Libros de ayer y hoy
Siempre que hay un alebreste en el deporte espectáculo, uno se pregunta cómo se encuentra el deporte nacional, el que debe de llegar a todos los niveles de la edad, pero sobre todo a la infancia y la adolescencia.
Según los que analizan el tema, la relativa y a veces poca representatividad que suele tener México en contextos mundiales, refleja la debilidad de los programas internos. Aunque dichos analistas lo hacen puestos los ojos en los eventos mundiales, en mucho tienen razón, porque lo que está expuesto es el nivel del deporte en México y en esos niveles es cuando hay que demostrar la eficacia.
Los aportes que ha hecho México en determinados deportes, el beisbol y el futbol sobre todo, tiene mucho que ver con la influencia llanera. Es cierto que al menos en el futbol hay incidencias universitarias desde temprana edad, pero en los pueblos, en las colonias, el deportista se hace en los llanos.
Una de las propuestas que hacen las instituciones interesadas, Unicef, universidades, los centros oficiales deportivos, es la insistencia de que en el país haya espacios múltiples para el ejercicio del deporte, sobre todo en las escuelas. Y que se parta en esos contextos, de la edad de cada sector de los 5 a los 17 años y de los 18 hasta la madurez, incluso ancianidad.
OMS: Millones no ejercen deporte en el país. Igual en el mundo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60 por ciento de la población mundial no practica deporte. En México, por ser un país avanzado, pese a sus millones de pobres, el porcentaje puede ser menor, pero es alto.
Los datos de Unicef sobre los efectos, que entre otros puede ser la obesidad, alcanzan a México si vemos el alto número de personas obesas. Uno de cada 20 niños tiene obesidad en el mundo, sostiene. Y a ésta la producen los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo.
La Secretaría de Salud, a través de Ensalut, al mencionar el problema, destaca que la importancia del deporte debe ser temprana, porque desde la niñez, los infantes empiezan a mostrar sus habilidades. Pero otras opiniones hacen notar que el sedentarismo que producen los medios electrónicos, no solo se refleja en los efectos, sino que conducen a un deporte de espectáculo que se vive desde las pantallas, en lugar de ejercerse en la realidad.
Igual que los infantes, está el resto de la población, en buena parte. El deporte espectáculo que exhibe habilidades de los demás, bien pagados, mientras se limita el deporte en el interior, tiene efectos negativos en la población.
La exaltación de la patada y el criterio equivocado del deporte
La parafernalia creada en el continente americano, más en el cono sur, por el triunfo del equipo argentino, exhibe el criterio de los valores deportivos en las poblaciones. Es la confusión en los méritos físicos de una persona, con los valores de la patria, con el conjunto de los valores humanos como la solidaridad, en momentos en que muy cerca, el pueblo peruano es masacrado por la agresividad golpista.
Y el valor trastocado, además, de un deporte-espectáculo en el que subyace la corrupción, la bonanza de grupos y países y el valor central de méritos físicos disciplinados para crear la mencionada parafernalia de pueblos enteros.
El conjunto marroquí extraordinario fue el que tuvo, muy profundo, la postura real de una gran exposición pública: la solidaridad con el agredido pueblo palestino y su apoyo en momentos cruciales frente a un ejército invasor apoyado siempre por Estados Unidos.
Muchos exaltaron a la escuadra argentina como un logro patrio, haciendo abstracción de donde procede el triunfo, y pocas voces se alzaron para apoyar al pueblo peruano y para recordar que en el fondo de sus exaltaciones, subyacen los ídolos de barro, los que producen fraudes fiscales, que son robos al pueblo, en los países que los cobijan. Y enaltecen sus figuras como pequeños dioses, mientras el mundo se desangra.
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
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