Periodistas Unidos
México es el país de la desigualdad. Ya lo había dicho desde el siglo XIX el barón: Alejandro Von Humboldt, cuando visitó nuestro país. Hizo entonces un texto nodal: Ensayo sobre la geografía de las plantas (1805).
Esto ha sido reiterado, y lo constató hace poco la mexicana, Alicia Bárcena, encargada de la Comisión Económica Para América Latina (Cepal). Hoy se convierte en algo patético, debido a los recientes informes que tenemos sobre un sexteto de multimillonarios y las cifras de pobreza que padecemos.
Según los números actuales, Carlos Slim Helú (América Móvil y diferentes empresas más), Sara Mota de Larrea (mineras), Ricardo Salinas Pliego (Elektra, Tv Azteca y otros negocios), Roberto Bailléres (Palacio de Hierro y Peñoles), Juan Beckman (Tequila Cuervo y más) y Germán Larrea (minas de cobre) han obtenido 60 por ciento más de la riqueza con la que contaban antes de la pandemia; o sea, lejos de bajar sus utilidades, ser solidarios con los miserables o ayudar al gobierno en la compra de los químicos necesarios, ellos se dedicaron a lucrar de la peor manera.
Salinas Pliego, insistamos, no cerró sus tiendas de electrodomésticos, supuestamente porque no habría Covid- 19, ya que para él era una aparente invención.
Pero como cualquier millonario que se precie, en su cumpleaños rifó un millón de pesos con el objeto de ver lo generoso que era, a pesar que sus empleados ganan salarios bajísimos.
Por su parte, el 60 por ciento de los hogares mexicanos, considerados pobres o miserables, redujo su ingreso en 60 por ciento. Por una inflación que ahora es mayor al 7 por ciento (la más alta en 20 años) y los problemas de abasto (México importa cerca del 50 por ciento de sus productos agrícolas, debido a las medidas que llevó a cabo Carlos Salinas, de competencia desigual en este sector), pero además las alzas de otros productos básicos que no tienen control de precios: leche, aceite, tortilla, pan, etcétera.
Carlos Slim posee 60. 9 mil millones de dólares, y continúa siendo uno de los millonarios más importantes del orbe. Ya sabemos que sus obras son chafas, como la Línea 12 del Metro; o muy costosas, por ejemplo el cancelado AICM; o muy ineficientes, entre ellas internet. Pero cuenta siempre con protección oficial.
Sara Mota de Larrea fue esposa de Jorge Larrea, y se quedó con varias empresas mineras que extraen plata, por lo que su fortuna es de 17.4 mil millones de dólares.
La depredación que hacen esas compañías es notoria: cerros pelones, contaminados, deforestación, exterminio de pobladores y de la fauna y flora existente, etcétera.
Jamás reparan los daños y obtienen cantidades brutales de utilidades. Tanto que son los consentidos en las bolsas de diferentes mercados internacionales.
Salinas Pliego posee 12.9 mil millones de dólares. Ya hemos dicho lo que hace en algunas de las compañías que posee, aunque hay que recordar que se robó el canal 40 de Javier Moreno Valle, con la aquiescencia de Vicente Fox, y cuando le preguntaron al panista que haría al respecto, contestó “¿Y yo, por qué?”, una frase para los bronces de la idiotez mexicana.
Además Salinas Pliego ha utilizado una concesión de la nación, los canales televisivos, para atacar a políticos que odia, como en el caso de Cuauhtémoc Cárdenas por la muerte de Francisco Paco Stanley.
Bailléres: 8.75 mil millones de dólares, ya retirado y sus empresas en manos de sus hijos, nos ha vendido cuentos con el Palacio de Hierro y ha explotado el país con las constructoras Peñoles.
Juan Beckman registra 7.79 mil millones de dólares, el cual nos ha embriagado con sus marcas de tequila, las cuales, afortunadamente, siguen en manos nacionales.
Germán Larrea que suma en su haber 6.51 mil millones de dólares, está pendiente de descontaminar el Río Sonora, el cual envenenó con los químicos que uso en su minera, y de rescatar a los trabajadores de Pasta de Conchos, entre otros numeritos que ha realizado sin que le importe la salud de los mexicanos.
Este sexteto de la muerte, ha ganado de más en todas las crisis recientes. Sobre todo en las de 1975 y 2008, pero jamás han ayudado a los necesitados.
La organización Fundar ha impulsado hace años que se le tase un impuesto de cuando menos 3.5 por ciento anuales a todos los poseen una riqueza mayor de 10 mil millones de pesos. Algo que se hace en varios países con objeto que el gobierno tenga para salud, educación, vivienda y más.
Sería, como asegura Paul Krugman, el premio Nobel de Economía, como quitarle un pelo a un gato.
¿Lo hará el gobierno de la 4T?
Jorge Meléndez Preciado
Periodista de hueso colorado y Director de Periodistas Unidos. Estudió Economía en la UNAM y realizó estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú (1969-70). Militó en el Partido Comunista Mexicano (1972-81) y fue diputado federal suplente de Gilberto Rincón Gallardo en 1977. Cuando desapareció el PCM decidió ya no militar en otros partidos. En 1975 impulsó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD).
Colaborador desde el 29 de junio de 2021.
