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Centífcia mixe Tania Eulalia Martínez Cruz

Científica mixe propone crear un puente entre la tradición y el desarrollo

+ Tania Eulalia Martínez Cruz, galardonada este 8 de marzo con la distinción “Mujer Oaxaqueña 2024”, habla sobre los retos estructurales que enfrentan las niñas y mujeres, además de abordar temas científicos a los que se dedica como investigadora y consultora.

Por Ernestina Gaitán Cruz

Oaxaca de Juárez, Oax.- La doctora Tania Eulalia Martínez Cruz es una científica oaxaqueña, quien proveniente de una comunidad con escasas opciones de educación media superior y superior, salió para convertirse en investigadora y consultora de organismos internacionales, en favor del conocimiento tradicional, como patrimonio biocultural de los pueblos indígenas de México y el rol del conocimiento indígena y local para resolver retos globales.

En entrevista, comentó que el tener una madre y un padre maestros, le abrieron las posibilidades al conocimiento y a la preparación científica. De hecho, ella forma parte del uno por ciento de la población con doctorado en México, proveniente de pueblos originarios, de acuerdo con una publicación del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS). 

“De ese uno por ciento, el 30 por ciento son mujeres y quienes optan por carreras en ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas es aún menor”, refirió y agregó que, aunque ella pudo desarrollar sus capacidades, no es igual para las niñas de su estado ni de su comunidad, porque hay estructuras dominantes desfavorables.

“Las mujeres enfrentamos retos estructurales, construcciones sociales establecidas y la idea de que no tenemos la capacidad de acceder a este conocimiento. Pero, ¿cómo podemos demandarle a una niña que tenga el mismo rendimiento y aprovechamiento cuando quizá tiene que llegar a apoyar en el hogar para alimentar a los demás miembros de la familia o a los más pequeños?”.

Dra. Tania Eulalia Martínez Cruz

Entonces ya estamos viendo estructuras adversas, cuando la responsabilidad de un niño, una niña, tendría que ser enfocarse en la escuela, crear sus sueños y no lo tenemos garantizado, dijo la Doctora Tania Eulalia Martínez Cruz quien nació en Tamazulapam del Espíritu Santo, en, Oaxaca, en 1986. 

Por la niñas

En este sentido platicó una historia que la marcó. Cuando vio a una niña de cinco años, armar un papalote de manera muy fácil y al preguntarle qué quieres ser cuando seas grande, le dijo, “me voy a ir al otro lado como se ha ido mi mamá, como se han ido los demás”. Pero si armaste un papalote, le volvió a decir la doctora Tania, mientras se daba cuenta de que la niña no quería jugar con el resto del grupo.

“Y la primera expresión que me dijo es que los niños siempre ganan. Entonces ¿cómo es que normalizamos tantas veces estos roles? Yo creo que también hay que invertir un poco en el capital social y cultural que muchas veces no valoramos”. Por ello reconoció el trabajo del Fondo Guadalupe Musalem que ofrece becas para las jóvenes indígenas de Oaxac y va más allá al cuidar el aspecto social.

La doctora Tania Eulalia no fue beneficiaria de esa ayuda, pero fue la primera becaria indígena en México en recibir la beca Fulbright para estudios de posgrado en Estados Unidos y sabe de la importancia de estos estímulos, pero acompañados del aspecto social. Muchas veces las niñas venimos de contextos de violencia de género, de familias donde hay alcoholismo, de familias que han atravesado un montón de problemas. Y romper esos paradigmas mentales es difícil”.

Experiencia intercultural de Tania Eulalia Martínez | Foto: taniamartinez.org

En el caso de su comunidad, dijo, muchas veces se ofrece como lo mejor, el migrar. “Pero por qué tendría que migrar un joven? Si ve alternativas en la educación y no estoy diciendo que todo se vuelvan científicos, simplemente que todas nuestras niñas puedan decidir libremente qué quieren ser: artistas, chef, científicas o deportistas. Tendríamos que cambiar desde la política pública.

Así como hemos establecido cuotas en los procesos electorales podríamos hacer algo en educación con programas muy específicos destinados a las mujeres, donde las niñas puedan llegar a hacer sus tareas, y no tengan necesariamente que enfocarse a las tareas del hogar. Falta combatir muchos estereotipos.

Ante las candidatas presidenciales, “tendríamos que analizar sus propuestas, dijo. La sociedad civil no somos críticos de lo que nos ofrecen, para saber qué viene para nuestras infancias. En mi región, agregó, hay varias candidatas indígenas y eso es bueno, me da gusto, se tiene que celebrar, pero sin sobrepasar la auto gobernanza. Y aquí la pregunta a las candidatas, es qué ofrecen para las niñas y qué pueden ofrecer para el día de mañana”.

Aplicación del conocimiento científico

La doctora Tania Eulalia Martínez Cruz ha sido reconocida por su trayectoria como estudiante de ingeniería e irrigación, también por la Comisión México-Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural por sus contribuciones en el campo de Ciencias Exactas y como una becaria Fulbright sobresaliente. También es consultora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO y de la Organización de las Naciones Unidas.

En la entrevista también abordó los temas científicos a los que se dedica. Recordó la importancia del maíz nativo y su historia social. Asimismo, habló del arroz y del trigo, como granos básicos de diversos pueblos. El maíz, explicó, va más allá de ser una semilla y una tecnología, su sentido es social y cultural. México es el centro de origen de domesticación de este grano y se tienen documentadas 60 variedades de maíz nativo.

Tania Eulalia Martínez Cruz proviene de la comunidad indígena mixe, Ayuukjä’äy, en Oaxaca, México y su propuesta esencial es crear un puente entre la tradición y el desarrollo, para unir y reconocer los beneficios de ambos y adaptar nuevas técnicas y conocimientos.

Niñas de la Sierra Mixe | Foto: bunuelos.com.mx

Vivimos una crisis climática, comentó, y desde los pueblos indígenas, trabajo normalmente temas de alimentación y decimos que el 30 por ciento de gases invernadero son producidos por el tipo de agricultura dominante. Entonces ¿qué estamos haciendo mal? Tendríamos que cambiar. Vivimos una era de múltiples conflictos. Rusia y Ucrania tienen un conflicto y ellos eran uno de los proveedores principales de los fertilizantes.

Y antes tuvimos COVID y tuvimos una destrucción enorme. Dependemos principalmente de tres cultivos: trigo, arroz y maíz, que dan el 50 por ciento de aporte calórico. Luego si pensamos en el maíz para bioetanol entra en una competencia. Y si pensamos en biocombustibles que utilizan agua, también estamos entrando en una competencia con la alimentación.

Muchas de las soluciones, podríamos tenerlas desde las perspectivas de los pueblos indígenas. En el mundo hay 496 millones de personas que se auto identifican como pueblos indígenas y representan el seis por ciento de la población mundial. De acuerdo con estadísticas, agregó, el 80 por ciento de la biodiversidad está en manos o en territorio que maneja este seis por ciento de población.

Y este seis por ciento está luchando por retener sus tierras, porque en muchos de sus territorios, el Estado, las compañías, han visto agua, han visto minerales, han visto su biodiversidad que ahora con los famosos bonos de carbón, estamos atrás de ellos y están en una presión constante.

Entonces también hay que hablar de seguridad energética. No podemos dejar la dimensión de los derechos a un lado. Si vemos de dónde vienen las baterías recargables, encontraremos que utilizan ciertos minerales específicos que se encuentran en territorios significativos. Si pensamos en el corredor de molinos eólicos en el Istmo, aunque decimos que es energía verde, ha tenido efectos en esos territorios.

Cuando hablamos de electricidad y la energía, no reconocidos como derecho, también hay conflicto de interés. Cuando se construyen presas se tiene que desplazar gente. No todo es blanco o negro, pero debe haber un marco de derecho. Vengo de un perfil técnico y creo que muchas de las soluciones que normalmente planteamos son tecnocráticas y nos dicen tú eres el experto, tú conoces. ¿Tú traes la solución?

Dependemos de tres cultivos, pero ¿quién nos dijo que esa era la única alternativa para la seguridad alimentaria? Por ejemplo, los mayas pueden tener hasta 250 alimentos diferentes. Yo soy de los mixes y ahí hablamos del chayote, la raíz del chayote, por ejemplo. En la época de lluvias, comes hongos y cosechas de acuerdo con la temporada y esto se vuelve a ligar con los territorios, porque ¿cómo vas a saber qué comer? Solo lo vas a saber si conoces tu casa y sabes qué se da en cada mes del año.

Y entonces si se le restringe a un espacio, se les violan sus derechos territoriales, también se acaba con la biodiversidad. Deforestamos bosques, también con la agricultura intensiva. Entonces tenemos que repensar el tema.

La ciencia tiene un rol en retroalimentar procesos de políticas y normalmente en la búsqueda de soluciones, no preguntamos por los alimentos que no te gustan, que nunca has probado y al que no le vas a poner ningún condimento, por ejemplo. Si queremos construir un mundo inclusivo, necesitamos una diversidad de voces, entonces invirtamos en esos grupos que llamamos minoritarios. Que ellos tengan un asiento en la mesa donde se toman las decisiones. Ya no estemos en el menú.

Me gusta recordar de la primaria cunado un maestro de la comunidad decía: yo voy a ser un buen maestro no el día en que Tania siga sacando dieces, porque ella tiene seguramente las condiciones que le han permitido crecer. Pero cómo hacemos para que esa niña que tiene que llegar a cuidar a los hermanitos, que no puede invertir tiempo en hacer las tareas, pueda estar en el mismo nivel o estos espacios. Tania puede ir porque tiene ese apoyo.

Entonces el reto más grande que tenemos y sería muy lindo que pudiéramos crear esas condiciones en que las infancias puedan acceder. La ciencia tiene ese rol de retroalimentar los procesos de políticas. Porque venimos diciendo yo soy el extraordinario, entonces ¿qué pasa cuando solamente conoces una realidad? Te restringes a proponer soluciones desde esas otras perspectivas.

Ernestina Gaitán Cruz

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Reportera, articulista y free lance en La Jornada, Notimex, El Nacional, El Día Latinoamericano, Revistas FEM y Mira; Noticias de Oaxaca y Tiempo de Oaxaca. También llegó a colaborar en los Gobiernos de Guerrero y de Oaxaca.

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