Utopía
En el debate y la propaganda ocupa cada vez un espacio mayor el caro tema de la seguridad pública, sobre todo entre el presidente Andrés Manuel y su gobierno, los partidarios de la Cuarta Transformación y sus seguidores en redes sociales, por una parte, y las oposiciones mediáticas que son las más influyentes, empresariales, partidistas e intelectuales.
Los primeros tienden a valorar positivamente los resultados obtenidos en cuatro años de gobierno y las segundas a desestimarlos hasta el extremo de pintar un México más inseguro que en los tiempos de Felipe Calderón como presidente –“espurio” si se quiere, pero presidente al fin– y Genaro García Luna como secretario de Seguridad Pública, ahora sentenciado culpable de seis graves delitos por la Corte de Brooklyn, Nueva York, y que le significarán entre 20 años de prisión y hasta cadena perpetua.
Cierto que es natural, sobre todo en la antesala de la disputa por la nación que en junio de 2024 tendrá un momento estelar, decisivo, pero en una temática que es de vida o muerte en sentido estricto, un piso común parece indispensable y como mínimo un alejamiento de las visiones maniqueas que caracterizan en particular a los actores del oligopolio mediático –con sus excepciones– y las dirigencias partidistas y legislativas, aunque el oficialismo no está ayuno de ellas.
Así, por ejemplo, en el reporte de la primera quincena de febrero del gabinete de seguridad –coordinado por Rosa Icela Rodríguez–, se enlistan resultados que mezclan informes parciales del mes, que de un semestre y año o de los 50 meses del (casi) sexenio de López Obrador. A esta forma tan heterodoxa de presentar las cifras, por lo menos en la mañanera del martes 21, le encuentro como explicación que cuando los resultados parciales no son positivos, se usan otras comparaciones.
Cierto es que no se oculta nada, por ejemplo explícitamente informó la secretaria de Seguridad, que en el caso de la extorsión se reporta un incremento de 13.5% en el informe correspondiente al primer mes del año, en comparación con el de 2022. Y así debe ser porque entre más y mejor esté informada la ciudadanía menos manipulable será por los que todavía presentan como “un gobierno de funcionarios valientes” al de Calderón, nada menos que por su esposa “cómplice y todo”, diría el gran Mario Benedetti.
En otros rubros los resultados hablan por sí solos, por sus dígitos. En el ámbito del fuero federal los ilícitos muestran una baja de 33.3% en comparación con el comienzo del gobierno de la 4T. Y se desglosa así: homicidios dolosos -10.8%, en comparación con el incremento de 59% con Enrique Peña y de 192.8% de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús, el valiente que oculta presuntas complicidades con García Luna.
Y en el fuero común destacan que en el robo total hay una baja de 20.4% en cuatro años; el hurto de vehículo automotor bajó 38% y los casos de feminicidios 28.7%. El secuestro disminuyó 76.2% de enero de 2019 a la fecha.
Es decir, los resultados son plausibles, pero el homicidio doloso sigue siendo el talón de Aquiles de AMLO, en regiones de seis estados se concentra el 46% del total. Y varios grupos feministas niegan el 28.7% de feminicidios a la baja, delito que por cierto es del fuero común. Igual sucede con el negocio particular de Isabel Miranda “de Wallace” respecto al secuestro. Pero es parte del debate y la propaganda con vistas a las contiendas de Coahuila y el estado de México en junio próximo; pero sobre todo a la madre de todas las batallas en 2024.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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