LIBROS DE AYER Y HOY
México es un país de murmuraciones –al estilo de Rulfo incluso, con tanto muerto–, y lo es porque nunca tenemos ni conocemos la verdad de lo que está pasando.
De lo más reciente, la famosa recaptura, los funcionarios se contradicen, tratan de justificar, se embrollan, desmienten, se exhiben a carcajadas, amenazan con persecuciones, echan mano de la Constitución para justificar acciones que ya tienen en marcha, etcétera y el país sigue sin tener la versión de lo que pasó.
El problema es que nadie les cree. Los murmullos se echan al vuelo y según el contexto y el alcance de cada quien, las versiones toman otro rumbo, la bola de nieve crece ayudada por el tiempo que hace en el país y se acerca mucho a la verdad.
Sucedió por ejemplo, con los casos más terribles que hemos vivido en los últimos tiempos: Ayotzinapa y Tlatlaya. La vox populi, los periodistas independientes, los testimonios valientes, las luchas familiares y la propia naturaleza, echaron por tierra la versión oficial.
Un enorme murmullo con todo tipo de datos, abrazó el esfuerzo de esas instancias y la versión oficial quedó al descubierto.
No era su intención el desterrar esa verdad que surge de las profundidades, lo que pretendía el poeta italiano César Pavese, cuando cerró su despedida, al suicidarse a los 42 años en 1950, con su famosa frase, No murmuren demasiado.
El, que pasó buena parte de su vida escribiendo su diario Oficio de vivir, irónicamente se escapó llevado por la soledad y la depresión. Lo hizo igual que uno de sus personajes. En recuerdo de esa frase, No murmuren demasiado, se titula la novela de la escritora María Luisa Erreguerena Albaitero, médica de profesión, quien al igual que Chejov, decidió buscarse un amante en la literatura.
Y ese amante le ha dado frutos y premios y una prosa directa, a la vez sencilla y profunda, con la que nos dice lo más sorprendente, como si fuera de paso, sin aparentemente sentirlo.
Es uno de esos libros que se deslizan suavemente y que uno termina en poco tiempo. Más cuando se trata de una analogía de los famosos 100 años de una familia mexicana, que sin las grandilocuencias de aquella otra, va retratando la historia de cinco generaciones de una misma rama.
Historia que atraviesa el cardenismo sin nombrarlo, se despide de los tranvías y ve florecer la ciudad moderna plagada de edificios y camiones, hasta llegar a la etapa de los celulares y computadoras.
Erreguerena Albaitero tiene estudios en la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), ha tomado cursos y diplomados y ha sido premiada por sus cuentos y recibido la beca Juan Grijalbo de la Cámara de la Industria Editorial, en 1994.
Entre sus muchos trabajos resaltan la novela Memorias de una bruja que nunca estuvo en París y el libro de cuentos Las sirenas de San Juan.
Lo que emociona de No murmuren demasiado (Edición Kindle, octubre 2015), es que se descubre en algunos de esos personajes aparentemente mediocres, un sentido de la vida y una piedad para los otros, que por desgracia se ha perdido en México, La mujer por ejemplo, que al conocer a su rival la percibe vulgar, pero no le hace daño y el protagonista origen de la zaga, Celso, que queriendo matar a la mujer que lo abandonó, al descubrirla pobre y en desamparo, prefiere tirar su arma al mar.
La novela va desfilando por décadas y reflejando en sus personajes los cambios que experimenta el país y todo lo que vive una clase media que ha alcanzado la llamada movilidad social: primero la pobreza, el ascenso, el lujo, la soledad, el engaño, vislumbres de amor, despego, fracaso, homosexualidad, enfermedades, cáncer, autismo y un deseo expresado: escribir la historia de esas generaciones.
Uno de los protagonistas centrales, la casa de piedra de la calle Jalapa donde vivió la familia, es destruida al final, cuando ya los celulares se agitan a su alrededor.
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