Periodistas Unidos
Es correcta la frase de Santiago Nieto Castillo, ex titular de la UIF: “Mi lealtad está con el presidente López Obrador. Mi amor con Carla” (Humprey).
Pero en los turbulentos y cada vez más polarizados tiempos que vivimos, fue una gran imprudencia irse a casar a La Antigua, Guatemala, con más de 300 invitados, no obstante que como anota el honesto Jaime Cárdenas Gracia, quien renunció al Instituto Para Devolver al Pueblo lo Robado, no hubiera corrido la campaña a borbotones ni se hayan ofrecido guisos exquisitos, amén que cada invitado pagó su pasaje y sus habitaciones (Sin Embargo, 10 de noviembre).
Todo ello fue un exceso, en momentos donde eso se castiga, aunque sea momentáneamente. Y más en el caso de un personaje muy importante contra la corrupción que nos ahoga, ya que la malversación de fondos continúa de muchas formas.
Más cuando entre los invitados a la boda Nieto- Humprey estaba la señora Josefina Vázquez Mota, quien recibió en el sexenio de Peña Nieto mil millones de pesos sin que haya comprobado a donde fueron a parar dichos recursos, supuestamente para ayudar a nuestros migrantes en Estados Unidos.
Tampoco fue correcto que fuera Juan Francisco Ealy Ortiz, el director de El Universal, medio que ataca incesantemente a López Obrador, y al cual se refiere Andrés Manuel con desprecio en sus sesiones de las mañanas.
Y hay que agregar que una de las secretarias del dueño de ese diario, Erika Telch Vidal, llevaba consigo 35 mil dólares, en siete sobres con cinco mil billetes verdes cada uno, algo que parecía un reparto de dádivas, más que una cantidad para que luego Juan Francisco pudiera acudir a una clínica en Estados Unidos, aparentemente a un reconocimiento médico.
Lo de Paola Félix, secretaría de Turismo de la Ciudad de México, que se embarcó en el jet privado de Ealy con Alejandro Gou, que lleva a cabo espectáculos en la capital del país, fue realmente aberrante, ya que el conflicto de interese es evidente.
Hay más, pero esos ejemplos muestran que un funcionario eficaz, entrón, que había congelado cuentas al CJNG; aportado elementos para que se pudiera procesar a Carlos Romero Deschamps; puesto sobre la mesa los desvíos de Emilio Lozoya, en los cuales puede implicarse a Luis Videgaray y Ricardo Anaya; mostrado de qué manera la supuesta pobreza de Rosario Robles Berlanga era un cuento que únicamente sus defensores utilizan; y señalado los abusos de Francisco García Cabeza de Vaca, César Duarte (el que todavía no extraditan las lentas autoridades de los Estados Unidos) y el equipo de Cuauhtémoc Blanco, entre otras cuestiones, (Sin Embargo, 10 de noviembre) era un activo importantísimo para un mandatario que requiere amplio apoyo y no únicamente muestras de subordinación.
El Amor loco, escribió André Breton y nos advertía. Después con el mismo título, Jean Luc Godard, en los años sesenta, lo llevaría el cine de otra manera. O más recientemente, Gabriel García Márquez nos ofreció: El amor en los tiempos del cólera.
Las referencias son obligadas porque en un momento donde los poderes fácticos son los que dominan al mundo, los servidores públicos deben guardar la máxima ecuanimidad para no dar el menor pretexto en ningún momento.
Hizo bien Santiago Nieto Castillo, luego de conocerse el terrible incidente, en renunciar y poner su vida privada al margen de especulaciones, aunque ya había cometido algunos deslices que anotamos impropios de un cargo de gran importancia para la marcha de la República.
Aunque debemos señalar que no es el primer caso.
Antes el señor César Yáñez realizó su matrimonio con Dulce María Silva, y fue un acto incluso portada de la revista de chismes y espectáculos: ¡Hola!
César dejó de ser vocero de AMLO y después se incorporó en el equipo presidencial. Pero lo más insólito fue que la señora Silva, promotora de espectáculos, es diputada por Morena en la Cuarta Circunscripción.
Otra mujer, Josefa González Blanco Ortiz Mena, quien fue secretaria de Medio Ambiente, renunció porque detuvo un vuelo por llegar tarde. Hoy se encuentra como embajadora en la Gran Bretaña.
Muchas voces han insistido que es indispensable restituir en el gobierno o en Morena a Santiago Nieto, por sus grandes especializaciones en la lucha contra el saqueo y para limpiar la vida electoral de México, ya que antes en el gobierno de Enrique Peña Nieto, lo quiso llevar a cabo, pero lo despidieron.
Más ahora que hay un revuelo, pues el yunquista, Manuel Espino quiere ser el candidato de los morenos en Durango.
Llega Pablo Gómez Álvarez, participante de luchas estudiantiles (desde 1966), sindicales y básicamente legislativas, ya que ha sido seis veces diputado, una senador y otra asambleísta- cuando existía esa figura.
Plantea hacer un nuevo convenio entre la UIF y la FGR para actuar en sintonía y para “desmontar el Estado corrupto con una concertación de todas las instituciones que tienen funciones o relación con este tema” (la corrupción). Para sincronizar trabajos de las dos citadas organizaciones.
Difícil tarea de Sísifo, pero ojalá haya un mejor ataque a ese cáncer que debilita todo lo importante de un país: los moches o como se diga.
Jorge Meléndez Preciado
Periodista de hueso colorado y Director de Periodistas Unidos. Estudió Economía en la UNAM y realizó estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú (1969-70). Militó en el Partido Comunista Mexicano (1972-81) y fue diputado federal suplente de Gilberto Rincón Gallardo en 1977. Cuando desapareció el PCM decidió ya no militar en otros partidos. En 1975 impulsó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD).
Colaborador desde el 29 de junio de 2021.