Utopía
El gasto militar en México disminuyó en el segundo año de gobierno del presidente Andrés Manuel, al alcanzar 6 mil 116 millones de dólares (122 mil 300 millones de pesos), cantidad inferior en 0.7% en términos reales en comparación con 2019, de acuerdo con el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, Suecia, con lo cual México descendió de la posición 31 a la 33 en el ranking mundial de los 40 países que más presupuesto ejercen en este rubro.
Como porcentaje del producto interno bruto, el gasto militar mexicano se elevó a 6%, frente al 5% que representaba en 2011, y contribuyó con 0.3% al gasto mundial en este tipo de equipamiento, por debajo de Brasil y Colombia, los otros dos países latinoamericanos que figuran en el ranking.
El gasto militar nacional pasó de representar 2% del presupuesto de gobierno y un promedio de 52.1 dólares por habitante en 2019; a 1.9% y 47.4 dólares per cápita en 2020, respectivamente, establece el reporte anual del sueco SIPRI, una referencia global en la materia. Lo que significó una reducción en todas estas variables, pero debido a la recesión de la economía mexicana y global en 2021, el gasto de las fuerzas armadas equivalió a 0.6% en el producto interno bruto, un incremento marginal respecto a los dos ejercicios previos, que fue de 0.5%.
De la información consultada (Aristegui Noticias, La Jornada, El Universal y Forbes) no queda claro qué renglones del gasto militar fueron incluidos bajo tal concepto, por ejemplo si contempla la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucía, Zumpango, estado de México. Y otras obras a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional como las 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar, entre otras encomendadas al Ejército y la Marina por López Obrador.
El hecho es que se produjo una baja en el gasto militar y que éste es el principal indicador para medir el fenómeno de la militarización de un Estado Nacional. Otros podrían ser, según diversos voces, la utilización del Ejército y la Marina en tareas no tradicionales, como el desarrollo; el uso de las fuerzas armadas para combatir las amenazas internas de carácter no militar o para realizar misiones que le competen a los cuerpos policiacos.
Expertos como Raúl Benítez Manaut sostienen que la militarización “en México no es anticonstitucional. Hay quienes dicen que el proceso de militarización del país empezó en 2006-2007 con Felipe Calderón. Eso es un error completito. La militarización de México empezó en el año de 1821. En las zonas rurales es la palabra máxima de autoridad.”
Enlace a la entrevista completa con Forum en Línea: http://www.forumenlinea.com/index.php/31-revistas/forum-en-linea-376/903-lopez-obrador-esta-obligado-a-reconstruir-la-relacion-con-los-militares-benitez-manaut
El debate sobre este delicado y complejo tema tiene, por desgracia, demasiadas interferencias con candidatos lenguaraces en campaña que todo lo simplifican y aun lo partidizan. Así, abundan las inercias que se resguardan en la tesis de que la milicia no está educada ni preparada para cumplir funciones de seguridad pública porque fueron formados para aniquilar al “enemigo”.
El Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre, mejor conocido como Plan DN-III-E, desde octubre 1965 es la mejor prueba en contrario. Y recientemente la participación de soldados, marinos y Guardia Nacional en el transporte y resguardo de los antígenos y los centros de vacunación, así como la formación de los propios.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.