OAXACA, OAX., mayo 9.- Dar vida a un hijo no debe significar riesgo de muerte. Oaxaca se encuentra entre los primeros cinco lugares a nivel nacional por muertes maternas. En este sentido y con motivo de la celebración del Día de las Madres, el Instituto de la Mujer Oaxaqueña se pronuncia por el respeto y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y se manifiesta a favor de una maternidad libre y voluntaria.

De igual forma, el IMO reconoce que la falta de acceso para las mujeres a los anticonceptivos, sobre todo en áreas rurales, contribuye a que ellas no puedan ejercer estos derechos, aunado a los prejuicios culturales por parte sus esposos, quienes muchas veces les prohíben acudir a los centros de salud.

La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009 (ENADID) reveló que sólo el 42.1% de mujeres en edad fértil utiliza un método anticonceptivo, de las cuales el 60.1% los utilizan para no tener más hijos y 30.5% para postergar el embarazo.

La falta de acceso a los anticonceptivos, contribuye a que en Oaxaca, según lo reportado en el Censo de Población y Vivienda 2010 que elaboró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), siete de cada diez mujeres mayores de 15 años hayan tenido al menos un hijo nacido vivo, en tanto que la ENADID 2009 reportó que en ese año en Oaxaca se registraron cuatro mil 99 embarazos adolescentes, de los cuales tres de cada 10 no fueron planeados.

Más allá de las satisfacciones personales que la maternidad implica, es necesario lograr un cambio de cultura en la división del trabajo al interior del hogar, donde generalmente son las madres de familia quienes tienen mayor carga de éste, sin poder conciliar las responsabilidades familiares y el trabajo que les permite percibir un ingreso.

Por ello, la crianza y educación de las hijas e hijos, debe replantearse social y legalmente como una responsabilidad y obligación compartida con la pareja, aún cuando ésta no viva en el mismo hogar, sobre todo para el 21.5% de las mujeres oaxaqueñas que son jefas del hogar.

Se requiere también revalorar la fuerza laboral femenina que permita a las mujeres percibir sueldos acordes a su preparación académica y desarrollo laboral sin olvidar la importancia de recibir, por parte de quien las emplea, todas las prestaciones legales a las que tienen derecho.

Todos estos factores son considerados como necesarios en la ardua tarea de ser madre, un “oficio de tiempo completo” que no tiene porque limitar el desarrollo personal de una mujer, mucho menos poner en riesgo su vida o situarla en una condición de desventaja respecto a los hombres o incluso a otras mujeres.

El IMO tiene claro que todas las mujeres tienen derecho a ejercer una maternidad libre y voluntaria por lo que refrenda el compromiso del Gobierno del Estado en la continuidad de trabajo interinstitucional, el cual sea benéfico para todas y cada una de las mujeres que con su trabajo diario, dentro y fuera del hogar, contribuyen al desarrollo de nuestro estado y al fortalecimiento de una sociedad democrática.