Periodistas Unidos
“Ya nos saquearon, pero no nos volverán a saquear”, con estas palabras en su último informe de gobierno (1982), José López Portillo anunció, sorpresivamente, que nacionalizaba el sistema bancario, con el objeto de que no se llevaran los amplios recursos que obtenían dichas instituciones en el país.
La medida duró muy poco, ya que el sucesor: Miguel de la Madrid Hurtado (sic), echó para atrás la medida, y después los hoy muy sonrientes: Carlos Salinas, le entregó a una nueva generación de amigos dichas organizaciones, y Ernesto Zedillo, los puso a disposición de extranjeros, quedando sólo en manos de nacionales: Banorte e Inbursa; de las familias Hank- González Barrera, el primero, y Carlos Slim, el segundo.
En estos tiempos de graves alzas, recesiones, aumento de productos de primera necesidad (el limón ha llegado a costar 100 pesos el kilo), mayor cantidad de pobres y miserables en todo el mundo, los bancos mexicanos ganan como nunca, desde que se lleva la contabilidad en 2011.
El año pasado, informó eso la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNVB).
En 2020, sus utilidades fueron de 100 mil millones de pesos (mmp) y el año pasado (2021) de 182 mmp.
Un año antes de la pandemia (2019), obtuvieron 163, 068 mmp. Cifra de las más altas en su existencia.
O sea, en estos años de la 4T, sus ganancias han sido de más de 447 mil millones de pesos (mmp). Casi medio punto del PIB nacional.
BBVA, el de mayor influencia en México y con matriz en España, se embolsó 60, 256 mmp; o sea, 36 por ciento más que el año anterior.
Santander, también hispano y que tiene a la cabeza a Ana Botín- apellido muy ilustrativo al respecto-tuvo una caída de 10 por ciento en 2020, pero se recuperó y logró en 2021: 18, 068 mmp.
Banamex, ligado al Citi de Estados Unidos, que está en venta ya que no le interesa el mercado de sucursales y clientes minoristas, tuvo un aumento enorme, ya que, de 7, 440 milloncejos que obtuvo en 2020, pasó a 22, 396 mmp; ¡crecimiento de 201 por ciento!
No se explica por qué, aunque se supone que ya está vendiendo sus activos, cerrando sucursales y despidiendo personal por montones.
Banorte tuvo un alza de 27.9 por ciento, ya que, de 20, 384 mmp (2020), llegó a 26, 086 mmp (2021).
Estos, junto con Scotiabank y HSBC concentran el 76 por ciento de la actividad bancaria y de quebrar pondrían en riesgo al sistema financiero.
Por eso es importante que mexicanos adquieran Banamex y se consolide el Banco del Bienestar, el cual es atacado por los medios de difusión tradicionales.
Un país no puede avanzar sin bancos que apuesten por el desarrollo nacional y el empleo bien pagado. Los que tenemos ahora invierten poco y exportan cantidades altísimas, para beneficio de sus matrices.
Por otro lado, en 2021 se le destinaron 11 mil 245 millones de pesos al rescate bancario, igual cantidad que se invirtieron en el programa: Jóvenes Construyendo el Futuro. Es decir, los banqueros sin moverse obtuvieron lo mismo que los muchachos a rescatar de las garras del narco.
En 27 años al Fobaproa, obra del imperturbable y socio de varias empresas yanquis, Ernesto Zedillo, le hemos dado un billón 547, 736 millones de pesos, y lo que nos falta en los próximos 25 años.
Es hora de renegociar un acuerdo para la nación en este programa que beneficia a unos cuantos.
Por cierto, Canadá estima que crecerá 4.1 por ciento este año; Estados Unidos, 4 por ciento, y México sólo 2.3 por ciento.
Imposible aumentar en inversiones, empleo y salud con la sangría que padecemos todos los años por los intereses de unos cuantos.
México en el tobogán.
Jorge Meléndez Preciado
Periodista de hueso colorado y Director de Periodistas Unidos. Estudió Economía en la UNAM y realizó estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú (1969-70). Militó en el Partido Comunista Mexicano (1972-81) y fue diputado federal suplente de Gilberto Rincón Gallardo en 1977. Cuando desapareció el PCM decidió ya no militar en otros partidos. En 1975 impulsó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD).
Colaborador desde el 29 de junio de 2021.