+ Ante la inacción del banco y la poca ayuda de Condusef, varios de los defraudados ya tienen nombres y direcciones de los posibles delincuentes cibernéticos, al tiempo que ultiman detalles de la demanda colectiva
CIUDAD DE MÉXICO, octubre 29 de 2020.- Frente a las evasivas de Santander México y el poco respaldo de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), varios de los defraudados de este banco están recabando información acerca del dinero sustraído de sus cuentas.
Algunos ya tienen nombres y direcciones de los probables responsables.
“Yo no me he quedado de brazos cruzados”, dice Maritza a EMEEQUIS. Desde el 10 de junio pasado, ante la tajante respuesta de Santander de que el robo de su dinero no era su problema, se dio a la tarea de rastrear los movimientos. Pasó de clienta a detective.
Lo primero que le saltó es que la IP que le dio el banco, desde donde supuestamente se hicieron los retiros, es de la Ciudad de México, y ella está en Monterrey: “yo no pude hacerlos”.
A ella le quitaron 134 mil pesos, mediante 16 transferencias interbancarias rápidas, 15 a HSBC y una a Afirme; además, hicieron dos disposiciones en efectivo en cajero sin tarjeta, todas ellas desde la Ciudad de México, asegura.
Al consultar los movimientos en el Banco de México, las transferencias hechas a HSBC llegaron a la cuenta que está a nombre de una tal Fabiola García Gómez. Por el rastreo que Maritza hizo del CURP de esta persona, sabe que reside en Torreón, Coahuila.
Maritza no dejará de pelear por su dinero, es lo único que tenía para subsistir durante esta pandemia, pues es trabajadora independiente en mercadotecnia y con esto de la Covid-19 no hay mucho trabajo. “Imagínate el sufrimiento, no comer, no dormir, diarrea, vómito, el susto”.
Evelyn Mortera, una de las primeras víctimas de fraude en su cuenta de Santander que entrevistó EMEEQUIS, dirigió un escrito cuestionando la responsabilidad del banco:
“El 23 de julio del 2020 realizaron dos transferencias desde mi banca electrónica que yo no realicé y mucho menos autoricé, hablé a la SuperLínea para detenerlas y no pude autenticarme. El ejecutivo no hizo nada, Santander permitió que mi cuenta fuera robada. Yo no compartí datos confidenciales y tampoco tenía activado el supertoken, esto demuestra que yo no pude dar de alta una cuenta y mucho menos hacer dos transferencias”, refiere Evelyn en su carta en la que anexa los nombres de los 327 defraudados que llevan hasta el momento en su registro formal. A Evelyn le sustrajeron 100 mil pesos de su cuenta de Santander el pasado 23 de julio.
RONDAN 22 MIL FIRMAS EN CHANGE
Desde hace unas semanas esta revista digital está dando seguimiento puntual a las víctimas de fraudes en sus cuentas de Santander. El grupo en Facebook, que comenzó con unos 60 integrantes, ya cuenta con más de mil 500 miembros. Una de ellas es Maritza.
El grito de ayuda de este movimiento ha llegado hasta Change.org, donde ya rondan las 22 mil firmas.
No obstante, en la agrupación ya no sólo hay víctimas de transferencias electrónicas no reconocidas: también hay clientes que a los que les aprueban créditos de la nada y se los roban. Se dan cuenta hasta que les llega el cobro mensual: compras en establecimientos, retiros sin tarjeta en cajeros, llamadas telefónicas desde la líneas del banco para obtener datos sensibles. Incluso hay quienes sólo entran al grupo para enterarse y tomar precauciones.
Por lo tanto, para depurar la lista, los fundadores del movimiento han comenzado a solicitar a los afectados que se quieran unir a la acción legal colectiva contra el banco, llenar un formulario para un mejor control. Hasta ahora van 327 personas, con un total aproximado de 53 millones de pesos en pérdidas, pero aún hace falta vaciar datos.
RECUPERÉ PARTE DE MI DINERO
En el grupo también está Víctor Hugo, de León, Guanajuato, otro defraudado de Santander. En su caso hicieron compras con cargo a su tarjeta de débito por casi 70 mil pesos el pasado 13 de agosto: ese mismo día se quedó sin señal en su línea Telcel.
Una vez que Víctor pudo saber dónde hicieron las operaciones (Liverpool y una ferretería), logró recuperar una buena parte de su dinero.
El banco le dio como fecha 21 de septiembre para dar respuesta a su reclamación, pero en el transcurso de ese tiempo, él comenzó a investigar.
Cuenta a EMEEQUIS que fue a las oficinas centrales de Liverpool y ahí le informaron que, por la reclamación que les hizo el banco, habían tratado de hacer la devolución del dinero, pero la tienda le pedía a Santander un comprobante de que se iba a ir a la cuenta de origen, a lo que Santander se negó.
No así los 16 mil pesos que se gastaron en la ferretería, a la cual también fue y ahí le dijeron que ya habían hecho la devolución por un contra cargo que le hizo el banco el 19 de agosto: el punto es que nunca fue restituido a su tarjeta.
Víctor dice que el ir a los comercios le permitió percatarse de eso, que las devoluciones de los comercios no se hacen a la cuenta de origen por instrucciones del banco. En el caso de Liverpool, pudo recuperar los casi 54 mil pesos de compras que ahí se hicieron, porque la tienda se los regresó en efectivo.
La misma tienda departamental le proporcionó el nombre de quien iba a recoger los productos: Roberto Romero, con domicilio en Guadalajara.
También, dice que fue al Telcel de Celaya para pedir información de su teléfono. Ahí le dijeron que él había acudido a una sucursal de Zapopan, Jalisco. “Cancelaron mi número directamente de las oficinas por el trabajador Daniel Hernández”.
Relata que en este tiempo que ha indagado, sin duda piensa que hay personal del banco en esto, pues cuando él reunió toda esta información se comunicó a la SuperLínea de Santander, donde lo atendió un gerente que identifica con el nombre de Luis Enrique, quien, lejos de ayudar, le pidió que parara con su investigación.
AMENAZAS
Maritza, al igual que Víctor, acusa de intimidación al personal del banco, pues a ella le marcaron, literal, para decirle hasta de lo que se iba a morir. “Esto fue hace un mes y medio, me hablaron del banco a mi celular y me dijeron una serie de groserías. Me cortan la llamada, volví a marcar y les dije: sabes qué me pasó esto, ya me dicen ‘a ver dame el número’, me confirman que es uno de sus call center. Dieron con la persona que me había maltratado y, según ellos, la corrieron”.
Este no es el único mal trago para Maritza. Apenas este 27 de octubre escribió a la Condusef para saber cómo va su queja, la cual se levantó con un folio el pasado 3 de agosto. Para su sorpresa, le respondieron negativamente en un mail que mostró a EMEEQUIS: “NO EXISTE AVANCE”.
Y le pidieron que ingrese nuevamente su reclamación por medio del Portal de Queja Electrónica. Es una respuesta de infarto, dice la afectada, quien además ya puso una demanda ante la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León.
Pese a las pruebas que tanto Maritza y Víctor han aportado al banco y a la propia Condusef, estos no responden de manera favorable.
Es por esto por lo que, dentro del grupo de defraudados por Santander, están empezando a compartirse tips para rastrear su dinero, incluso proponen crear una base de datos, para saber la forma como salió, a dónde y nombres de personas a quien supuestamente les ha llegado el dinero.
TOCANDO TODAS LAS PUERTAS
La semana pasada EMEEQUIS reportó que, de acuerdo con datos de la Condusef, las quejas por posibles fraudes cibernéticos han crecido 173% comparando los primeros nueves meses de 2020 con los de 2019.
El grupo de defraudados pide que la gente se solidarice con ellos firmando la petición de Change.org. El mensaje también va dirigido al presidente, Andrés Manuel López Obrador; al secretario de Hacienda, Arturo Herrera; al Banco de México, a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a la Condusef, así como a Santander México y Santander España.
“Nosotros no somos ni seremos nunca responsables de la nula seguridad cibernética que tiene BANCO SANTANDER y pedimos la solidaridad de todos los mexicanos para que nos restituya lo sustraído y para que mejoren las prácticas bancarias en nuestro país”, se lee en la petición.
El colectivo, además, está preparando una misiva que se va a dirigir a los directivos de Santander en México y en España.
Y otra carta que harán llegar a legisladores en los diferentes estados del país. Esto es parte de lo que se plantea en el texto: “Me dicen que mi demanda es improcedente haciéndome sentir responsable por mi situación de fragilidad. He sido defraudado y culpabilizado por ello sin una investigación cabal y sin que el banco cuestione sus sistemas de seguridad. Pido que me apoye desde su curul para que Santander responda por los desfalcos cometidos en su banco y evite que otros más se sigan cometiendo”.
En el grupo de afectados se pide que no bajen la guardia, pues no será un proceso rápido ni sencillo, pero seguirán con la lucha.
Hace unos días, Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), declaró ante medios que las instituciones financieras no tienen la obligación de hacerse responsables, si el desfalco fue por un error del cliente. Esto en referencia a los múltiples casos de fraudes que se dan por llamada telefónica.
Sin embargo, muchos de los defraudados indican que nunca recibieron llamada y no dieron información, pero aún así, han sido estafados con sus propios datos y accesos.
CARTA DEL MOVIMENTO DE RESISTENCIA
Esta nota fue tomada de la agencia EMEEQUIS: https://m-x.com.mx/al-dia/de-clientes-a-detectives-victimas-del-fraude-en-santander-pasan-a-la-accion?utm_source=Whatsapp&utm_medium=aldia&utm_campaign=clientesdetctives