Libros de ayer y hoy
Exacerbado al extremo, dueño ya del cadáver de un partido que causó conmoción en una etapa , Alejandro Moreno “Alito”, lanzó al país los últimos estertores del PRI, mientras miles como él lo aplaudían. Ya lo reconocían, como el líder priísta eterno.
No era la ficción la que actuaba en el Pepsi Center a un ladito del Polyforum, sino la realidad de lo que queda, cuando la vida se va. Toda esa amalgama de añadidos que lanzó Alito a los mexicanos, como una despedida terrible, nos involucra a todos, como el todo de un país que fue priísta y todo lo que vive y ha sido construido por ese partido.
En esa retahíla de obras, de construcciones, de hechuras, en las que el trabajador, el pueblo se hundían en el anonimato, mencionó a Colosio, pero se le olvidaron los otros muertos, los millones que generó el PRI de la pobreza, el de la miseria que dejaron los que vivieron como reyes con el recurso público. Uno de ellos el mismo Alito, si se hace un recuento de las propiedades que tiene.
Exaltación de Alito al pasado priísta, ¿Lea y Díaz Ordaz incluidos?
Como un caso inédito, propio de aquel país que fue catalogado surrealista, se ha instalado la asamblea del PRI, en el que un personaje sui géneris y los que lo acompañaron, escombraban los sueños que tuvieron y prometen volver a gobernar a partir de la única entidad que controlan, y hacer de México un país grande.
Mientras en el mundo esas locuras se exhiben como delirios enfermizos en los que ha caído la humanidad, nos enteramos que Milei en Argentina aprueba la venta de niños y en Francia, pese al triunfo de la izquierda, se va instalando la oscuridad del fascismo; en México, el PRI recobra su grandeza con palabras.
Alito producto de un partido, a cuyos creadores de antaño exalta, entre ellos desde luego a Díaz Ordaz y a LEA mientras desprecia a los actuales, no exhibe sino la definición de ambos, un grupo acobardado éste último, que defeccionó en los últimos años mientras el PRI se precipitaba.
Los Osorio, la Ruiz Massieu, pedazos de una cauda y dentro porque aún privilegian puestos con hija incluida y dinero en paraíso fiscal, están Manlio Fabio Beltrones y otros que han tenido puestos y viven de las prerrogativas priístas.
Pedazos de los que ahora, descolgados, buscan crear otro partido, como el llamado Frente Cívico Nacional, al que dio aliento el PRI con su pequeñez en los comicios, y que no pudo reunir a las dos mil quinientas personas que anunció. En un país en el que ganó una mujer con casi 36 millones de votos.
¿Se cumplieron los requisitos para cambiar documentos formales?
Lo que está sucediendo dentro del PRI, exhibe la fragilidad que tiene el manejo de partidos en México. Siendo organismos de interés público como lo sostiene la Constitución, su estructura no puede estar sujeta a la aventura de uno o un grupo de oportunistas y a su simple votación. Son organismos que viven holgadamente y con críticas permanentes por ello, de las prerrogativas públicas.
No se trata de cambiar estatutos al antojo de alguien o su interés por permanecer, con un quítame estas pajas. Así como está pasando con el Poder Judicial, la organización de los partidos debe ser sometida a una profunda revisión en la también anunciada reforma electoral.
Eso de que un tipo decida lanzarse casi a la eternidad como un dictador partidista, suena en este caso a ficción. Que sirvan de algo esos priístas que van a denunciar el caso de Alito ante el INE, que investiguen bien el caso de la documentación que da vida a un partido, para que sea tomado en cuenta en la reforma mencionada.
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.