CIUDAD DE MÉXICO, agosto 24 (EL UNIVERSAL).- La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) anunció la cancelación de la concesión otorgada a la Compañía de Ferrocarriles Chiapas-Mayab (FCCM), conocido como ‘La Bestia’ a la empresa que lo gestionaba.
“Por causas de interés, utilidad públicos y seguridad nacional, la SCT declaró el rescate de la concesión otorgada en favor de Compañía de Ferrocarriles Chiapas-Mayab, S.A. de C.V., respecto de las vías generales de comunicación ferroviaria Chiapas y Mayab”, indicó la SCT.
Los bienes que conforman la concesión volverán a formar parte de la posesión, control y administración de la SCT y se ingresan a su patrimonio la totalidad de los bienes, derechos, equipos e instalaciones destinados directamente a los fines de la concesión.
Asimismo, la SCT autorizó a la Compañía de Ferrocarriles Chiapas-Mayab, S.A. de C.V. a retirar y disponer de los bienes, equipos e instalaciones de su propiedad a efectos a la concesión, en un plazo de 60 días hábiles, a partir de este 23 de agosto.
El abogado de la ferroviaria, Paulo Díez, atribuyó el retiro de la concesión a una “persecución política”.
Entre los accionistas de FCCM se halla Pedro Topete Vargas, propietario de la firma de tecnología aplicada Infraiber, la cual mantiene un litigio con OHL México y ha denunciado favoritismos del gobierno hacia esta constructora.
OHL México se ha visto envuelta en un escándalo desde mayo de 2015, cuando aparecieron grabaciones ilegales de llamadas donde se llegó a involucrar al secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, al que supuestamente la constructora le habría pagado unas vacaciones en la Riviera Maya, algo que él negó.
El título de concesión de esta vía férrea se otorgó el 26 de agosto de 1999 y se modificó el 22 de octubre de 2012.
La indemnización por el retiro de la concesión se determinará conforme a las bases publicadas en el Diario Oficial.
En ‘La Bestia’, subidos en la parte superior o colgados de los andenes, viajan multitudes de migrantes indocumentados, en su mayoría centroamericanos, en su afán por llegar a la frontera con Estados Unidos y cruzarla ilegalmente.
En el tren, los migrantes son extorsionados, maltratados y asaltados por los operadores o grupos criminales. Se han dado numerosos casos de migrantes que mueren o a los que les tienen que amputar miembros al ser arrojados del tren.
Las autoridades han implementado en los últimos meses operativos en busca de impedir que los migrantes aborden el tren y han reducido el número de paradas.
Se estima que cada año unos 200.000 migrantes indocumentados ingresan a México por la frontera sur para llegar a Estados Unidos. (Con información de APF)