La semana pasada, miles de inmigrantes en Estados Unidos se unieron a un paro nacional para demostrar la importancia de los inmigrantes como parte de la economía estadounidense.
Decenas de restaurantes y establecimientos cerraron o limitaron sus servicios en ciudades como Chicago, Los Ángeles y Nueva York a falta de empleados.
Sin embargo, para varios de éstos, la manifestación nacional tuvo terribles repercusiones. La cadena NBC reportó que casi 100 empleados en el país fueron despedidos tras no presentarse a trabajar el día de la protesta.
Según la cadena de televisión estadounidense, las guarderías y los restaurantes están entre los negocios que más empleados despidieron tras el paro nacional.
Demasiados maestros de Latin American Montessori Bilingual querían participar en Un Día sin Inmigrantes que tuvieron que cerrar la escuela.
Las escuelas también resintieron la protesta Un día sin inmigrantes. Algunas de mayoría latina, cerraron puertas por un día para que tanto empleados como alumnos se unieran al paro. Sin embargo, otras más alentaron a los padres de familia a que los niños no faltaran a la escuela por asistir a la protesta.
La jefa de personal de Los Angeles Unified School District, Alma Peña Sánchez, anunció la semana pasada que las escuelas de la ciudad ofrecían un espacio “seguro y productivo para que los estudiantes expresen su sentir”. Sin embargo, exhortaban a los estudiantes y empleados a no interrumpir el aprendizaje por participar en protestas.
NBC reportó que dos empleados de la escuela Grace Community School en Florida afirmaron que fueron despedidos tras la protesta. Sin embargo, el director de la escuela explicó que nadie ha sido despedido.