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Luis Alberto Portada

El 23 de junio de 1914, la Revolución triunfó en Zacatecas

La Suave Patria

* Así fue la batalla de ese día, narran los protagonistas.
* La toma de la ciudad fue una victoria histórica.
* El hecho memorable que enfrentó a villistas y federales.
* La División del Norte venció en la capital zacatecana.
* Significó la caída de Victoriano Huerta y el éxito revolucionario.

El 23 de junio de cada año se conmemora la Toma de Zacatecas, una de las batallas más importantes de la Revolución Mexicana y la que marcó el triunfo definitivo del levantamiento contra el régimen dictatorial de Victoriano Huerta.

En un recorrido por el Archivo Histórico de Zacatecas, fue posible conversar con académicos que interpretan lo que significó ese acontecimiento, que fue solamente fue la mayor batalla de la Revolución contra Victoriano Huerta, sino también uno de los momentos cruciales en la historia de México.

Con la toma de la capital zacatecana el 23 de junio de 1914 –explica Ofelio Mauricio-, culminó la lucha de los revolucionarios contra el gobierno militar surgido del golpe de Estado de febrero de 1913, que había derrocado al presidente Francisco I. Madero.

El profesor cuenta que es inexacto señalar que la toma de Zacatecas tuvo lugar ese martes 23 de junio, porque “en los días anteriores se suscitaron muchos enfrentamientos, y los cañones, principalmente los de los cerros de la Bufa y el Grillo, ya habían disparado incontables granadas”.

En el archivo que creó el señor Federico Sescosse, personaje conocido por todos los zacatecanos, hay documento que aseguran que, en algunos de esos combates, perdió la vida el mayor Javier Medina Barrón, hermano del comandante federal.

“Para la noche del lunes 22, los hospitales de ambos bandos ya atendían a incontables heridos, y sería más propio decir que la batalla tenía varios días de iniciada, cuando el 23 dio comienzo su parte principal, que consistió en el asalto final de la ciudad por parte de las tropas revolucionarias.”

Según Ofelio Mauricio, en el Archivo Histórico de Zacatecas se conserva el acta que documenta que el general Villa fijó la hora del ataque a las diez de la mañana, cuando en todos los frentes simultáneamente debería de abrirse fuego.

El general Felipe Ángeles, oficial artillero del villismo en armas y uno de sus caudillos principales, dijo: “Ese martes desperté tarde, me afeité, me bañé y cambié de ropa; desayuné, con la tropa montamos a caballo, y parecía que los preparativos eran los de un paseo”.

Cada jefe acudió al lugar señalado, y faltando unos veinte minutos para la hora prevista, agregó, “por allá, en la dirección de hacienda nueva, se oyó el primer cañonazo y luego el tiroteo. Ahí venía el general Villa”.

El Archivo Histórico de Zacatecas también anota que empezaron a tronar los cañones, multiplicados por el eco de los cerros aledaños, de la Veta Grande y el norte de la ciudad, donde tendrían lugar las acciones decisivas.

“Entre ambos poblados hay seis kilómetros de lomeríos pelones –escribió Felipe Ángeles, apenas cubiertos de nopaleras y matorrales. Por ahí fueron avanzando nuestras tropas bajo el fuego enemigo”.

Lo narra a continuación:

“A los pocos minutos de iniciado el combate tomaron la primera defensa federal por este lado: el Cerro de Loreto (también llamado de la Tierra Colorada) más o menos a medio camino entre las dos localidades citadas Hasta ese cerro los atacantes adelantaron un grupo de cañones, de modo que pudieran ametrallar sobre el Cerro de la Sierpe, que sería el siguiente objetivo”.

En alguna de sus narraciones, Federico Sescosse refirió que el propósito de Felipe Ángeles era disparar sobre los objetivos por conquistar cuando la infantería se lanzaba al asalto; “Cuando el cañón truena, el enemigo se esconde y nuestra infantería avanza”, decía.

“Y con una aplastante superioridad en piezas de artillería esta tarea se facilitaba”, describe Sescosse al referirse a las tareas de Ángeles.

Sobre los reveses de la batalla, sin embargo los revolucionarios no avanzaron sin sufrir serias bajas: “Al inicio del asalto, para tomar el Cerro de Loreto, había caído el general Trinidad Rodríguez, uno de los colaboradores más cercanos de Villa”.

Más tarde, una granada propia que estalló accidentalmente acabó matando a un grupo de artilleros cerca de donde se encontraban Villa y Ángeles, junto a ese cerro, recuerda don Federico.

Luis Alberto Adrián García Aguirre

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en donde estudió dos licenciaturas: Periodismo y Comunicación Colectiva (1968-72) y Relaciones Internacionales (1973-77). De 1995 a 2002, colaboró con Reporteros Sin Fronteras (RSF) de París y el Comité de Protección a Periodistas (CPJ) de Nueva York. En los años 2000 y 2015, obtuvo el Premio Nacional de Periodismo.

Colaborador desde el 5 de febrero de 2020.

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