LIBROS DE AYER Y HOY
Nuevos estudios están demostrando que el invasor español creó a propósito una imagen sanguinaria del indígena americano y por ende de sus dioses que según ellos exigían sacrificios, para justificar su depredación. Detrás de cada agravio siempre hay un interés.
Las creaciones humanas de la maldad y el poderío, estuvieron apoyadas en el descrédito para la justificación de sus propios atropellos.
Otras lo hicieron para encubrir su debilidad, creando a su vez facciones poderosas de la imaginación para enfrentar a sus enemigos.
No son otra cosa esas creaciones, sino sus propios dioses y los ajenos en los que el ser humano se retrata.
Lo que sucede en nuestra realidad tiene similitud con los mitos, las religiones, las leyendas y todo invento que justifique un agravio o una acción en contra.
En eso, el ser humano no ha cambiado. Trump justifica las debilidades mexicanas para atacarnos; descalifica a los migrantes por pobres, por desarrapados y morenos.
Pero esa actitud no es sino la justificación de un agravio, el de deshacerse de poblaciones que de acuerdo a su concepción no le son útiles a su país.
Lo empobrecen y lo denigran según dice. La campaña sucia contra AMLO antes y después de las elecciones, no tiene otro fin sino el descrédito, la devaluación de una propuesta que se opone a la de los perdedores en las pasadas elecciones.
Y detrás están los intereses que han predominado en el país, el saqueo de las riquezas, el robo descarado de los recursos, sin importar pobreza, desigualdad y muerte. Esa es la justificación.
LA CONTRADICCIÓN DE LAS CREACIONES
Si a vuelo de pájaro se revisan las creaciones humanas para resarcirse, en realidad son absurdas.
Sus dioses son poderosos, vengativos, tienen dedos flamígeros que destruyen pueblos y ciudades.
Pero a su vez critican a los dioses ajenos que se oponen a sus venganzas.
Como reproductor imperialista de esa visión, Trump llama dictadores a los que no piensan como él y amenaza con invadirlos y sus mismos antecesores invadieron y destruyeron pueblos para apoderase de su petroleo y otras riquezas.
Cuando los españoles llegaron a nuestro país – y a los demás que sojuzgaron-, impusieron a un solo dios, uno que lo tenía todo según su concepción.
El Jehová del dedo flamígero. Barrieron con creencias, con invenciones, con ritos. La oposición de algunos religiosos y humanistas que los acompañaban, no valió en el ataque de destrucción y masacre.
Se destruyeron culturas y pueblos para imponer a un dios supuestamente poderoso. Lo mismo sucedió en todo el mundo con las invasiones. A los pueblos sometidos les imponían otro idioma, otras creencias y otros ritos.
PUEBLOS SANGUINARIOS Y DIOSES TERRIBLES, INVENCIÓN DE LOS ESPAÑOLES
Un importante estudio sobre la versión de los europeos sobre nuestra cultura, está en marcha y se atribuye a la iniciativa intercultural Sacrificio y conversión entre Europa y el Nuevo Mundo, que auspicia la Villa I Tatti italiana y la Universidad de Harvard ( La Jornada 2 de agosto 2018, Cultura 3a) En lo que ya se avanza en ese estudio se observa de que manera el conquistador difamó permanentemente al indígena y lo colocó en otro nivel de su verdadero entorno en ese entonces.
Fue una forma de describir un salvajismo americano para justificar la barbarie y destruir pueblos de gran avance cultural y científico e imponer sus propios conceptos.
La destrucción de códices que todos conocemos, que eliminó miles de años de historia de la humanidad es un ejemplo.
Los mismos frailes participaron en la exhibición del concepto de barbarie que ameritaba -según ellos- un cambio con la evangelización.
Las matanzas e injusticias han sido abrumadoramente reseñadas. El invasor se impuso a sangre y fuego y con mentiras que se prolongaron al futuro. La historia de los vencedores.
Los investigadores de este trabajo, en el que participa la UNAM, describen las imágenes que inundaron Europa para exhibir a los indígenas como bárbaros y sanguinarios.
Esas imágenes se extendieron incluso a México y hay personas que todavía creen que los indígenas eran así y que sus dioses, Huitzilopochtli sobre todo -el dios de la guerra-, que era concebido como un guerrero bárbaro y destructor, eran terribles.
Los estudiosos actuales tratan de reivindicar la imagen del mundo prehispánico y de reconstruir la verdadera esencia de la cultura americana a través de sus esculturas y trabajos arquitectónicos.
Hecho que en México es un permanente quehacer para exhibir ese verdadero rostro de nuestros antepasados.
Se trata, dicen los participantes en el estudio, de generar ese rostro a partir de ellos mismos y no de la visión de los europeos.
Lección que nos llega volviendo a nuestra realidad, cuando en el México actual el de los resentidos de los comicios, el de la prensa utilitaria apoyada por un tipo secuaz de internauta, se apoyan en imágenes falsas y denigratorias, para tratar de mermar méritos y desacreditar los mandatos de un pueblo.