OAXACA, OAX., julio 24.- La edición 34 de “Donají…La Leyenda” cautivó nuevamente a miles de personas que se dieron cita en auditorio Guelaguetza para presenciar esta historia llena de amor, magia, color y tragedia, rememorando parte de la historia de Oaxaca de Juárez.
En punto de las 8:30 horas de este domingo, visitantes y oaxaqueños se fusionaron con el misticismo, la música prehispánica y luces que interpretan esta historia de la princesa zapoteca Donají, en la Rotonda de la Azucena.
Desde que “Alma grande” nació, un sacerdote descifró en el cielo la fatalidad, sería sacrificada por el gran amor que le tenía a pueblo. Nadie sabe con exactitud, si es mito o leyenda, lo cierto es que es una gran historia que año con año asombra a las miles de personas que acuden a presenciar este gran espectáculo organizado por el municipio de Oaxaca de Juárez.
En la Rotonda de las Azucena, la presentación inicia con la interpretación dancística de un total de los 84 jóvenes y señoritas, quienes con gran algarabía celebran el nacimiento de la hija del señor de Zaachila, el rey Cosijoesa.
Los aplausos no se hicieron esperar por el público asistente, donde se encuentra el presidente municipal Javier Villacaña Jiménez y la Diosa Centéotl 2016, Leticia Maria Reyes Salinas, la presidenta del DIF Municipal, Verónica Quevedo Arango, además de personalidades destacadas.
La majestuosa interpretación de los danzantes no cesa, el desarrollo de la historia avanza sin contratiempos, llega el momento en que la lucha por el territorio entre zapotecas y mixtecas desata una batalla campal. El resultado es un guerrero herido, se trata del príncipe mixteco Nucano.
La compasión y nobleza que caracterizaba a la bella princesa Donají, ordena llevarlo a sus aposentos para curarlo y protegerlo. Este acto desencadena un gran amor entre ellos, motivo suficiente para realizar los tratados de paz entre los pueblo mixtecas y zapotecas.
Al pasar el tiempo, la buena relación se tensa y Donají es apresada y llevada por los mixtecas a Monte Albán como ofrenda de paz para que el rey zapoteco cumpliera con los tratados de paz, de lo contrario, sería sacrificada.
Días y noches transcurrieron en armonía entre los pueblos. Una noche cuando los guerreros mixtecos dormían, “Alma grande” intenta escapar, envía un mensaje a través de a una doncella para tomar Monte Albán, de inmediato y por sorpresa los guerreros zapotecas llegan y atacan a los mixtecas.
Todo parece indicar que Donají escaparía sin ningún problema, sin embargo, es descubierta por los guardianes mixtecas que llenos enojo se la llevan ante los débiles intentos de los suyos por impedirlo.
Donají es llevada a las márgenes del río Atoyac donde cortan de un solo tajo su cabeza. Su destino descifrado por un sacerdote al momento de nacer se habría cumplido, con su vida salvó a su pueblo.
El tiempo transcurrió, se dice que un pastor al cuidar su ganado en las orillas del rio Atoyac, observó un hermoso lirio y conforme pasaban los días, crecía y mantenía su brillo. 15 días después ocurrió lo mismo, como si un misterioso poder lo conservara.
Nadie sabe si es mito o leyenda, se dice que la planta enraizó en la cabeza de Danají.
Datos históricos afirman que sus restos están depositados en el antiguo convento de Cuilapam de Guerrero, junto a los de su amado. Al final mixtecas y zapotecas fueron pueblo hermanos.
Desde 1928 la cabeza decapitada de Donají y el lirio, son el emblema y escudo oficial del Honorable Ayuntamiento de la Ciudad de Oaxaca de Juárez.
Para concluir este espectáculo dancístico, el cielo se iluminó de luces multicolores, donde los juegos pirotécnicos son el sello distintivo de las fiestas de los Lunes del Cerro.