Libros de ayer y hoy
En las muchas cosas que se están moviendo en México, los sindicatos parecen estar estratificados. Todos los grandes, petroleros, telefonistas, universitarios, ferrocarrileros y más, están así, mientras los derechos ceden porque no hay liderazgos y el outsourcing, supuestamente ya eliminado, sigue vigente a lo largo del país. Las pantomimas del llamado líder eterno ferrocarrilero Víctor Flores Morales, son de apoteosis, sobre todo porque a lo largo de las tres décadas que lleva en cinco reelecciones, no siempre ha habido ferrocarriles.
La eliminación de éstos por Ernesto Zedillo dejó huérfano a este líder charro, como no sea por trenecitos de carga o algunos de pasaje pueblerino que siguieron funcionando. Hasta ahora que hay nuevos trenes. El caso del sindicato de telefonistas con Francisco Hernández Juárez en más de cuatro décadas de liderazgo expone igual de profundo el caos sindical. Ya no se diga los petroleros cuya reciente elección causó la misma inquina por las irregularidades del electo Ricardo Aldana y las denuncias de su opositora agraviada María Cristina Alonso. El caso de los universitarios ni se diga. Solo en la UNAM en la dirección de STUNAM hay gente que rebasa los 40 años en el puesto.
¿Qué diría el gran sindicalista que fue Valentín Campa, el comunista?
El 25 de este mes, se cumplen 25 años de la muerte de Valentín Campa, quien tiempo después fue llevado a la Rotonda de las Personas Ilustres. Candidato a la Presidencia de México en 1976, desde su juventud transitó en una lucha ideológica que lo llevó en primer lugar a los sindicatos y más tarde a puestos de dirección en el Partido Comunista Mexicano. En su momento fue perseguido y encarcelado.
Desde el sindicato ferrocarrilero al que pertenecía, participó en la formación del sindicato petrolero allá por los años treinta del siglo pasado, en esa vinculación que se daba en ese entonces en sindicatos de raigambre democrática. Fueron por cierto un apoyo para Lázaro Cárdenas en la Expropiación Petrolera. En los últimos años de su vida, Campa constató en lo que se habían convertido ambos sindicatos con Romero Deschamps y Víctor Flores Morales, al frente.
Campa, en la persecución de traidores, para apoyar a Cárdenas
En una entrevista que le hice en 1980 y que parte ya ha aparecido en esta columna, el regiomontano nacido en 1904, contó como estuvo al pendiente de la traición que Saturnino Cedillo había hecho a Cárdenas y la intención de enfrentarlo apoyado por el gringo Rockefeller de la Standard Oil. La traición se desarrollaba en Las Palomas en San Luis Potosí. Dijo Valentín que un caso extraordinario se dio porque uno de los hombres de confianza de Cedillo, J. Encarnación Cruz, temeroso de convertirse en traidor a la patria, denunció los hechos a Cárdenas y Valentín fue nombrado intermediario con este denunciante, para poner al tanto a Cárdenas. Cedillo fue fusilado.
Valentín tuvo derecho de picaporte en el gobierno del michoacano durante mucho tiempo. Fue otra de las actividades que cuenta en su libro autobiográfico Mi testimonio, Memoria de un comunista (Ediciones de Cultura Popular 1978), del que siempre he presumido la bella dedicatoria que me dedicó.
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
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