OAXACA, OAX, julio 18.- Después de cumplirse el término constitucional y su ampliación correspondiente, el sacerdote Carlos Franco Pérez Méndez, quien era acusado del delito de presunta violación equiparada en agravio de un Joven de 19 años de edad, el Juez Cuarto de lo Penal lo dejó en libertad la tarde de este lunes con el argumento de que encontró “inconsistencias” en las declaraciones de su acusador y no halló elementos suficientes para juzgarlo y mantenerlo preso.
Carlos Franco Pérez Méndez, vicario del Sagrario Metropolitano, pasó algunas horas prisionero en el Reclusorio de Miahuatlán de Porfirio Díaz, pero luego fue trasladado a la Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel, donde este lunes tuvo su primera audiencia.
Realizó su declaración preparatoria en la rejilla de prácticas del Juzgado. Su abogado presentó por escrito los argumentos y negó los hechos que le imputan.
Su Defensor pidió también la ampliación del término constitucional para aportar más “pruebas” en su defensa.
La declaración por escrito del Sacerdote católico relata que el catequista de la Catedral Metropolitana “invitó” a trabajar al Joven de 19 años de edad, pero un día, después de concluir sus tareas en el recinto eclesiástico, se fue a realizar sus necesidades fisiológicas y a bañar, y mientras esperaba que se le secara el cabello se quedó a leer un libro; entonces, el hombre consagrado a Dios escuchó un ruido, resultado de un vaso que se cayó y rompió, por lo que regresó a la oficina donde encontró al Catequista y a su amigo sosteniendo relaciones sexuales.
Sin embargo, tras reprenderlos y anunciarles su despido del trabajo, éstos “amenazaron” con vengarse de él.
Por eso, el presbítero Pérez Méndez indicó que durante los días en que estuvo preso en la cárcel regional de Miahuatlán aportó las pruebas necesarias para su defensa, ya que en su declaración el joven de 19 años sólo refiere que “se quedó dormido y no supo más de él por los mezcales que se tomó, pero nunca señaló directamente al padre Carlos”.
De acuerdo con la denuncia de hechos, el Joven de 19 años de edad llegó a la Catedral con la finalidad de continuar su formación y realizar sus sacramentos. Empezó ayudando en los quehaceres del Sagrario Metropolitano, donde el Jefe era el “padre Carlos Franco”.
Fue el pasado 24 de marzo cuando el Joven fue contratado por el Catequista para ayudar en las labores de aseo. Por eso, al terminar la ceremonia de la “Visita de los Siete Templos”, el padre Carlos Franco los invitó a tomarse unas copitas de mezcal, pero a la segunda el Catequista se retiró a descansar, quedándose solos el Sacerdote y el Joven trabajador.
El ofendido denunció que después de tomarse la quinta copa de mezcal y comer verduras al vapor como botana, que ascendosamente le ofrecía el “padre” Pérez Méndez, empezó a sentirse mareado, mientras las manos del sacerdote católico lo toqueteaban y manoseaban, incitándolo a sostener relaciones sexuales. Sintió un fuerte golpe en la cabeza y que lo movían a la orilla de la cama.
Al día siguiente, al levantarse, el Joven de 19 años dijo que sentía adolorido todo el cuerpo, además de que estaba manchado de heces fecales, con el pantalón roto y el cuarto desordenado, ya que había sido ultrajado por el Sacerdote. Salió del lugar en busca de ayuda. De inmediato avisó a su papá de lo sucedido y luego se acercó al arzobispo José Luis Chávez Botello, quien sólo le manifestó: “Tienes que orar mijo para que cures las heridas y se quiten los dolores” (sic).
Posteriormente, el Joven de 19 años se presentó a denunciar la presunta violación de la que fue objeto por parte del “padre” Carlos Franco ante el Agente del Ministerio Público en la Fiscalía Especializada, donde se integró la averiguación correspondiente y al encontrar elementos, el Juez libro la orden de aprehensión en contra del Sacerdote y Vicario de la Catedral Metropolitana.
Y tras ser detenido por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) fue recluido en el penal de Miahuatlán de Porfirio Díaz por el presunto delito de “violación equiparada” en agravio de un Joven de 19 años de edad, pero luego de unas horas fue cambiado a la Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel.
Sin embargo, el Juez Cuarto de lo Penal dictaminó que “encontró inconsistencias en la declaración” del Joven del 19 años, pero no pruebas en contra del Presbítero, por lo que a las 16:00 horas de este lunes 18 de julio de 2016 ordenó su liberación inmediata consignada en el expediente penal 274/2016.
Así, Carlos Franco Pérez Méndez volvió a la Catedral Metropolitana para seguir enseñando la “Palabra de Dios” y ayudando especialmente a los jóvenes desprotegidos.