Lo que surgió como un rumor apenas la víspera, se ha convertido en una certeza, quizás difícil de aceptar, pero cierta de creer porque ya ha ocurrido así en la historia política de Oaxaca.
De acuerdo con las fuentes, todo está listo para que este viernes 3 de septiembre de 2010, a partir de las 12:00 horas, en el salón Dyonisus de Santa Lucía del Camino, se dé la expulsión de José Murat Casab y Jorge Franco Vargas del otrora invencible Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Es la misma fórmula ensayada, sin éxito final, hace casi diez años contra el ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano.
En esta ocasión, como entonces el oportunista Jorge Bustamante García, los testaferros serían los nunca bien ponderados Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva y Bulmaro Rito Salinas.
Si todo se cumple como lo acordaron quienes así lo decidieron, el diputado Ramírez presentará a la consideración de la asamblea general extraordinaria del PRI un punto de acuerdo, elaborado por él mismo, para echar de una vez y para siempre a Murat Casab y a “El Chuky” Franco de ese instituto político de militantes puros y distinguidos.
La puntilla y/o arenga a la militancia para que vote la propuesta por unanimidad correría a cargo de la personalidad de Bulmaro Rito, convirtiéndose así en el “Judas” más moderno de Oaxaca.
Tanto Ramírez Puga Leyva como Bulmaro Rito iniciaron su carrera ascendente en la política precisamente en el gobierno de Murat Casab, a quien ahora quieren echar del partido derrotado en las urnas el 4 de julio último.
Más aún, el novel Rito Salinas le cargó las maletas al político ixtepecano que después, en agradecimiento, lo volvió funcionario de primer nivel y hasta presidente del Congreso del Estado, donde se hizo de dinero a manos llenas, y ahora pretende morderle la mano.
Así está la historia plagada de traiciones, y la realidad oaxaqueña no escapa a ello.
Este castigo tiene doble propósito: sancionar de manera ejemplar el presunto apoyo de Murat Casab y “El Chuky” Franco al hoy gobernador electo, Gabino Cué Monteagudo, en las elecciones pasadas.
Además, de quitar a Franco Vargas la posibilidad de recuperar la conducción del PRI, a partir del 1 de diciembre próximo, cuando los priistas se queden huérfanos de gobernador.
Los priistas de la “burbuja” resquebrajada y dividida buscan llegar únicos y libres a los tiempos cuando la verdadera militancia del tricolor tenga que decidir su camino inmediato, sin las presiones y amenazas que ahora les impide hablar o intentar asomar la cabeza.
Lamentable, pero con estos priistas ¿tendrá futuro, por lo menos en Oaxaca, el otrora partido histórico de la Revolución Mexicana?
Al tiempo.
***
La derrota del PRI el 4 de julio de 2010 ya confirmó su primer efecto letal. Ulises Ruiz Ortiz descartó, ya no buscará por ahora, la presidencia nacional del PRI.
Así lo confirmó el diputado federal Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva ante una pregunta de este reportero a través de la red de Twitter.
Y como su amigo y jefe político ya no va, el legislador oaxaqueño promueve ahora a Humberto Moreira Valdés, gobernador de Coahuila.
“Humberto Moreira sería un buen presidente del PRI… debería madurarlo el señor Gobernador”, publicita Ramírez Puga Leyva en la red social.
director@e-oaxaca.mx