+ No: el núcleo de la Tierra no es perfectamente simétrico, y eso afectará la naturaleza de nuestro campo magnético a largo plazo.
Reino Unido. 14 de septiembre de 2021.- Gran parte de por qué no sabemos casi nada del núcleo de la Tierra se debe a que no se pueden tomar muestras suyas. Situando a 5 mil metros por debajo de la superficie, la información que tenemos es resultado de siglos de observación sismológica y geofísica. Incluso hoy, lo único que tenemos son modelos de su comportamiento. Sin embargo, un estudio reciente de Cambridge y Bristol, en el Reino Unido, asegura que está creciendo a ritmos desiguales. Ésta es la razón.
A diferencia de lo que nos enseñaron en la escuela, la Tierra no es exactamente esférica. Por el contrario, tiene protuberancias, picos y valles que hacen que nuestro planeta parezca una bola azul perfecta desde el espacio. Visto de otra manera, las representaciones que tenemos de sus capas no son exactas, sino que sirven para fines ilustrativos nada más. Sin embargo, no es exactamente así. La misma tendencia parece estarse replicando en su interior.
Según escribe Jessica Irving, sismóloga de Bristol en su artículo para The Conversation, “el núcleo de la Tierra se formó muy pronto en los 4 mil 500 millones de años de historia de nuestro planeta”. Pasaron tan sólo 200 millones años antes de que el centro de nuestro planeta terminara de tener forma. La gravedad arrastró hierro al corazón del planeta joven, dejando minerales más ligeros —como el silicato— para formar la corteza y el manto.
La formación de la Tierra capturó mucho calor en su interior. Sin embargo, se ha ido perdiendo en el curso de su historia natural. Esto no es necesariamente negativo: por el contrario, favoreció que se formara nuestro campo magnético, que nos protege de las tormentas solares y permite la vida como la conocemos. Lo más probable, según las científicas británicas, es que no sea así para siempre.
¿Un planeta sin campo magnético?
A pesar de que esta energía térmica se perdió con el tiempo, el núcleo de la Tierra sigue creciendo. De la misma manera, se sigue enfriando con el paso de los milenios. Irving asegura, con base en su estudio publicado en Nature Geoscience, que esto tendrá un impacto definitivo en las formas de vida que existen sobre nuestro planeta, ya que provocará alteraciones en nuestro campo magnético.
Con la pérdida del calor paulatina, el núcleo de la Tierra se ha cristalizado por millones de años. Nuestro entendimiento anterior de esta estructura como esférica nos hacía pensar que crecía y se enfriaba a un mismo ritmo uniforme. Sin embargo, éste no es el caso: como no es una bola perfecta, se enfría y crece de manera desigual. Por esta razón, en regiones diferentes presenta ondas sísmicas distintas.
El equipo de científicas británicas lo explica en términos de lo que pasa con un helado que se deja en el congelador:
“Este crecimiento desigual es como si se tratara de hacer un helado en un congelador que solo funciona en un lado: los cristales de hielo se forman únicamente en el lado del helado donde el enfriamiento es efectivo. En la Tierra, el crecimiento desigual se debe a que el resto del planeta absorbe el calor más rápidamente en algunas partes del núcleo interno que en otras”.
A pesar de ello, nuestro planeta no corre peligro de volcarse. Lo que sí es muy probable que suceda, en miles de millones de años, es que el campo magnético se pierda, ya que la naturaleza del núcleo de la Tierra está cambiando. Entre más sólido se haga, menos contaremos con este recubrimiento natural, que nos protege del Sol y de sus tormentas energéticas.
Este artículo fue tomado de la agencia Muy interesante: https://www.msn.com/es-mx/noticias/tecnologia/descubren-que-el-n%c3%bacleo-interno-de-la-tierra-est%c3%a1-creciendo-de-forma-dispareja/ar-AAOrasg?li=AAggxAT