Utopía
Los abogados de Genaro García Luna (GGL), exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón (2006-12) y protector de Joaquín Guzmán Loera y el denominado Cártel de Sinaloa, solicitaron al juez Brian Cogan, del Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York, una sentencia para su cliente de 20 años de prisión; en tanto que la Fiscalía correspondiente pide cadena perpetua para el otrora súper poderoso funcionario al que con singular valentía denunció como asesino en la Cámara de Diputados el ahora presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña.
Uno de los argumentos del equipo de defensores, coordinado por César de Castro, consiste en que sea un año de cárcel por cada uno de los que laboró en el servicio público, cuando es sabido que GGL se incorporó al Centro de Investigación y Seguridad Nacional durante el gobierno de Carlos Salinas (1988-94). Y se quedan cortos los abogados, pues con motivo del asesinato de Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994, GGL fue enviado por sus jefes a cumplir la delicada misión de rescatar al segundo tirador en el magnicidio, Jorge Antonio “N”. De tal suerte que serían cuando menos 30 años, pero al parecer De Castro también apuesta a la negociación.
El defensor y sus colaboradores están jugando una de sus últimas carta antes de que el 9 de octubre se dicte la sentencia a cargo de Cogan, sabedores de que su cliente –al que embellecen como funcionario, padre y esposo; además de que subsiste con limitados recursos económicos y contribuye a la educación de sus compañeros en el Centro de Detención Metropolitano–, apelarán la sentencia y no descartan alguna negociación posterior con el Departamento de Justicia para reducir la pena a cambio de su cooperación contra otros sospechosos.
La chamba es la chamba y los careros abogados, de esos que cobran por hora, embellecen al temido y temible exjefe policiaco que, según el expresidente francés Nicolas Sarközy, era el verdadero presidente de México. Dicen que GGL “ha perdido todo por lo que trabajó –su reputación, todos sus bienes, las instituciones que él defendió–”, sufrió ataques públicos en México. Y que “ha padecido condiciones inhumanas” en la cárcel, donde, a pesar de ello, ha buscado ayudar a su comunidad igual que en México, dedicándose a apoyar el desarrollo educativo de otros reos”.
Lo que resulta hilarante, pero la lana es la lana, animan a que el juez “se entere de que es una buena persona, dedicado a su familia, y un hombre que sirvió a su país durante décadas”. Más aún, “ha dedicado gran parte de su carrera a defender los ideales de Estados Unidos y a asistir a su comunidad de seguridad pública… continúa demostrando su carácter al enfocarse sobre el futuro, apoyando a su familia emocionalmente… y trabajando y orando por un futuro más luminoso para su familia y el pueblo de su país”.
Dan ganas de llorar con el dibujo de 14 cuartillas de César de Castro y socios. Pero en lo que sí tienen razón es que su cliente fue invitado y elogiado por presidentes estadunidenses, los directores de la CIA, la DEA y de la FBI; además de que ofrecen una lista de condecoraciones otorgadas a GGL por varios países, incluido EU, por agencias policiacas y de inteligencia. Asimismo, ofrecen testimonios de sus dos hijos, su esposa y hasta de su futuro yerno. Sólo que el prisionero, como casi todos, dejó de ser funcional a los intereses de la geopolítica imperial gringa que administra el gran negocio de las drogas y que lo utilizan para chantajear y subordinar a gobiernos y países que resisten a su hegemonía en descenso.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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