+ Mónica Belén Morales Bernal y Gisela Lilia Pérez García tienen denuncias por “estafar a la población con permisos apócrifos y recibos ficticios en cobro de servicios”, además de “saqueo de muebles y documentos”
SAN JACINTO AMILPAS, Oaxaca, enero 6 de 2021.- Desde hace tres administraciones municipales aprendieron cómo hacerle (el “modus operandi”) y al cabo de los años transcurridos se han perfeccionado en intrigas, acusaciones y señalamientos para seguir viviendo del erario; es decir, ganando litigios y cobrando dietas y prestaciones sin trabajar (su “modus vivendi”).
Ellas son las regidoras Mónica Belén Morales Bernal, de Igualdad de Género, y Gisela Lilia Pérez García, de Hacienda, quienes han convertido al municipio conurbado de San Jacinto Amilpas en su “botín” predilecto, con el agravante de que el ejemplo cunde en el Estado de Oaxaca con la anuencia de los Tribunales Electorales, estatal y federales.
El aprendizaje lo iniciaron en el trienio 2014-2016, durante la última gestión del perredista Víctor Amado López Hernández, y lo pusieron en práctica en el período 2017-2018, del también perredista Manuel Xavier García Ramírez, a quien acusaron de ejercer “violencia política” en su contra con el argumento de que “les cerraba las puertas y no las dejaba entrar a trabajar”.
En la actual administración 2019-2021, de la morenista Yolanda Adelaida Santos Montaño, aplican el mismo método con los mismos argumentos, además de denostar el trabajo de las y los integrantes del Cabildo, con denuncias ante los Tribunales, estatal y federal, para reclamar el pago completo de dietas y prestaciones sin presentarse al centro de trabajo ni rendir informes de sus actividades.
Sedicente perredista, de la mano de su “padrino” Víctor Amado, Mónica Belén entró al gobierno de San Jacinto Amilpas en 2014 como trabajadora de confianza, pero en 2017-2018 se hizo Síndica Hacendaria con el registro del extinto Partido Social Demócrata (PSD) y actualmente es concejal de Igualdad de Género, por el mismo PSD, pero ya hace proselitismo por el nuevo partido de las Redes Sociales Progresistas (RSP) para buscar competir por otro cargo en los comicios de este año 2021.
LA ÚLTIMA PROTESTA
El 20 de febrero de 2019, un grupo de presuntos habitantes del municipio cedieron al llamado de cuatro regidoras: Mónica Belén Morales Bernal, del PSD; Gisela Lilia Pérez García, de Morena; Julia Zárate Aragón, del PRI, y Nubia Betzaida, del Partido del Trabajo (PT), para “tomar” el palacio municipal y colocar sellos de clausura en las puertas.
La ocupación/usurpación duró seis meses, hasta el 1 de agosto de 2019, cuando la presidenta Santos Montaño pudo recuperar las instalaciones del Ayuntamiento.
Como despedida, en los últimos días de julio de 2019 las inconformes provocaron un enfrentamiento, durante la “Feria del Tamal” y Guelaguetza organizada por la administración municipal, con saldo de varios heridos y siete personas detenidas.
Poco antes, a finales de julio de 2019, dos de las cuatro regidoras que iniciaron el pleito abandonaron la ambiciosa rebeldía y regresaron a trabajar: son la priista Julia Zárate Aragón y la petista Nubia Betzaida.
Sin embargo, ilustrativo es el caso de Mónica Belén, quien tras ganar sus demandas acumuladas durante las últimas dos administraciones municipales, logró que el TEEO le autorizara la entrega de 654 mil pesos por concepto de dietas y prestaciones “no pagadas” hasta julio de 2019, además de 247 mil pesos para su tío mentor Demetrio Bernal Morales, quien fue regidor de Hacienda en la gestión de Manuel Xavier.
PRESUPUESTO DE MÁS DE 43 MDP
Durante el ejercicio 2019 el Municipio de San Jacinto Amilpas ejecutó un Presupuesto de Egresos de 43 millones 487 mil 851.52 pesos, que en 2020 alcanzó mucho más.
Las cuatro regidoras iniciaron la rebelión para ganar más dinero, ya que de acuerdo con lo aprobado por el Cabildo y estipulado en el Presupuesto de Egresos, recibirían un pago quincenal de 7 mil 500 pesos, pero ellas exigían 15 mil pesos a la quincena; es decir, 30 mil pesos mensuales.
El Presupuesto de Egresos de ese año señala que el sueldo de la Presidenta Municipal sería de 15 mil pesos a la quincena, las y los síndicos de 10 mil pesos; las y los regidores, tesorero y directores de 7 mil 500 pesos, y las y los asesores de 5 mil pesos, en todos los casos de manera quincenal.
COBRO PUNTUAL DE DIETAS
A la fecha, sobrevivientes por voluntad propia a la protesta, Mónica Belén y Gisela Lilia cobran puntualmente su dieta de 7 mil 500 pesos a la quincena, un total de 15 mil pesos mensuales, que son depositados por la administración de la edil Santos Montaño ante el Fondo de Administración de Justicia del Tribunal Estatal Electoral de Oaxaca (TEEO), sin presentarse a trabajar ni rendir informes de nada.
En entrevista con PressLibre, la presidenta Yolanda Santos refiere que “hay instaurados varios juicios en los que consta que depositamos las dietas correspondientes de manera puntual en el Fondo de Administración de Justicia del Tribunal Estatal Electoral”.
Agrega también que “por decisión del Tribunal hemos pagado las dietas reclamadas en varios juicios que no corresponden a mi administración, como es el caso de la misma Mónica Belén Morales Bernal, quien interpuso queja en 2017 durante el gobierno de Manuel Xavier, y tres concejales más de la gestión de Víctor Amado”.
DENUNCIAS CONTRA MÓNICA Y GISELA
En la actualidad, las regidoras Mónica Belén Morales Bernal y Gisela Lilia Pérez García enfrentan denuncias en su contra por habitantes del Municipio de San Jacinto Amilpas que fueron estafados con permisos apócrifos y recibos ficticios durante los seis meses que estuvieron en posesión de las instalaciones del Ayuntamiento.
La presidenta Yolanda Santos Montaño señala que “ellas firmaron y cobraron por esos permisos y hasta la fecha no han rendido cuentas del recurso recabado que asciende a más de 200 mil pesos, aproximadamente”.
Precisa que “hay interpuesta una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado (FGE) porque las dos regidoras cobraron impuestos a comercios, además del Impuesto Predial, servicios de agua y recolección de basura, entre otros”.
Refiere que para hacer sus cobros, Mónica Belén y Gisela Lilia “mandaron a imprimir recibos simples, apócrifos, que no contaron con el sello de la Tesorería Municipal”.
Santos Montaño indica que “también hay denuncias ante la Fiscalía General del Estado porque durante los seis meses que las regidoras tuvieron en su poder las oficinas del palacio municipal saquearon todo: muebles y documentos”.
“Cuando nosotros recibimos el palacio municipal estaba completamente vacío; nada encontramos, ni muebles, ni equipos de cómputo, ni dinero en la caja de la Tesorería. Nos dejaron en ceros. La denuncia está por aproximadamente 300 mil pesos, más el mobiliario”, subraya.