+ La exposición puede ser visitada en la Galería El Carruaje de La Casa de la Tía, ubicada en la calle 5 de mayo #108, en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Oaxaca de Juárez, Oax.- El pintor Virgilio Gómez (1936-2006) integró el Grupo de los Cinco, quienes cambiaron de manera radical la visión del arte en la entidad y esbozaron la Escuela Oaxaqueña de Pintura. Sin embargo, falta reconocerlo e incluirlo en el árbol de la pintura moderna junto a Rodolfo Nieto, Francisco Gutiérrez, Francisco Toledo y Rodolfo Morales.
Así lo manifestaron familiares de él y de algunos pintores de esa generación, artistas y conocedores de su trabajo al rendirle un homenaje con la exposición Virgilio Gómez. La columna, que por primera vez reúne un conjunto de su obra con 29 piezas de formato pequeño, que puede ser visitada en la Galería El Carruaje de La Casa de la Tía, ubicada en la calle 5 de mayo #108, en el Centro Histórico de esta ciudad.
El pintor Virgilio Gómez (La Paz, Loxicha, Oaxaca 16 de abril de 1936- Lima, Perú, 29 de enero del 2006), dijeron, también transmitió sus ideas al joven Francisco Toledo “ya que siempre manifestó su preocupación por la discriminación social y el deterioro de la riqueza cultural de Oaxaca, lo que llevó a influir en el pintor Francisco Toledo para la defensa del patrimonio, como el mismo artista juchiteco lo reconoció”.
Fortino Torrentera Gómez, periodista cultural y sobrino del artista, lo destacó en su semblanza como pionero del movimiento pictórico contemporáneo de Oaxaca, fundador y estudiante de la Escuela Oaxaqueña de Bellas Artes. “La riqueza de su conocimiento en las artes visuales las desarrolló con el Grupo de los Cinco, integrado por Liborio López Navarrete, Mario Ramírez, Jaime Hernández, Filiberto Heredia, Sergio Rodríguez, Teodoro Velasco y el joven Francisco Toledo.
Asimismo, refirió las palabras del periodista cultural y músico Óscar Xavier Martínez, Oxama, para quien este grupo “sólo quería no parecerse a sus padres agachones e inertes. Fundaron algo que pomposamente llamaron el Instituto de la Juventud Oaxaqueña, con su cuartel general en la hoy Casa de la Ciudad. El sacerdote de la iglesia del Carmen, que está enfrente, salía a exorcizar los demonios de esos mechudos comunistas”.
“En una década de gritos de exigencias de cambio que terminó nacionalmente con el Movimiento Estudiantil de 1968, Oxama cuenta que a estos cinco (que en realidad eran más de cinco), se les ocurrió realizar su propia versión de Concilio Vaticano, que concluyó con una enorme pinta en la principal pared de la catedral de Oaxaca que decía: Dios no existe”.
Oxama refiere: “El más incendiario del grupo, un pintor iconoclasta que fundó la primera galería independiente de Oaxaca en Ciudad Universitaria. Virgilio Gómez, el primer agitador, de raíces indígenas, un verdadero yope, entendido como alguien sin cultura ni refinamiento, alguien silvestre, cerril, llamado así con una profunda connotación racista. Gómez reivindica esto en un movimiento de energía que apunta a la identidad. En donde dice, sí, somos yopes y yo soy el yope mayor”
El también escritor y periodista cultural, Edgar Saavedra refiere de su obra: “Me atrevo a pensar que, en realidad, la de Virgilio fue una pintura de una suavidad extrema, siempre con el soplo de la parsimonia y elegancia de quien posee una conceptualización estética en su justa dimensión. Nada de encajar nervaduras truculentas. Nada de giros ridículos o seudo vanguardistas en su pintura. Nada de vender cuchibrujas o manchones pintorescos o geniales estarcidos revolucionarios que terminan al final de la jornada domesticados en un museo o en una tienda de souvenirs.
La Columna: Carpeta de 29 obras y la exposición Virgilio Gómez
Los 29 cuadros que conforman la exposición, llegaron a las manos de Manuel Castro López como un obsequio de un contador amigo suyo, a quien Virgilio Gómez las vendió para costearse un viaje a Perú. En ese país también fue considerado como maestro representativo entre los pintores de los años 60 y 70, en el contexto latinoamericano.
Castro López, promotor de la exposición manifestó en entrevista su admiración por Virgilio Gómez, cuya obra conoció en Guadalajara y como tenía su carpeta, quiso brindarle un homenaje. Tenía dudas porque, dice, no tiene suficiente de su obra e incluso manifestó su deseo de adquirir más del artista. Invitó a conocerlo con la exposición Virgilio Gómez. La columna, porque al azar ha preguntado a los habitantes de esta ciudad y el 80 por ciento no lo conoce. “Es terrible darse cuenta de que lo desconocen, esa es la realidad”.
Me interesa mucho que venga la gente, porque es indudable su importancia y trascendencia en la cultura de Oaxaca. Que se den cuenta de su valor. Ustedes saben que el propio maestro Toledo le reconoció el haber tenido alguna influencia en la Escuela de Bellas Artes.
Ernestina Gaitán Cruz
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Reportera, articulista y free lance en La Jornada, Notimex, El Nacional, El Día Latinoamericano, Revistas FEM y Mira; Noticias de Oaxaca y Tiempo de Oaxaca. También llegó a colaborar en los Gobiernos de Guerrero y de Oaxaca.
