+ Quizá cada persona no puede cambiar el mundo, pero al menos sí cambiará su pequeño espacio y como efecto mariposa, necesariamente modificará el mundo.
Las desigualdades económicas han llevado a gran parte de la población mundial a la hambruna, escasez de agua potable, desplazamientos forzados, contaminación ambiental, deforestación, marginación de mujeres y de grupos étnicos, retroceso en educación, aumento de fenómenos meteorológicos extremos, así como guerras, entre otros.
Ante tal panorama y la imposibilidad de acabar con los sistemas de vida que nos han llevado a esas desigualdades económicas, en septiembre de 2015, integrantes de la Organización de las Naciones Unidas establecieron 17 objetivos en la Agenda 2030, con el fin de “abordar los desafíos mundiales más apremiantes, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, la degradación ambiental o la falta de desarrollo sostenible”.
Han pasado nueve años de ese acuerdo internacional y los mayores desafíos siguen siendo el incremento de las desigualdades, crisis alimentaria (1 de cada diez personas sufre hambruna y más de mil millones de alimentos se desperdician todos los días), hay retrocesos en cobertura sanitaria y vacunación (14,3 millones de niños no han recibido ninguna vacuna) y regresión en sistemas educativos, con disminución en habilidades matemáticas y lectoras.
En cuanto a la situación de las mujeres, representan el 40 por ciento de la fuerza de trabajo y ocupan 27.5 por ciento de posiciones de liderazgo. Tambien hay dificultades en el acceso al agua (en 2022, la mitad de la población mundial sufrió grave escasez durante una parte del año), crisis climática y de la biodiversidad: los gases de efecto invernadero continúan incrementando y el aumento de temperaturas ha desencadenado tragedias humanas y ecológicas.
La escalada de conflictos ha llevado a mayor número de refugiados; más de 120 millones de personas han vivido desplazamientos forzados. Ha aumentado la brecha de financiación, ya que la deuda externa de países en desarrollo continúa muy alta y los países desarrollados enfrentan una brecha de 4 trillones de dólares de inversión para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sustentable, contenidos en la Agenda 2030 y estamos a seis años del compromiso por cumplirlos.
Compromisos personales
La Agenda 2030 fue un compromiso de líderes del mundo. Sin embargo, los seres humanos que habitamos este planeta, tenemos la obligación y el deber ineludible de contribuir a mejorar nuestras condiciones de vida. Aquí habitamos, no hay escapatoria. Es un planeta que nos proporciona lo necesario para existir. Tenemos una naturaleza que, a pesar de los maltratos, sigue viva, nos da de comer, nos proporciona el aire y el agua para vivir, por algo ésta se llama el Ciclo de la Vida.
El panorama se percibe desastroso, parece llevarnos hacia la extinción. Entonces hagamos conciencia y llevemos a cabo lo que nos corresponde, ya que al final son acciones sencillas y pueden tener un gran impacto. Quizá cada persona no puede cambiar el mundo, pero al menos sí cambiará su pequeño espacio y como efecto mariposa, necesariamente modificará el mundo.
“El efecto mariposa es un fenómeno descrito en sistemas caóticos con dependencia sensitiva a las condiciones iniciales por el cual, cualquier pequeña variación en las condiciones iniciales en un sistema determinista no lineal, dará lugar a una diferencia mayor en estados posteriores. Eso implica que, si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo. Es un concepto de la teoría del caos” (Wikipedia).
Acciones concretas
Cuidar nuestra salud, haciendo ejercicio físico diario: senderismo, andar en bicicleta, caminar y usar menos los automóviles y más transportes públicos. Mantener buenas relaciones con las personas de nuestro entorno. Contribuir a hacer un ambiente amable, cordial y solidario en nuestros ámbitos de convivencia.
Cuidar nuestra alimentación. Adquirir sólo lo necesario para evitar desperdicios. Comprar a productores locales, así ayudaremos a las comunidades y favoreceremos el menor uso de combustible. Evitar pedir comida a domicilio para no usar los contenedores que al final se convierten en basura difícil de deshacerse en el ambiente. Llevar nuestros trastes al supermercado y a los restaurantes para echar lo que no nos comamos.
En nuestro ámbito de influencia, contribuir a hacer conciencia sobre las condiciones de vida, educación, trabajo y salario de las mujeres. Defender sus derechos y evitar vulnerarlos. En todas partes del mundo hay violencia feminicida y las mujeres y las niñas deben saber que hay instancias a dónde acudir y sobre todo, que necesitan hablarlo para que su entorno lo sepa.
Tenemos una presidenta por primera vez después de 200 años en que se eligen gobernantes, así que hablemos de ese ejemplo para empoderar a las niñas. Para que sepan que ya hay una referente femenina, lo cual puede servirles de inspiración y educarlas en igualdad con los hombres.
Hagamos conciencia para no malgastar el agua. En muchos lugares del mundo, las personas recorren kilómetros para unas cubetas y en otros, es agua contaminada. Así también para ahorrar energía eléctrica; usemos lo más posible la luz natural, elijamos focos de bajo consumo y electrodomésticos eficientes y programemos la calefacción o el aire acondicionado para aprovecharlos al máximo.
Asistamos a tianguis de trueques y donemos o intercambiemos ropa, zapatos, productos, alimentos; muebles, libros, juguetes, cuadernos, colores, lápices. Asimismo, seamos solidarios y empáticos. En todas partes del mundo hay personas desfavorecidas, refugiados, migrantes que requieren nuestra ayuda y podemos ofrecerles algo de lo que tenemos.
Colaboremos con alguna Organización No Gubernamental que se centre en la educación, para contribuir a que niñas y niños puedan vislumbrar un cambio para quizá poder salir de la pobreza. También con organizaciones que brindan ayuda a refugiados, personas en situación de pobreza. Y no solo ayuda económica sino también podemos ofrecer trabajo voluntario en proyectos humanitarios.
Reciclar y reducir el uso de plásticos. Contribuir en el reciclaje al separar los desechos en orgánicos e inorgánicos como los plásticos, cartón, vidrio. De esta manera contribuiremos a cuidar el planeta y sus ecosistemas y por consiguiente, a mejorar las condiciones de vida de los seres humanos.
Ernestina Gaitán Cruz
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Reportera, articulista y free lance en La Jornada, Notimex, El Nacional, El Día Latinoamericano, Revistas FEM y Mira; Noticias de Oaxaca y Tiempo de Oaxaca. También llegó a colaborar en los Gobiernos de Guerrero y de Oaxaca.