Utopía
Tal es la política que aplica la dirigencia del Revolucionario Institucional frente al presidente Andrés Manuel, Morena y su proyecto de reforma constitucional en materia eléctrica, inspirados como están Alejandro Moreno y Rubén Moreira en una de las más famosas y machistas composiciones del Flaco de Oro, Agustín Lara.
Aquí nadie pretende ofender a la altanera dirigencia que no se apiada de su condición minoritaria en los tres niveles del Ejecutivo y del Legislativo, en la vida política, pero indispensables para que la iniciativa reformadora arribe a buen puerto.
Para corroborarlo es suficiente con ver y oír los primitivamente demagógicos anuncios en los medios con el hilarante campechano de la capitalina Campeche, Alito, encabezando marchas y con el puño en alto y presentando a su instituto como “el partido de México” y ahora como “revolucionarios” y no es lo mismo que “robolucionarios”.
El impresentable Rubén Moreira desde que su hermano Humberto lo dejó al frente del gobierno de Coahuila –previo desfalco y robo del erario de más de 30 000 millones de pesos– y después lo acusó de la muerte de su hijo, en un extraño capítulo delincuencial, es el que opera y hace más costoso el posible apoyo al proyecto legislativo para “imponer el monopolio eléctrico de Morena”, acusa a lo borras Marko Cortés en anuncios con ese estilo que pretende ser combativo y alegre, combinación harto difícil sino es que imposible y termina por parecer tonto.
El hecho es que Rubén, el coordinador de los diputados priistas, reaccionó iracundo, es un decir porque es parte de la misma canción del veracruzano de Tuxtepec (Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino), ante la afirmación de Mario Delgado quien en reciente gira por Querétaro declaró: Morena le va a ganar al Revolucionario Institucional las gubernaturas de Hidalgo, Oaxaca, Coahuila y el estado de México en los comicios de 2022 y 2023. “Nos va a tocar desaparecer al PRI del mapa político”.
Ciertamente, no es oportuna la afirmación del líder de Morena cuando se busca el voto de los priistas para la estratégica reforma eléctrica. Sin embargo, el que se ríe se lleva, y previamente el anticlimático exgobernador de Coahuila aseguró que el proyecto legislativo se votará “para abril o para mayo”, como dice la canción de los Hermanos Carrión, o para agosto de 2022. Y en un tonito de autosuficiencia política que no se compadece de la situación del PRI.
Sólo que ahora, ante el diagnóstico de la desaparición o derrota del PRI en las urnas a cargo de Delgado Carrillo, el coahuilense de Saltillo, se voló la barda del NRG Astrodome, de Houston, Texas, al afirmar sin la menor consideración con el más común de los sentidos, que Mario Martín “se asemeja a los terroristas que, envueltos en explosivos, se hacen estallar como única forma de hacer política”.
Y sentenció sin matices o bien en un paso más de encarecimiento del precio al apoyo tricolor a la reforma de Andrés Manuel López Obrador: “Los inexpertos dirigentes de Morena, en una actitud egoísta, dieron por terminado cualquier diálogo con la oposición. Esa postura dinamita el diálogo con la oposición y elimina la construcción de los acuerdos que demanda el país.”
Moreno y Moreira están en lo suyo y nadie debería sorprenderse. Pero la reforma eléctrica bien vale una misa, como aclaró Pablo Sandoval Ramírez cuando se casó por la iglesia y algunos comunistas lo criticaron.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.