LIBROS DE AYER Y HOY
México desperdicia buena parte de las riquezas de sus universidades, por el verticalismo.
Plantear nuevos esquemas de participación y de promoción de su conocimiento, es algo que toma cuerpo desde hace tiempo.
Una propuesta interesante la dan los Consejos Culturales Ciudadanos (CCC) de Sonora, que la han planteado a la rectoría encabezada por Enrique Velázquez Contreras para que se aplique a partir de los festejos de los 75 años de la Universidad de Sonora (UNISON).
Se trata de algo tan sencillo como consultar. Crear para esos festejos, un programa consensuado y democrático en el que participen estudiantes, maestros, autoridades y trabajadores.
Quizá recordaron lo absurdo de que se planteara en México una llamada reforma educativa, ¡sin consultar a los maestros! Esos cuerpos ciudadanos que han aparecido en la vida pública de los sonorenses -y en otros estados-, están enfrentando las raíces convencionales y conservadoras de la gran entidad norteña y desde la sociedad fustigan la participación de la gente en los actos y designios de sus ciudades.
Ya publicamos en otra ocasión la forma como han cuestionado la organización de caros festivales -Plácido Domingo muy medio mexicano pero encajando el diente a un pueblo pobre con 40 millones de pesos y otro tanto el tenor español José Carreras- y los programas culturales burocráticos que se organizan y crean en un escritorio.
Los CCC hubieran cuestionado esas caras presencias de Televisa el día del grito en la CDMX, mientras miles morían de hambre y dormían en el suelo en Chiapas y Oaxaca.
El doctor Fernando Tapia Grijalva, ex director del Instituto Sonorense de Cultura, académico reconocido, nos comenta lo importante que sería que su universidad inaugurara “la cultura de la participación en estos festejos” y expresó que los CCC “desautorizan la cotidianidad así como la inercia petrificada desde el escritorio de la burocracia”, en estos festejos que son trascendentes para una universidad de más de 38 mil estudiantes que fue fundada el 12 de octubre de 1942.
En México se sostiene que hay más de 5 mil universidades, escuelas, e institutos de nivel superior, públicos y privados.
Los datos cambian constantemente por la exacerbación que ha hecho la SEP hacia la educación privada, y es esa secretaría la que desestima a la mayoría de ellas y solo tiene reconocidas las que llenan realmente los requisitos.
En otros datos se habla de mil 660 públicas y 2009 privadas, pero también con cifras muy dispersas.
La ANUIES menciona en sus filas a 187 instituciones de educación superior, universidades e institutos.
Todas están estructuradas de la misma manera, con un adalid que se llama rector y que suele ser amo y señor como el presidente de la República.
Las cosas se trasminan. Por ello plantear en Sonora una apertura a la comunidad universitaria, abrir espacios de propuestas y diálogos en un organismo que viene arrastrando las estructuras de siglos, lanza un aire fresco y los CCC esperan la respuesta.
Es una intención, dice el académico en un documento en el que llama a “Desterrar la idea de que las universidades son émulos del presidencialismo y de la visión antonomásica tan criticada en estos momentos por las voces que claman a gritos el cambio de prácticas y lenguajes en el quehacer cotidiano de las instituciones”.
Es un escrito que gira en torno al importante aniversario, en el que Tapia Grijalva llama a reflexionar sobre la mejor manera de celebrarlo, siendo la UNISON, “una universidad que coadyuva a la cultura democrática de la entidad”.
Mucha gente en movimiento quiere sacar en esa fecha la lista de notables que ha donado la UNISON: científicos, profesionales, maestros, artistas, escritores y la mucha literatura con la que se nutre aquella entidad.
laislaquebrillaba@yahoo.com.mx