Al pie de una foto
Infancia es destino. ¿Cómo rebelarse contra la fatalidad? Él estaba ahí, atisbando el horizonte esperando el amanecer, el viento helado era una furia de cristales rotos, cortantes y la niebla apesadumbrada no cedía como si temiera descobijarlos, los encontré avanzando ligeros como niños en una fila escolar, con el estómago vacío y la mirada juguetona, inocente, dulce. Marchaban silenciosos, como la humedad por el bosque para ir al encuentro del futuro.
Me compartieron con una generosidad que me desgarró el alma su escaso bastimento, frijoles, tortillas, galletas de animalitos y unos tragos de café. Ese día se habían despertado convertidos en hombres cabales para desafiar a la muerte, apenas un par de docenas de balas de muy pequeño calibre por combatiente para torcerle a la historia esa obstinación tirana, para detener a toda costa, aunque fuera un poco la avasallante hegemonía del miedo, de la explotación en un país para unos cuantos, una sociedad negada a su existencia.
Sí, el día primero de enero de 1994 irrumpieron los indígenas con sus antorchas de inteligencia deslumbrante y nos iluminaron, hasta los rincones más olvidados del mundo llegó el resplandor de sus voces que aun hoy siguen resonando. Algunos de estos muchachos ya no regresaron a sus familias, se ofrendaron en un acto de amor supremo para su gente, en un compromiso infinito con su comunidad.
Recordarlos hoy y siempre es un acto de justicia, marchar cotidianamente con el fuego de sus ideales en la mano, levantar su voz para que los anhelos libertarios sigan vigentes, recuperar la conciencia perdida, hermanarse con quien menos tiene y más necesita es una lección que no debemos olvidar. Que esta fotografía sea el motivo para la reflexión de quienes pretendemos ser humanos y no sólo un documento anónimo de esos valientes hombres olvidados en el tiempo.
Fernando García Álvarez
Nací enamorado de la luz y desde muy joven decidí ser artesano de sus reflejos. He sido aprendiz y alumno de generosos mentores que me llevaron al mundo de las artes y la comunicación. Así he publicado mis fotografías y letras en diversos foros y medios nacionales e internacionales desde hace varias décadas. El compromiso adquirido a través de la conciencia social me ha llevado a la docencia.
Colaborador desde el 10 de diciembre de 2021.