OAXACA, OAX., noviembre 25.- A pesar de que con su trabajo aportan 1.2 millones de dólares anualmente al Estado, las personas migrantes en retorno se encuentra ausentes en las políticas públicas de gobierno y son vistos como problema y no como potencial, señaló el especialista en temas migratorios Felipe López Hernández.
Durante el ciclo de conferencias “Mitos y realidades de la migración”, convocado por la organización ciudadana “Unir Oaxaca”, indicó que hay un grave vacío de atención a las y los oaxaqueños que regresan de tal manera que muchas veces viven como si estuvieran fuera de su nación.
El también investigador del Centro NAID de la Universidad de California (UCLA) indicó que ante esta realidad que viven los connacionales tanto dentro como fuera del territorio oaxaqueño, se hace necesario abrir espacios para las voces de los migrantes y necesaria la participación ciudadana para la construcción de un nuevo contexto.
En este sentido indicó que a través del manifiesto Unir Oaxaca se pueden sentar las bases para un cambio profundo que encamine al establecimiento de políticas públicas que detonen el potencial de los migrantes en retorno.
Un ejemplo de lo que se puede lograr, señaló, es lo que ocurre en Marruecos en donde quienes regresan a su tierra son agentes de cambio por las iniciativas, ideas y conocimientos que adquieren en otros países.
Asentó que desde 2008 a la fecha, el número de personas migrantes ha ido decreciendo debido al endurecimiento de las políticas públicas en Estados Unidos por lo que se estiman que actualmente hay más de dos millones de oaxaqueños y oaxaqueñas en el exterior.
“A pesar de que Oaxaca depende mucho de las remesas que mandan los migrantes oaxaqueños, ellos sufren la falta de atención gubernamental”, expuso.
Lamentó que los hijos e hijas de migrantes en retorno no cuenten con actas de nacimiento y se ven imposibilitados para asistir a la escuela o tener acceso a programas sociales, por otro lado los que están en edad productiva no cuentan con fuentes de empleo.
En contraparte, agregó, la población migrante es una válvula de escape para el estado por ser fuente de remesas y aminorar el déficit de empleos que existe en la entidad.