+ Tras la devastación del terremoto reabrieron el camino de terracería a Santa María del Mar para hacer llegar alimentos
SANTA MARÍA DEL MAR, Oaxaca, septiembre 15.- Sumidos en el luto y la devastación provocada por el terremoto de 8.2 grados Richter ocurrido hace una semana, los pueblos ikoots de esta región permitieron, de forma temporal, la apertura del único camino que comunica a esta población a orillas de la zona lagunar y el Océano Pacífico.
Tuvieron que pasar casi ocho años –equivalentes a casi tres mil días ininterrumpidos– para que nuevamente el camino de terracería pudiera usarse para hacer llegar ayuda humanitaria, luego de permanecer cerrado desde hace ocho años, por un conflicto territorial de más de 1 mil 300 hectáreas, que los sucesivos gobiernos no pudieron remediar.
Ni los enfrentamientos, ni la pérdida de vidas humanas, ni mucho menos los exhortos de los gobiernos municipales, estatales y federales, durante estos ocho años en la Laguna Superior del Golfo de Tehuantepec, habían sido suficientes para reabrir, aunque sea de forma temporal, esta importante vía que abarca una longitud de 12 kilómetros de terracería.
Fue aquí donde el gobernador Alejandro Murat Hinojosa llegó, a mediados de semana, manejando y recorriendo nuevamente este camino de terracería para acompañar a las familias de esta localidad que perdieron parte de su patrimonio derivado del sismo registrado el pasado 7 de septiembre y que ocasionó severos daños en viviendas y espacios públicos.
De las 160 casas censadas, hasta el momento 80 tienen daños importantes y aún falta poco más de la mitad por ser contabilizadas, se informó.
Ahora, los pueblos ikoots están hermanados por la tragedia que vive todo el Istmo de Tehuantepec, que impactó a 41 municipios y que enlutó al país entero.
En la plaza principal, donde conversó con la población, el gobernador Murat les dijo: “No están solos, aquí está el Gobernador, estoy aquí, sepan que conmigo cuentan y que no me voy hasta que todo esté bien, estoy desapachando desde el Istmo, para mi todos son iguales, ninguno es más que el otro, pero en algunos lugares hay daños más fuertes y los estamos recorriendo todos, por eso no podía venir antes, he recorrido todos los municipios y vamos a encontrar poco a poco las soluciones de eso se trata, juntos en familia”.
Antes de la llegada del Mandatario estatal, el agente municipal de este poblado Ikoot, Matías González Martínez, describió el miedo que ocasionó el terremoto a las familias cuando comenzó a salir agua de la tierra y no de la laguna que los rodea:
“Ocasionó mucho daño; estamos a la orilla del mar y aunque se tranquilizó, el agua dulce subió en la noche y no sabíamos por dónde salir; el agua que subió de la tierra ocasionó daños en las casas, caída de bardas, caída de la iglesia, clínicas y escuelas…”.