Libros de ayer y hoy
Si mal no salieron las cuentas, el promedio de edad de los seis titulares que presentó la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, es de 69.5. A medio paso de llegar a los setenta años. El menor de ellos es Marcelo Ebrard con 64 años y la mayor Rosaura Ruiz con 73.
Al menos por estos nombres, se perfila en la nueva administración, el poder en manos de la tercera edad. No es inédito si revisamos las edades de muchos de los gobernantes mundiales y algunos de sus colaboradores.
Par no ir muy lejos AMLO que inició con 65 y concluirá a punto de cumplir los 71, Joe Biden de 82, Lula da Silva, de 78, Nicolás Maduro de 61 y en otros entornos, Vladimir Putin con 71, Xi Jinping de China con 71. Solo unos ejemplos.
La edad irrelevante para gobernantes de México. Buenos o malos
Las edades mencionadas ratifican lo que se expresa a nivel mundial, con el acelere de esas edades en la función pública y por otro lado, la disminución de la natalidad.
Es aún pronto para que la idea se extienda en los países porque hay que tomar en cuenta que la presencia de personas de la tercera edad en lugares de importancia tiene que ver con el aumento del promedio de vida, los mejores sistemas de salud para los ancianos y aumento también en una escolaridad que les permite acceder a puestos de importancia e incluso dirigir el poder, como es el caso de nuestro actual mandatario y Sheinbaum que rebasa los 61.
En la etapa moderna de México a partir de Lázaro Cárdenas, este ha sido el presidente más joven de 39 años al tomar el poder, hasta este momento, quizá cercano en edad de Carlos Salinas que llegó al poder con poco más de 40 años y Ernesto Zedillo con poco más de 42. En ese lapso solo estaría en el inicio con 62 años Adolfo Ruiz Cortínez y José López Portillo que terminó a los 62 años. Al parecer la edad no influyó en sus gobiernos, los que eran malos o buenos, lo fueron jóvenes o viejos.
La edad dominante seguirá subiendo al disminuir nacimientos
El ejemplo que dimos arriba sobre los nuevos titulares mencionados, se reproduce por la edad en otros contextos no oficiales, en academias, comercio, arte y muchas actividades en donde los límites de la edad solo requieren salud y algunos conocimientos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lanzó una advertencia hace dos días sobre la negativa que ya se extiende en los jóvenes que no quieren tener hijos. En México esa disminución puede decirse que fue drástica de 6.8 en 1960, a 1.8 en 2021. Eso está pasando en países que ya lo ven con preocupación.
Al parecer lo que se prevé, es el aumento de personas mayores con sus demandas en alza, en salud y bienestar y por otro lado, la reducción de la mano de obra en poco tiempo. De acuerdo al organismo mencionado los jóvenes ya no quieren hijos porque las opciones ahora son reducidas en habitación salarios
y otros satisfactores. Pero se agregaría que la opción ya no les interesa porque se tiene ahora una concepción diferente de la familia y el hogar. Las viejas concepciones rebasadas, permiten a la juventud vivir y actuar sin esa responsabilidad de los hijos. La humanidad se disminuirá tarde o temprano, pues.
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
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