Utopía
Con la cena del lunes en la librería-restaurante del Centro Histórico, a la que invitó el presidente Andrés Manuel “pero cada quien pagó su cuenta”, arrancó el proceso de selección del abanderado de la Cuarta Transformación para suceder al titular del Ejecutivo federal dentro de 15.5 meses.
Primero una estampa en la que pocos repararon porque no conviene mostrar a los “cuatro hermanos” de López Obrador en su dimensión por medio de un detalle que los mostró completos. Marcelo Ebrard arribó a la cita acompañado de una bella edecán que le sostenía el paraguas. Algo parecido hizo Ricardo Monreal, pero era menos despampanante. Adán Augusto López llegó con una joven que no llamaba la atención por su porte y lo mismo hizo Claudia Sheinbaum. Y el jefe y líder del cuarteto apareció cargando su paraguas.
Apenas terminó la cena de los 21 gobernadores de Morena –el de San Luis Potosí, proveniente del Partido Verde, se reportó enfermo– y la que a partir del 15 de septiembre será gobernadora de los 18 millones de mexiquenses, el presidente y la secretaria general de Morena y, por supuesto López Obrador “para felicitar a la maestra” por su triunfo en estado de México, y Ebrard caminó a marchas forzadas para dar el primer campanazo, bajo el supuesto de que “el que madruga dios lo ayuda” y adelantó durante un acto que el lunes 12 presentará su renuncia a la Cancillería, apostando a adelantarse al sexteto del que forma parte. Se vio mal, pero le salió bien el autodestape frente a los suyos.
En todo caso será el Consejo Nacional de Morena el que fije los términos y ritmos, pero tomando en cuenta que renunciar a un cargo del Ejecutivo o pedir licencia en el Legislativo es muy distinto a hacerlo en la Jefatura de Gobierno de la capital, pues obliga a la aprobación por el Congreso de la Ciudad de México.
Por lo visto tampoco lo tiene claro Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional, ya que se pronunció porque la dimisión sea inmediata. Fecha que “estará sujeta al aval del consejo, para que sea prácticamente inmediata”. El CN no tiene que avalar sino tomar sus decisiones el domingo 11, debido a que es el principal órgano de dirección, o debería serlo, de Morena. A él corresponde tomar las definiciones sobre el tema sucesorio, también escuchar a los seis aspirantes a la candidatura presidencial, incluidos Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco Coello.
Más allá del delicado asunto de quién tomará o por lo menos sancionará las decisiones para seleccionar vía muestras demoscópicas al sustituto del tabasqueño de Macuspana, previa prueba del ácido, la voluntad ciudadana expresada en las urnas, está el presunto modelo que operará. Y Jorge Zepeda lo plantea de la siguiente manera: “¿Qué es lo destacado de estas instrucciones presidenciales y cuáles son sus consecuencias?
Los nuevos criterios, resumidos brevemente son: los precandidatos tendrán que renunciar a sus actuales responsabilidades (antes del 15 de junio) para participar en la precampaña; habrá una sola encuesta y los criterios y definición de la casa encuestadora deberán ser consensuados entre los cuatro principales contendientes; el ganador de la encuesta será el candidato presidencial de Morena, el segundo lugar será el coordinador de los senadores a partir de 2024, el tercero será el coordinador de los diputados y el cuarto formará parte del gabinete del próximo gobierno; la encuesta tendrá lugar en agosto y habrá resultados a más tardar a principios de septiembre”. Para mayor información, https://www.milenio.com/opinion/jorge-zepeda-patterson/pensandolo-bien/una-jugada-maestra-amlo-resuelve-la-sucesion
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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