportunidad de mostrársela a John Merriam, presidente del Instituto Carnegie de Washington.
Abandonadas en medio del silencio y la soledad, las revelaciones de Lundell sobre la existencia de esos vestigios arqueológicos fue conocida el 5 de marzo de 1932 en Chichen Itzá, cuando la reportó a Sylvanus Morley, quien solicitó permiso del Departamento de Monumentos Prehispánicos para examinar el sitio.
Tan importante se veía ese complejo arqueológico, dada la descripción de Lundell, y había tantos monumentos inscritos, que se decidió equipar una expedición para su investigación inmediata y así aprovechar las facilidades de transporte y tiempo disponibles a través de las operaciones de los trabajos del chicle en la región.
La primera expedición se llevó a cabo en abril de 1932 y, entre esta fecha y 1938, el Instituto Carnegie patrocinó y organizó cuatro expediciones más que llevaron al descubrimiento de otros sitios arqueológicos en el área.
¿A qué se debió el aislamiento de Calakmul? Ramón Carrasco lo atribuye a la dificultad que significaba llevar a cabo exploraciones que explican el abandono durante siglos, y no fue sino casi cincuenta años después de su descubrimiento que se iniciaron formalmente.
Fue entonces cuando recobró vigencia el interés por el sitio, mediante el proyecto dirigido por William Folan para cartografiar y trabajar en los descubrimientos realizados, en especial las máscaras funerarias encontradas ahí.
A Lundell corresponde el crédito de haberle dado nombre a Calakmul, debido a la presencia de dos grandes montículos que dominaban el paisaje: en maya, Ca significa dos, Lak adyacente, y Mul montículo o pirámide artificial, por lo que Calakmul es la “Ciudad de las dos Pirámides Adyacentes”.
La parte superior de la Estructura II, con más de cincuenta metros de altura, es la segunda más alta en México después de la pirámide de Toniná en Chiapas, símbolo de superioridad para una civilización superior; pero cuyos fundadores nunca estuvieron unificados, organizados en reinos diferenciados.
Con gobernantes propios, dieron lugar a tensiones entre los distintos poderes, generando guerras, alianzas y conspiraciones, enmarcadas en una situación de hostilidades constantes, sin que nunca hubiese una única cabeza reguladora de la complicada red de reinos que existían.
La cronología de Calakmul abarca un gran periodo de tiempo, calculado en mil 500 años de presencia humana, con ocupaciones esporádicas, una vez que el centro urbano había sido casi abandonado, con una historia que inició cuando sus primeros habitantes empezaron a hacerse presentes en el panorama de los centros del sur, entre otros Nakbé y Uaxactún.
Calakmul sobrevivió a la desaparición de otros centros durante esa etapa, y se perpetuó hasta convertirse en la ciudad-estado de la cual existe información en el Clásico Tardío, alrededor del año 500 d. C., momento de su auge y esplendor y del reino de Kaan.
Sin embargo, Tikal era el gran centro maya del sur desde el periodo preclásico, cuya importancia era indudable y su influencia notoria, y es entonces cuando parece que la Cuchcabal —confederación de Estados guiados cada uno por su gobernante y enlazados al poder encabezado por una potencia capital—, de la Cabeza de Serpiente empezó a notarse cobrando importancia interior y exterior.
La expansión política que llevará a cabo Calakmul se basará en el establecimiento de redes de influencia y la concesión de bienes y servicios de los señores dominados hacia el gobernante supremo o rey, obteniendo así mayor poder y autoridad por el territorio, consolidándose su expansión política.
La evidencia de ese poderío se muestra con el descubrimiento de restos de construcciones públicas durante el periodo de los años 1000 y 400 a. C., así como mascarones estucados que ponen de relieve la importancia que iba adquiriendo Calakmul.
Este tipo de construcciones también se encontraron en Tikal -centro maya y posterior enemigo político de Calakmul-, asentada como gran potencia y con relaciones a larga distancia con otras ciudades-estado como Cuchcabal, que empezaba a configurarse expandiendo su poder en el territorio.
Por las estelas encontradas en Calakmul, se le considera el depósito más grande de textos dinásticos mayas de las castas aristocráticas que comenzaron a tener más importancia por sus edificaciones cívico-religiosas.
Todas las construcciones aportan información valiosísima para el estudio de la urbe y, a la vista de los hallazgos, la prosperidad de Calakmul fue en aumento, lo que permitía el incremento de esta actividad constructora que tenía el doble papel demostrar la importancia que adquiría la urbe frente a otras potencias, y el dejar patente la importancia de las clases dirigentes dentro de una realidad social.
En las últimas décadas, las investigaciones realizadas han permitido conocer con mayor precisión la historia de los mayas, que no hubiera sido posible sin el apoyo de epigrafistas, arqueólogos, restauradores y equipos multidisciplinarios que han aportado sus conocimientos para hacer de Calakmul un sitio de relevancia internacional
Entre los descubrimientos recientes está Lagunita, ciudad maya perdida por cientos de años, y Tamchén, centro urbano hasta ahora desconocido, ambos descubiertos en el sector norte de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, al sureste de Campeche, por el arqueólogo esloveno Iván Sprajc y su equipo de trabajo.
El rasgo más impactante de Lagunita es una figura zoomorfa que representa las fauces abiertas de un monstruo asociado con el inframundo, el agua y la fertilidad, según Sprajc en declaraciones al Centro de Investigaciones Científicas de la Academia Eslovena de Ciencias y Artes.
La urbe revelada resguarda edificios monumentales alrededor de varias plazas, incluyendo un juego de pelota y un templo piramidal de veinte metros de altura, en cuyo interior se hallaron diez estelas y tres altares.
En Tamchén, el equipo de arqueólogos europeos encontró una gran concentración de chultunes o cavidades subterráneas en el centro cívico y ceremonial, además de varias plazas, y la importancia regional de ambos sitios reside en sus características arquitectónicas y sus monumentos.
Lagunita,Tamchén y el yacimiento de Chactún, hallado también por Sprajc en 2013, representan un reto arqueológico para ampliar el conocimiento de la casi ignota región selvática de Campeche, en la cual fue descubierto el extenso yacimiento de Calakmul en la década de 1930, con exploraciones reanudadas en 1993, hasta su categorización definitiva en 2014 como Patrimonio Mixto de la Humanidad de valor excepcional.
*Premios Nacional de Periodismo / 2011, 2015, 2019 / Categoría Crónica