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Tere Gil Portada 2022

Viejos los cerros

Libros de ayer y hoy

La tercera edad empieza a posesionarse de México, con un avance apurado del envejecimiento del país. Se trepa al poder, aunque la juventud forcejea para desalojar el sitio.

A los de Morena que aspiran a la presidencia, son a los que se puede aplicar El Día Nacional de las Personas Adultas Mayores, ya que dos de ellos Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard son sesentones, ella con 60 años recién cumplidos y él con 62. El tercero, Adán Augusto López es el menor de ellos, aunque parece el mayor, con 58. No tendrá abrazos ese día, pero uno nunca sabe si más adelante.

El caso es que la oposición es la que tiene a los jóvenes en esa lid, aunque está difícil que lleguen no solo por las circunstancias de sus organizaciones, sino por ellos mismos. Alejandro Moreno, Alito de 47 años, arrastra una compleja historia de corrupción y de ofensas públicas, como a su vez Ricardo Anaya en plena huida, es alcanzado por una historia oscura de 6 millones de pesos.

Otro mencionado, Luis Donaldo Colosio Rojas que usa a raudales el nombre de su padre sacrificado. Tiene 37 años y una inexperiencia peligrosa para alguien que del poder sabe muy poco. A nivel mundial, los viejos dan lecciones en todos sentidos, ya que desde China, Rusia, Alemania, Estados Unidos y México con su cabecita de algodón, para nombrar pocos países, todos sus gobernantes están encumbrados por su experiencia y edad.

Las intenciones guerreristas de algunos de esos gobiernos están a discusión. En América Latina empieza a deslumbrar la juventud progresista en Colombia y Chile. Aquí los jóvenes han sido mala experiencia con dos ejemplos nefastos, Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto en sus presidencias, la primera sujeta a discusión.

Ni aquella frase de Wilde, “la juventud es un error que se corrige con el tiempo”, les sirve en su vida actual. Sus historias están a la vista.

Adultos mayores y jóvenes en la disputa política

Llamó la atención que el Senado se prestara el 25 de agosto, a integrarse a un evento del Parlamento Juvenil, organismo creado en 2015, para celebrar el Día Internacional de la Juventud, que se había celebrado el 12 de ese mes. Y que lo hiciera con la presencia de la senadora Olga Sánchez Cordero de 75 años tres días antes de la celebración de El Día Nacional de las Personas Adultas Mayores, como una especie de competencia de mayorías que pueden ser fundamentales en una jornada electoral.

Olga Sánchez Cordero durante la inauguración en el Senado del Parlamento Juvenil.

En el acto de los jóvenes se menciona a dos personajes presentes no tan jóvenes, señalados ambos por diversas causas no muy claras, Armando Ríos Piter de 49 años y María Amparo Casar de 67 años, ejecutiva de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, que andan buscando adeptos.

Acerca de la tercera edad se ha vuelto a recalcar el aumento que se está dando en el país de ese sector, en un México en el que tienden a crecer los viejos. Actualmente el INEGI los configura en 14 y medio millones y a los jóvenes de 15 a 29 años, en 28.6 millones, cuando la juventud calculada hasta esos 29 años e iniciada en cero edad, es de 30 millones.

En el monumento de los elegidos, viejos y jóvenes

La historia, que hace sus jugadas sin consultar al pueblo que la crea, donó al gran monumento de la Revolución a cinco de sus grandes personajes, tres de los cuales fueron arrasados por la muerte, en una lucha que era de vencer o morir.

Solo Lázaro Cárdenas y Plutarco Elías Calles, el primero de 75 años y el segundo de 68, llegaron a la ancianidad vivos. Venustiano Carranza rebasó los 60, pero fue ultimado en la huida, cuando se dirigía presto hacia Veracruz.

Los dos jóvenes fueron Francisco I. Madero brutalmente asesinado por un traidor como Victoriano Huerta, antes de llegar a los 40 y Francisco Villa ante otros traidores, cuando transitaba en vehículo por las calles de la ciudad. Tenía 45 años y dentro de esa quinteta tan selecta y extraordinaria, fue el único que no fue presidente de la República.

En su pequeño libro que ya hemos comentado en otra ocasión, El Mausoleo de los elegidos (Editado por el gobierno de Tlaxcala 1992), Arturo Langle Ramírez presenta con imágenes y texto, los grandes méritos de cada uno y destaca el lugar que se dio a Villa como parte no presidencial por sus grandes luchas revolucionarias. Viejos y jóvenes juntos, en la posteridad, posición que buscan los que se están moviendo desde la perspectiva de sus años.

Teresa de Jesús Gil Gálvez

Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.

Colaboradora desde enero de 2017.

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