LIBROS DE AYER Y HOY
Sin maíz, no hay país y a lo mejor sin mezcal tampoco. Cuando los regímenes se van estrechando las primeras medidas son eliminar la calidad de vida y desde luego el placer.
En México uno de los miles de ejemplos lo estamos viendo con las medidas implantadas por la NOM 199 el pasado mes de noviembre, para cambiarle de nombre al mezcal artesanal y favorecer de esa manera a las marcas registradas con denominación de origen que pertenecen a grandes empresas o a transnacionales.
Komil es el extraño nombre que sustituirá el término mezcal y que se sacaron de la manga presuntamente del náhuatl (¿no se llama así un grupo musical o algo parecido?)
La reducción de los productores hace prever un monopolio que desde luego lleva por nombre tequila el principal mezcal que se produce en México.
Con la medida se verán afectados más de 15 mil productores que durante décadas han heredado por familias la producción artesanal de excelente mezcal que es consumido en la regiones en donde se procesa y tiene demanda en el extranjero.
El aumento de la producción y de la demanda, es lo que ha advertido a las autoridades que quieren proteger a las denominaciones origen.
En muchos estados hay destilados de gran calidad que además de mezcal, tienen un nombre específico y que carecen de la denominación acaparada por ocho estados.
En Sonora, por ejemplo, donde no hay plantíos formales de agave, el bacanora, destilado de especies silvestres de la planta, tiene denominación de origen no así el soyate, llamada así por la tribu ópata, que es considerado un mezcal menor y que se tendrá que llamar –si persiste la intención oficial–, komil.
Ante la absurda medida se han multiplicado las voces y los rechazos que sostienen que con el desempleo y la crisis imperante, esos sectores de artesanos expertos deberían de ser estimulados.
Un grupo numeroso se ha hecho presente en el Manifiesto de los volcanes de Colima y otros tantos en el sur y el sureste con la firme decisión de que no pase el nuevo término.
Este significa aguardiente o bebida alcohólica, pero es ridículo dicen, porque todas las bebidas llamadas espirituosas lo son, hasta las que se fabrican en las cárceles con fermentados de papa.
Hay quizá otra intención en la medida, que pueden estar armando los intereses en pugna de grandes inversionistas. Tiene que ver con el futuro inmediato del agave y de los cactos, plantas de extraordinaria contextura que pueden ser determinantes con el cambio climático.
En su libro Sabiduría del desierto, agaves y cactos: CO2, agua, cambio climático (2011), el científico estadounidense Park S. Nobel, experto mundial en ecofisiología de agaves y cactos que tiene un impresionante curriculum de ingeniero, físico, biólogo y ecologista, hace un pronóstico de lo que será el planeta en fechas venideras y de las plantas que sobrevivirán, pese al aumento del dióxido de carbono (CO2), de efecto invernadero de altas temperaturas.
Es ahí donde entran las dos plantas mencionadas con características singulares que podrán sobrevivir a ese cambio.
En el libro traducido y editado en México por el Colegio de Postgraduados de la Universidad Autónoma de Chapingo bajo el cuidado de la editora Judith Sandoval, sostiene que “Debemos reconocer quizá de mala gana, que hay algunas buenas noticias relacionadas con el cambio climático global, al menos en lo que se refiere a la captación neta de CO2, la productividad y el cultivo de agaves y cactos”.
Como experto, disecciona las plantas por su biomasa que tiene multitud de aplicaciones en la industria y el alimento para ganado y su utilización en medicina por su alto contenido de hormonas que sirven como anticonceptivos.
Se trata de dos ejemplos que deben ser considerados para el tratamiento de plantas vigorosas en el futuro. Y desde luego, con gran sentido del humor, se refiere al agave como productor de mezcales “el néctar los dioses”, dice, que tienen tanta demanda a nivel mundial que una Margarita se puede pedir en cualquier país, y “la hay”.
Aunque no se sabe si de la misma calidad si se sigue adelante con ese engendro llamado Komil.
laislaquebrillaba@yahoo.com.mx