Utopía
A pesar del vacío del trinomio de la televisión y el oligopolio radiofónico a las propuestas formuladas en el Castillo de Chapultepec por el presidente Andrés Manuel para que América Latina y el Caribe marchen mejor en su integración subcontinental, como lo propuso Simón Bolívar, resulta evidente que levantaron ámpula entre los círculos del poder conservador o francamente reaccionario de la mayoría de los 33 países del subcontinente. Y lo que falta por parte de su destinataria principal, la Casa Blanca.
Integración latinoamericana y caribeña que en la novedosa visión de López Obrador, pasa por mantener vivo el espíritu del libertador y construir en América un proyecto económico semejante a lo que es la unión Europea, “pero apegado a nuestra historia e identidades”, lo que implica no descartar la sustitución de la Organización de los Estados Americanos “por un organismo autónomo, no lacayo de nadie”. Tema éste que privilegiaron varios medios y Milenio –“Mi Liébano” en el sexenio de Ernesto Zedillo–, optó por el rechazo de Colombia.
Un organismo que sea mediador en conflictos entre naciones sobre asuntos de derechos humanos y democracia, pero sólo “a petición y aceptación de las partes”, precisó Obrador, el Ejecutivo más ninguneado por los intelectuales orgánicos por “encerrarse” en el país y “desconocer” el entorno global. Los escuchará usted a partir del lunes sin la menor capacidad autocrítica y en defensa de la geopolítica estadunidense, sobre todo al trío Los Aguilar, los anexos del Club de Tobi y el sexteto que moderaba Leopoldo Gómez, caído en desgracia por el montaje que condujo Carlos Loret y no reconoce como propio.
AMLO explicó ante ministros y embajadores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que la cercanía con Estados Unidos obliga a México a buscar acuerdos, pues sería un grave error “ponernos con Sansón a las patadas”, a la luz del despojo de la mitad del territorio mexicano que mencionó en forma explícita, pero “al mismo tiempo tenemos poderosas razones para hacer valer nuestra soberanía y demostrar con argumentos, sin balandronadas, que no somos un protectorado, una colonia o su patio trasero”.
Lo cual no obstó para que resaltara que desde que los países del continente se independizaron de España, EU “nunca ha dejado de realizar operaciones abiertas y encubiertas en contra de las naciones” de AL. Sólo Cuba, reconoció, “durante más de medio siglo ha hecho valer su independencia, enfrentando políticamente al vecino del norte”.
Se puede “estar de acuerdo o no con la Revolución cubana y con su gobierno, pero haber resistido 62 años sin sometimiento es toda una hazaña”. Por ello propuso sin rodeos: “Creo que, por su lucha en defensa de la soberanía de su país, el pueblo de Cuba merece el premio de la dignidad y esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia… debiera ser declarada patrimonio de la humanidad”, remató.
Y para que se oiga bien y lejos, como acostumbra decir, “es ya inaceptable la política de los últimos dos siglos” seguida por Washington y “caracterizada por invasiones para poner o quitar gobernantes al antojo de las superpotencias (sic). Digamos adiós a las imposiciones, las injerencias, las sanciones y los bloqueos”.
La premisa de George Washington, según la cual, “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”, adquirió una nueva dimensión precisamente donde los invasores fueron enfrentados con mucha valentía y honor juveniles.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
