+ Un espacio está vacante: líder de la oposición. Con encuestas en mano, Ricardo Anaya disputa con Javier Corral espacios de visibilidad de cara al 2021. ¿Diputación federal, Querétaro o ruptura? La moneda azul está en aire

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 22 del 2020.- La expectativa de que Javier Corral Jurado arranque solo y sin contendientes la carrera por liderar la oposición sacó a Ricardo Anaya Cortés de su letargo. La aguerrida estrategia del gobernador de Chihuahua, quien lidera una rebelión de 10 gobernadores de oposición contra la Federación, movió los resortes del excandidato presidencial. La gota que derramó el vaso fue la lucha de Corral por defender los derechos del agua de sus coterráneos, una jugada política que le atrajo aún más reflectores.

En los corrillos panistas se sabe que, para obtener buenos resultados en la elección intermedia de 2021, cuando se renovarán 15 gubernaturas y la Cámara de Diputados, es indispensable una figura azul “entrona e identificable”, pero, sobre todo, que personifique una alternativa de liderazgo frente al presidente Andrés Manuel López Obrador. El cálculo incluye que el descontento ciudadano requiere “un faro de referencia”. Un AMLO de la derecha, pues.

Y aunque FRENA concita más burlas que expectativas, la movilización de carpas de campaña abona a la necesidad de organizar un frente opositor que canalice el ánimo antiobradorista, el cual, aunque lentamente, va creciendo.

Anaya y los suyos saben que durante la campaña de 2018 hubo momentos en que el abanderado de la coalición Por México al Frente representó la única esperanza de frenar a López Obrador. Y aún lamentan que el entonces presidente Enrique Peña Nieto no avalara la intentona para que José Antonio Meade se bajara de la contienda para respaldar al “chico maravilla” –como lo apodó el periodista Joaquín López-Dóriga–, quien estaba mejor posicionado en las encuestas.

Incluso hubo un momento, en febrero de aquel año, en el que Ricardo Anaya se acercó peligrosamente a AMLO. La intención de voto así lo marcaba, aún recuerdan con nostalgia desde el cuartel azul. La estocada a las aspiraciones del joven político que emprendiera su carrera política desde Querétaro surgió en el debate en el que el abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia lo llamó “Ricky Riquín Canallín” frente a millones de teleespectadores. Sus asesores todavía piensan que debió responder de inmediato con un mote del mismo calibre, pero eso no ocurrió.

CON ENCUESTAS EN LA MANO

Otro de los cálculos que movió el ánimo de Ricardo Anaya fue un análisis de las encuestas que los panistas tienen en sus manos. Los números les dicen que, aunque Morena lleva ventaja en la intención de voto, hay al menos 8 de 15 estados en disputa donde si arman estrategias osadas e inteligentes tienen oportunidad de alzarse con el triunfo.

Los sondeos que circulan entre panistas indican que Querétaro la tienen ganada, con más de 20 puntos de diferencia con respecto a cualquier abanderado que lance Morena, incluido el mismísimo zar anticorrupción, Santiago Nieto Castillo. En Chihuahua y Baja California Sur, estados que también gobiernan actualmente, los números también les resultan favorables, al igual que en dos territorios priístas que podrían quedar el próximo año en su poder: Campeche y San Luis Potosí.

Aunque con panoramas más complicados, los azules consideran que Sonora, Sinaloa y Nuevo León pueden permanecer en manos de la oposición, siempre y cuando logren acuerdos con el PRI para ir en conjunto. Y son precisamente esas encuestas las que reanimaron a los panistas, quienes sostienen por estos días un activismo que no se veía desde hace más de dos años.

Atrás quedó el largo duelo surgido el 1 de julio de 2018, cuando los banderines azules dejaron de izarse con el anuncio de la victoria electoral de López Obrador, el tres veces candidato presidencial, que en aquella ocasión venció a su más cercano oponente, Ricardo Anaya, por una diferencia de más de 30 puntos. Aquel veredicto de las urnas sumió al PAN en un pasmo del que apenas comienzan a salir.

Luego de más de dos años alejado de la vida pública, el excandidato presidencial de la coalición Por México al Frente reapareció desde Querétaro el lunes 21 de septiembre. “Decidí regresar de lleno a la vida pública con un claro propósito: quiero ayudar a construir un mejor futuro para México. Te comparto este video. #ProponerMásQueOponer”, anotó en su cuenta de Twitter.

EL FACTOR QUERÉTARO Y 2024

El protagonismo de Javier Corral hizo que varios grupos de poder al interior de Acción Nacional consideraran que el aguerrido bigotón sea actualmente considerado el aspirante más serio para liderar la oposición contra López Obrador. Las redes de relaciones políticas y empresariales del chihuahuense también lo colocan como un personaje atractivo para PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, lo cual eleva sus puntos.

Del lado anayista entienden ese cálculo y por eso juegan el factor Querétaro, un estado atípico en estos tiempos. Mientras que el avance de Morena es avasallador en el resto del país, en la entidad de Ricardo Anaya los ciudadanos han mostrado animadversión al partido del presidente. Y aunque la relación de Anaya con el gobernado Francisco Domínguez Servién ha sido bastante mala desde hace muchos años, ante la opinión pública domina el nombre del excandidato presidencial.

Así, el juego de Ricardo Anaya puede moverse en dos pistas: buscar en primer lugar una diputación plurinominal para convertirse en el líder panista y de la oposición del Congreso a partir de 2021, o amagar con una ruptura si no le abren la puerta para contender por la gubernatura de Querétaro. Una moneda de cambio arriesgada, pero posible. Si el PAN se parte, Morena arrasa en los comicios del próximo año.

En los próximos días vendrán más acciones de Anaya, como presentar su libro sobre el futuro a través de videos, pero también se esperan movimientos del experimentado Javier Corral, quien tiene los reflectores encima con su club de gobernadores rebeldes y con la batalla por los derechos del agua de los chihuahuenses, un tema que también lo coloca como un antagonista de AMLO.

Por el momento, la disputa entre Anaya y Corral es por liderar la oposición, pero en el fondo hay una pelea anticipada por obtener la candidatura presidencial de 2024.

¿Hacia dónde se moverán otros grupos al interior del PAN? ¿Cómo jugará el frágil líder del partido, Marko Cortés Mendoza? La moneda azul está en el aire.

Tomado de la agencia EMEEQUIS: https://m-x.com.mx/secretos/los-motivos-de-ricardo-anaya-javier-corral-despierta-al-chico-maravilla?utm_source=Whatsapp&utm_medium=secretos&utm_campaign=motivosanaya