Por Ernestina Gaitán Cruz

Oaxaca de Juárez, Oax.- Con el equinoccio de primavera, el 20 de marzo a las 21:25 horas, iniciará la primavera y coincidirán el estiaje (bajos niveles en cuerpos de agua) y la sequía (déficit de lluvia), que desde el 2021 ha afectado al 60 por ciento del estado, informó el Ing. Cutberto Ruiz Jarquín, Jefe del departamento de Monitoreo y Alertamiento Preventivo de la Coordinación Estatal de Protección Civil.

La primavera meteorológica definida por las condiciones meteorológicas en tres meses, en este caso, del primero de marzo al 31 de mayo, entró con temperaturas altas, debido a un anticiclón potente estacionado hace 10 días en la atmósfera, que encapsuló el aire caliente y bloqueó la formación de humedad y al caer 10 kilómetros, lo hace muy cálido y con mucha fuerza, agregó el especialista en meteorología.

El sistema anticiclónico mantiene condiciones favorables para que se presente alta incidencia de radiación solar y elevados índices de radiación UV-B de extremo, que con corto tiempo de exposición al sol en horas centrales del día de11:00 a 16:00 horas, podría provocar ardor, irritación y quemaduras en la piel, ha advertido el gobierno del estado.

En entrevista, el meteorólogo de Protección Civil de Oaxaca pronosticó que este año, se romperán registros históricos en temperaturas altas. Los escenarios para los próximos meses, dijo, no son muy buenos. En marzo hay un repunte de temperatura y abril es el mes climatológico con las más altas temperaturas.

“En los próximos días se prevé que arribe la primera ola de calor, que no estaban establecidas como tales, porque son difíciles o impredecibles y para que se llamen así, debe haber de tres a cinco días de temperaturas superiores al umbral de 38 grados para Oaxaca.

Así, se esperan dos olas de calor en marzo, dos en abril y una en mayo. Lo importante de que se establezca una ola de calor, como el año pasado, es que duran más días. En 2023, una duró 27 días. Esto es el reflejo del cambio climático. Lo mismo pasa con el frío, porque tenía un arranque oficial y ahora inicia antes o mucho después, dijo.

Ahora la esperanza está en la ocurrencia de huracanes. Y en este sentido, recordó el no estigmatizarlos porque, aunque se piensa que son malos, en realidad recuperan acuíferos, mitigan incendios, ayudan a la agricultura; hay agua en exceso, ¿qué haríamos sin esos fenómenos? Son como los incendios, a veces son un mal necesario porque se requiere para regenerar biomasa, eliminar bichos del bosque, pero controlado y no provocado.

Sin dejar de lado los incendios forestales, en esta temporada, los especialistas tienen claro el triángulo de fuego, es decir, las condiciones meteorológicas, el relieve y la biomasa, entendido como temperaturas altas, el viento, la topografía y la orografía del estado: todo lo que secó la pasada temporada de invierno, lo que de alguna manera tostó el hielo, lo hizo sensible, lo pulverizó. Hay mucho material fino.

“El 99 por ciento de los incendios en primavera son de origen antropogénico, circunstancial o provocado por malas quemas agrícolas, pero también por falta de conciencia; el 1 por ciento se da por descargas atmosféricas por la caída de un rayo en el bosque.”

La sequía

Respecto a la sequía, que no es característica de la primavera, dijo, “desde el año 2021, traemos una sequía severa en el 60 por ciento del estado y se agrava más en esta temporada. La sequía, entendida como un déficit de lluvia y el periodo de estiaje, cuando los niveles de ríos, presas, lagos caen a niveles más bajos, porque hay mayor demanda y poca oferta por las mismas altas temperaturas”.

“La primavera es una estación con poca humedad y muchas horas de luz intensa, radiación solar y amaneceres más tempranos. Se pasa de condiciones meteorológicas frías a una extremadamente calurosa. Desde el espacio, la tierra estará en forma vertical y los rayos solares caerán casi en forma vertical, esto generará intensa radiación solar. Más horas luz”, agregó el entrevistado.

El análisis de las estaciones meteorológicas indica que en la ciudad de Oaxaca desde 1948, cuando se tienen registros, al 2023, llueve de 800 a 900 milímetros en un año. Pero por ejemplo con el huracán Ágata en 2022, en seis horas llovieron 400 milímetros, la cuarta parte de lo que ocurre en un año. O como en Guerrero con el huracán Paulina en 1997 que aportó 600 milímetros en seis horas.

La sequía social

En la entrevista explicó que la Organización Meteorológica Mundial agregó la “sequía social”, ya que trae como consecuencia, los problemas sociales por la falta de agua. Lo vemos en muchas ciudades y pueblos y van de la mano en esta temporada del año.

Estas condiciones meteorológicas no son naturales, como se dice de manera común. Son un desastre antropogénico (provocado por el ser humano). Los Fenómenos naturales seguirán existiendo, como los temblores, los huracanes, el calor, el frio. Por ello, debemos modificar nuestros hábitos.

Hay que tomar acciones inmediatas. Por ejemplo, hay sequía en gran parte del país, por lo menos en 1,500 de los 2, 475 municipios que hay en México, ya tienen grado de sequía.

En la visión a mediano y a largo plazo, debe haber algo estructural, pero lo más importante, dijo, es administrar el agua. Del 25 al 50 se va en fugas. Debemos administrar la que tenemos, corregir las fugas, darle valor al agua, que se concientice a la gente. Que sepa que atrás de un sistema operador de agua no solo es el plomero. La gente conoce del agua del tinaco al grifo, pero hay perforadores, administradores, lectores, personal que clora, vigila y requiere se les pague.

La mejor estrategia para combatir estiaje y sequía, es lo que hacemos desde nuestra propia casa. Reutilizar agua en el baño, bañarse en menos de 5 minutos, sensibilizarnos para reusar el agua, valorarla, dijo.

Ernestina Gaitán Cruz

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Reportera, articulista y free lance en La Jornada, Notimex, El Nacional, El Día Latinoamericano, Revistas FEM y Mira; Noticias de Oaxaca y Tiempo de Oaxaca. También llegó a colaborar en los Gobiernos de Guerrero y de Oaxaca.