Diario Ejecutivo
Jaime Sabines tiene un poema que comienza con estas palabras “Yo no lo sé de cierto, pero supongo” y concluye con estas: “(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)”
En este sentido yo no lo sé de cierto, pero lo supongo: muchos jueces (y hasta magistrados) están comenzando a modificar su actitud una vez aprobada la Reforma Judicial. ¿Por qué? Porque se sienten en la mira, visibilizados.
Por eso han comenzado a revertir sus sentencias negativas hacia personajes de la sociedad y favorables a los poderosos, para invertir los papeles y hacer valer los derechos de los ciudadanos, dejando de lado sus intereses con quienes más dinero tienen.
Quizá (no lo sé de cierto) es lo que sucedió hace unos días en el caso de Roberto González Correa, quien hace ya casi ocho años fue golpeado por sus vecinos (Rodrigo Galán Gutiérrez y María Fernanda Salcedo, quienes fueron bautizados en las redes sociales como #LordCobarde y #LadyCobarde) hasta dejarlo cuadripléjico.
El hecho ocurrió en Playa del Carmen, Quintana Roo. En enero pasado hablé con él y me impresionó su congruencia y su lucidez para exigir que se hiciera justicia. Todavía este fin de semana, La Jornada publicó un reportaje a plana entera sobre el caso, firmado por Sanjuana Martínez.
Pero resulta que la semana pasada, de acuerdo con una nota aparecida en Sol Quintana Roo, “siete años después, un juez dictaminó 10 años de prisión a Rodrigo Galán, culpable de haber golpeado brutalmente con un casco de motocicleta a Roberto González y dejarlo cuadripléjico”.
La nota es la siguiente: “Playa del Carmen. – Rodrigo G., conocido en redes sociales como “Lord Cobarde”, fue condenado a 10 años y un mes de prisión por la brutal golpiza que propinó a Robert González, quien quedó parapléjico tras el ataque. Además, se le impuso una multa de más de 10 mil pesos, y en una próxima audiencia se definirá el monto que deberá pagar como reparación de daños a la víctima.
“La sentencia se dictó tras una audiencia que había quedado pendiente la semana pasada, donde el juez declaró culpable a Rodrigo G. de los hechos. Este miércoles (precisamente el día en que el Senado de la República aprobó la Reforma al Poder Judicial), tras un receso de más de dos horas, el juez finalmente emitió el fallo que condena al agresor a prisión.
“El abogado de la víctima, Marcos Salvador García, explicó que aún queda por resolverse el caso de la esposa de Rodrigo G., quien también está involucrada en los hechos ocurridos hace más de siete años. Esta audiencia está pendiente y se espera que se lleve a cabo en las próximas semanas.
“En sus declaraciones, Robert González comentó sentirse aliviado con la sentencia, aunque subrayó que “ni toda la cárcel, ni todo el dinero” podrán devolverle la vida que tenía antes de la agresión. “Ya no puedo caminar, ir al cine o conocer a alguien como antes”, lamentó, resaltando las profundas secuelas físicas y emocionales que dejó el ataque en su vida.
“El caso de “Lord Cobarde” ha causado gran indignación pública, siendo uno de los casos de violencia más notorios en la región en los últimos años”. Hasta aquí la nota aparecida en Sol Quintana Roo.
Retomo parte de la columna que escribí en enero: “Roberto González Cabrera tenía 41 años cuando sus vecinos lo golpearon. Lo patearon en el suelo hasta causarle una lesión irreversible en la columna vertebral. Hoy tiene 48 años y lo ha perdido todo (la movilidad de su cuerpo, sus propiedades, su matrimonio, su madre y hasta a su hijo, a quien tiene cuatro años de no ver), menos la dignidad. Por eso cuando se habla con él, aunque sea telefónicamente, no inspira lástima, sino indignación por una justicia que las autoridades judiciales se niegan a darle, quizá por tener los ojos vendados con billetes”.
Hace nueve meses escribía yo: “Los abogados de Rodrigo Galán Gutiérrez y María Fernanda Salcedo han interpuesto 18 amparos hasta el momento y en muchos casos han obtenido la protección de las autoridades. En un caso concreto la prensa del estado vinculó al juez Nicolás Pinzón Ávila, por haber ayudado a la parte acusada en este caso a evadir a la justicia. E incluso relacionó a este “impartidor de justicia” de haber protegido (por esos días), también al empresario Carlos Mimenza Novelo, un oscuro personaje que intentó contender por la presidencia de la República en 2018 como candidato independiente, creó las autodefensas en Quintana Roo, llamó a los narcos a unirse a la sociedad y cuenta con varios procesos en su contra”.
Incuso, en 2019, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo dijo haber perdido el video en el cual se observa la agresión de Lord y Lady Cobardes. En ese momento el periodista Ciro Gómez Leyva les dijo a los funcionarios del poder ejecutivo quintanarroense cómo podían obtener una copia.
Hoy parece ser que se ha comenzado a vislumbrar la justicia, aunque todavía faltan algunas audiencias del caso.
Por lo pronto, parece ser que algunos juzgadores, como en el caso de mi tocayo Roberto González Correa, se sienten ya obligados a hacer justicia y no actuar nada más en favor de los poderosos. Creo que este caso es una prueba.
Y reitero, no lo sé de cierto, pero lo intuyo, que parte de este cambio en los juzgadores puede deberse a la Reforma al Poder Judicial que fue publicada este 15 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación.
Incluso otro caso que también podría ser emblemático es que, al parecer -de acuerdo con Reforma- el ministro de la Suprema Corte de Justicia Alberto Pérez Dayán dará un “revés” a Ricardo Salinas Pliego el próximo nueve de octubre, al desechar recursos interpuestos por Elektra para no pagar impuestos. Unos días antes, el dos de octubre se presentará ante el pleno otro caso contra el empresario, pero el proyecto fue elaborado por Yasmín Esquivel, por lo que era previsible una negativa a amparar a la empresa.
No lo sé de cierto, pero lo supongo: la Reforma al Poder Judicial ya comenzó a rendir frutos al poner a jueces y magistrados en la mira de la sociedad y obligarlos a actuar de manera justa y no en favor de los poderosos.
Dice el filósofo del metro: El buen juez por la justicia empieza.
Roberto Fuentes Vivar
Columnista y periodista fundador del UnoMásUno y la Jornada. Estudió Periodismo en la reconocida escuela Carlos Septién García y cursó la Licenciatura en Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Actualmente es periodista independiente, conocido como “El Filósofo del Metro”.
Colaborador desde el 6 de marzo de 2022.
Las opiniones expresadas por los columnistas en sus artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y pueden no representar la postura o línea editorial de PressLibre. Sin embargo, como medio periodístico respetamos su derecho a la libertad de expresión.