OAXACA, OAX., septiembre 25.- Luego del asesinato de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y Alfredo Suárez de la Cruz en el vecino estado de Veracruz, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Oaxaca, Gonzalo Alonso Calzada Guerrero, afirmó que sus muertes son un signo de descomposición en nuestra sociedad.
En conferencia de prensa, luego de la misa dominical de mediodía en la Catedral Metropolitana, Calzada Guerrero explicó que la pérdida de una vida humana es algo que a todos duele, aunque en este caso de manera especial a los sacerdotes, ya que las personas asesinadas eran parte de su gremio.
Sin embargo, “no nos preocupa sólo porque fue un sacerdote o son sacerdotes, sino porque son personas que han sido privadas de la vida de una manera terrible; es un signo de descomposición en nuestra sociedad, de que estamos perdiendo el valor y el respeto por la vida humana”, señaló.
A pesar de ello, en ausencia del arzobispo José Luis Chávez Botello el Prelado aseguró que su gremio no teme, pues “estamos con nuestro pueblo y vivimos lo que nuestro pueblo está viviendo”.
Consideró que los sacerdotes deben seguir viviendo su servicio como lo han hecho hasta ahora, aunque duela el asesinato de los presbíteros.
Asimismo, manifestó que la violencia no se acabará con poner rejas y cámaras en los templos, pues aunque inhiben la delincuencia, se trata más bien de una participación activa por parte de las autoridades y los ciudadanos para lograr que la delincuencia vaya disminuyendo, puntualizó.