Diario Ejecutivo
Finalmente, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación rechazó la posibilidad de censura al libro ¡Gracias! Del presidente Andrés Manuel López Obrador, como lo había solicitado la oposición.
Por mayoría de tres votos contra dos, el tribunal acordó no indagar el contenido del libro, porque significaría, palabras más-palabras menos, un acto inquisitorial. Con eso desestimó la queja de la candidata del PRI-PAN-PRD, Xóchitl Gálvez.
Gálvez presentó su propuesta para que se sacara de la circulación el libro del primer mandatario mexicano al Instituto Nacional Electoral (INE) por considerar que su contenido representa actos anticipados de campaña.
El INE se declaró incompetente para emitir una opinión, por lo que la candidata opositora recurrió al tribunal para combatir esa decisión del organismo autónomo y escaló el caso al Poder Judicial, en donde el magistrado Reyes Rodríguez Modragón insistió en que se atrajera el asunto y se discutiera el contenido del libro.
Los ministros Mónica Soto, Felipe Fuentes y Felipe De la Mata consideraron que hacerlo sería fincar un mal precedente. “Solo en los regímenes dictatoriales se suspenden los libros”, dijeron. Incluso expresaron frases como: “Los libros no se censuran. ¿También vamos a censurar bibliotecas? ¿Vamos a quemarlas como en los años 30, como en la Alemania nazi?” o “¿habrá que quemar todos los libros con los que no estemos de acuerdo en su contenido?” o “sería un vulgar caso de censura”.
Pero los ministros Janine Otalora y el ponente Reyes Mondragón iteraron su idea de que se analizara por haber sido escrito por un funcionario público.
Con esta decisión del Tribunal concluye el caso y el Instituto Nacional Electoral no indagará el contenido del más reciente libro del presidente. Hacerlo sería regresar a la inquisición, pero 500 años después.
En síntesis, se salvó el libro, pero las actitudes inquisitoriales siguen y continuarán por parte de la oposición que intenta callar todo lo que no esté de acuerdo con los empresarios como Claudio X. González o con partidos como los que promueven a Xóchitl Gálvez.
Y el afán inquisitorial de los nuevos torquemadas y el espíritu censurador de los neofrancos mexicanos siguen presentes en la política mexicana. Por en tan solo dos meses, se han censurado o la oposición ha solicitado que se censuren:
- La mañanera del dos de febrero
- La mañanera del seis de febrero
- La mañanera del siete de febrero
- La mañanera del nueve de febrero
- La mañanera del cuatro de marzo
- La mañanera del seis de marzo
- La mañanera del 21 de marzo
- La entrevista que realizó al presidente mexicano la periodista rusa Inna Afinogenova.
- El PAN ha solicitado nueve medidas cautelares contra eventos o videos de campaña e Claudia Sheinbaum.
- Se ha solicitado bajar un video de TikTok de la candidata de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
- Youtube ha bajado varias mañaneras y ha suspendido el canal en el que se transmite la mañanera.
Esas denuncias, como la petición de censurar el libro del presidente Andrés Manuel López Obrador, son síntomas de una visión inquisitorial que no pertenece al Siglo XXI.
Por el otro lado, las autoridades electorales han hecho caso omiso a las decenas de pruebas que se han presentado sobre la utilización de robots para desprestigiar al actual Gobierno y a la candidata de Morena a la Presidencia de la República y las cantidades millonarias que se han gastado para tratar de destruir su imagen a través de noticias falsas o manipuladas.
Dice el filósofo del metro: No hay mayor cinismo que cuando la oposición y la inquisición son lo mismo.
Roberto Fuentes Vivar
Columnista y periodista fundador del UnoMásUno y la Jornada. Estudió Periodismo en la reconocida escuela Carlos Septién García y cursó la Licenciatura en Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Actualmente es periodista independiente, conocido como “El Filósofo del Metro”.
Colaborador desde el 6 de marzo de 2022.
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